¿Reparas corazones rotos? [𝓜𝓾𝓮𝓻𝓽𝓪𝓬𝓲𝓸]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 1

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No puedo dejar de pensar sobre...

Qué pasaría si muero y cuándo lo haré

Ahora veo que "qué" y "cuando" son gritos realmente diferentes

"Qué pasaría" es pánico puro

Y "cuando" es un dolor solemne

Y uno me invade hoy

Mientras que el otro me espiará mañana.

//twenty one pilotos - Morph//

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Ya habían pasado su primera semana en Los Santos y podían jurar que les había sucedido casi de todo, desde ser atracados y secuestrados, hasta conocer y trabajar clandestinamente para un viejo decrépito, uno al que se le conoce cómo el Super Intendente Conway por toda la ciudad.

"Empezar de cero", aquella frase le sonaba en la cabeza y al inicio lo tomó a la ligera, pero coño, nunca creyó que pasaría tal cuál como el comenzar por ser basureros, si que habían terminado sus estudios como pfofesionalistas, pero de nada servía en una ciudad donde no tenían nada de su antigua residencia, incluidos esos papeles importantes ya que habían salido prácticamente huyendo de aquel infierno y problemas que habían ocasionado.

––¿Hola? Gustabo––decía el menor una vez el mencionado le había atendido la llamada––. En la mañana contacté con unos tíos que no sé, pero se veían medio chungos y vendían ya sabes, "juguetes", pero de esos que hacen pium pium ¡baaam!––terminó de avisar mientras salía de una tienda de ropa que se encontraba cerca de comisaría.

––Okey vale yo estaba dando unas vueltas por las calles de hecho, anda, mandame ubicación cerdo––no sé lo pensó ni dos veces y entonces cortó la llamada tal y cómo le gustaba joder siempre el mayor a cualquier persona, una vez le llegó la ubicación y la vinculó al GPS del auto arrancó inmediatamente para ir en busca de su hermano.

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10 minutos habían pasado y Gustabo ya estaba donde Horacio, este había llegado en un auto bastante sospechoso.

––Ojooo, ¿y este coche?––preguntó mientras lo miraba detenidamente para luego proceder a montarse en este.

––Ta guapo ¿no? Es al-qui-la-do––mencionó el rubio mientras guiñaba el ojo, lo que daba a entender que era en realidad robado, haciéndole gracia al de cresta entonces—. Venga va, ¿ya has llamado al vendedor de "juguetes"?––ahora preguntaba enfocando su vista al frente mientras conducía sin un destino definido, claro estaba que no podían darse el lujo de estacionarse en un solo lugar con un coche robado y mucho menos cerca de comisaría.

––Si, acordamos quedar en la ubicación que él me mandaría en breves––el menor respondió algo nervioso, pues después de la semana loca que habían llevado, entrar y salir de comisaría todo el rato pues bien cualquiera se haría la idea de que podrían ser unos chivatos de la policía, y ellos sin el equipo u armamento adecuado, eran de las cosas que a este le preocupaban y por alguna razón tenía un mal presentimiento.

En una parada de semáforo Gustabo le miró y dio un pequeño golpe en el hombro para sacarle de su nerviosismo––. Tío vengaa, todo saldrá de puta madre, dejamelo a mi y a mi pico de oro––dijo confiado y con orgullo––. Además no podemos seguir huyendo de los problemas, ¿O qué? ¿Harás lo mismo que tu madre toda la vida? Espabila Horacio, ya no somos los mismos críos de hace años liandola solo por diversión, es hora de hacer las cosas bien, darnos a conocer en esta ciudad donde nos recibieron como la mierda–– Decía mientras conducía y el menor solo miraba hacia la ventana desanimado.

––Ya, tienes razón, pero ¿no podemos liarla aunque sea un poquito más? Por los viejos tiempos—

––Vaaale por los viejos tiempos, pero que sepas que no me vas a volver a chupar la polla por darte la razón guarro, que ya te conozco— dijo con una expresión en forma de desagrado mientras volvía a poner en marcha el coche al estar en semáforo verde y el otro solo se reía algo avergonzado por los recuerdos juntos.

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––Hostia, pensándolo bien pues "chungos chungos" no eran, hasta yo lo podría ser más, a parte ¿crees que nos paguen bien con esta información? Estos tíos no eran más que unos mierdas que ni pertenecen a alguna organización, creo yo––decía Gustabo pensativo, después de su pequeña quedada y amenaza por parte de los traficantes sobre qué se mantendrían vigilandolos, ahora se encontraban en una de las esquinas de la plaza central cuestionandose lo sucedido.

––Pues no tengo ni idea, supongo que si el Super Impotente arma yo que sé, un operativo y los atrapa, tal vez eso los lleve al pez gordo ¿no?––respondió el otro a su hermano, pero entonces de la nada llegó un tipo armado con la cara destapada vestido de verde en una 4x4.

––Hey tú, el calvo de la cresta, no hagas nada tonto y súbete al vehículo––llamó lo que parecía un secuestrador apuntandoles con el arma, ambos hermanos subieron las manos y entonces Horacio hizo caso a lo que le había ordenado, Gustabo al no estar metido en ello salió huyendo para ocultarse.

Una vez los 2 montados en el auto, el secuestrador lo puso en marcha y aceleró rápida pero no descontroladamente, Horacio al momento de estar nervioso tendía a decir o preguntar cosas estúpidas, ya te imaginarás en una situación como la de ahora.

––¿Eres Pablo? ¿Qué es lo que quieres?––a penas y se había armado de valor para formular esas preguntas y hacérselas saber al otro, este aún serio igualmente le contestó.

––Yo no soy ningún Pablo, y digamos que me han contratado para darles un "aviso", ya sabrá usted lo que hace parce–– Tenía miedo, era un tipo que no conocía de nada pero al menos le podría reconocer la cara para denunciarle después si en algún lo llegaba a volver a ver, la cuestión era ¿De verdad iba a volver con vida? El tipo iba a cara destapada y la semana pasada si que la habían liado demasiado.

Pasada una media hora habían parado y bajado en lo que parecía una colina con pocas casas en el norte de la ciudad, el secuestrador que le había revelado llamarse "Pope" procedió a cachearle y robarle incluso el dinero que llevaba en la cartera, los nervios habían cesado hasta que el tono de llamada de su celular había comenzado a sonar.

––Ni se le ocurra contestar, ande, muevase para allá rápido––dijo Pope mientras le apuntaba con él arma y le señalaba dónde colocarse con la misma.

––Por favor, déjame ir, no sé quién te haya contratado pero todo es un mal entendido––suplicaba Horacio con las manos levantadas, pero el otro sin hacerle caso le disparó 1 bala en cada pierna haciéndole caer del dolor.

—Se lo he dicho gonorrea— un civil en coche que pasaba por ahí le había visto así que procedió a darse a la fuga  inmediatamente dejandole tirado a este en la nada.

––¡Joder!––se quejaba Horacio del fuerte dolor, desde luego sacó su teléfono y al ver las 13 llamadas perdidas que tenía de su hermano se la devolvió y este rápidamente le había atendido––. ¡Gustabo! ¡Me ha disparado a las piernas, por favor ven rápido y ayúdame!––y sin pensar colgó para mandarle ubicación con unas últimas fuerzas que habían salido de quien sabe dónde, al momento de mandarla fue entonces que quedó inconsciente en el suelo por el intenso dolor.

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Solo decir q gustacio experimentando de jóvenes mi hc favorito 😢

_alm0of_