| Capítulo 4: Indicios. |

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Es de mañana, los rayos del sol comienzan a abrirse paso entre las cortinas en la habitación de la reina mientras ésta aún se encuentra dormida. Su cuerpo desnudo yace sobre la cama, pequeños rastros de lo sucedido anoche aún están impregnados en sus brazos.
Poco a poco Dark Light comienza a despertar. Siente su cuerpo pesado, un cansancio descomunal se apodera de ella mientras trata de sentarse sobre su cama al par que sus ojos se ajustan a la luz natural que ahora ilumina por completo su habitación. Voltea a todos lados estando ligeramente desorientada, su visión es algo borrosa pero no tarda mucho en volver a la normalidad. La reina se pone de pie sosteniéndose de su cama ya que sus piernas parecen no le brindan el equilibrio que quisiese... Despacio se da paso al otro lado de su habitación, con calma camina soltándose del colchón. Comienza a sudar ligeramente y empieza a desesperarse, le parece absurdo que tal acto tan mundano le cueste tanto trabajo...
Una vez habiendo cruzado al otro lado, se dispone a sacar un conjunto de ropa blanca hecha de una tela fina y suave con la cual se viste para luego ponerse encima un abrigo oscuro. El agacharse le cuesta un poco de esfuerzo, tal esfuerzo ocasiona un ligero punzar en su cabeza que le irrita bastante...
Ya que ha recogido toda su ropa, Dark Light sale de su habitación. Su corazón le late muy rápido, está cansada pero tiene cosas qué hacer...

Por otro lado, el resto de los muchachos se encuentra frente al castillo mientras terminan su almuerzo.
El joven Aldair luce un tanto cabizbajo, y es debido a la preocupación que aún carga de lo sucedido el día anterior, cuando Dark Light descubrió su cuadernillo de apuntes. Le inquieta el saber si la reina llegó a entender algo de lo escrito en su cuadernillo, pero piensa sería mucha presión el ir con ella y preguntar. Más aún con la culpa que lleva arrastrando desde anoche...
Estando todos alrededor de la hoguera y finalizando su almuerzo, pareciese como si algo malo hubiera pasado. El silencio y la tensión es tan grande que es casi visible. En el mismo momento que termina de comer, Anastasia se pone de pie y deja sus trastos sucios dentro de una cubeta llena de agua que se encuentra a no más de 4 metros de la hoguera, para luego retirarse del lugar con apuro y sin decir ni una sola palabra.

— No le haría mal decir un ''gracias'' aunque sea... — Menciona Thora, irritada.

— He notado que ha estado así todo el día, — Continúa Aldair algo curioso. — ¿le pasó algo?

— No sé... — Contesta la pelirroja con el mismo tono de recién. — Es demasiado bipolar, la verdad ni me importa.

Seguido de aquello, Thora se pone de pie sin más, siguiendo la misma regla de colocar los trastos sucios dentro de la cubeta, pero se va en dirección contraria a la peli púrpura. Emma, Winona y Aldair se quedan en su sitio, habiendo apreciado cada movimiento de cada una con curiosidad y desasosiego.

— Tal para cual... ¿Por qué esas dos no se pueden llevar bien aunque sea una vez? — Dice casi en susurro Emma, frunciendo el ceño y con cierta inquietud al hablar.

— ¿Algo pasó entre ellas? — Pregunta Aldair, acabando con la poca comida que se encontraba en su plato.

— No sabemos... — Responde Winona sin hesitar. — Desde hace tiempo que se llevan así, a penas y se dirigen una que otra palabra cuando les da su gana. — La chica suspira pesadamente. — Han tenido riñas muy fuertes, pero un día Dark Light las despojó del castillo un par de noches por hacerla enfadar. Luego de eso jamás volvieron a pelear tan severamente frente a ella. — Winona voltea a ver al chico directo a sus orbes color miel. — Así que no te sorprendas si las vez muy distantes o muy secas hacia la otra, se ha vuelto algo cotidiano; costumbre. — Acto seguido, la chica le muestra una sonrisa, como tratando de enmascarar ese sentimiento sombrío que se siente cuando aquellas dos mujeres  son mencionadas.

Aldair no sabe qué hacer, se siente muy confundido. Observa su plato vacío sobre sus manos, mientras que con sus dedos toquetea alrededor del objeto intentando poner todos los sucesos recientes en orden. ¿Pero qué puede hacer? Sólo observar cómo todo se desenvuelve a su alrededor esperando encontrar alguna salida a sus preocupaciones...

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