Capitulo 2 (prioridades)

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  Unas semana después

Llamada telefónica -

+Paulina, podrías venir a la casa por favor hija. Hay algo que necesito contarte
- Sí mamá, llego en 15 minutos. Va José conmigo
+Él no puede venir, sabes que no me gusta que venga Paulina
-es mi esposo, mamá. Por favor ya no sigas con eso
_____

-José María ¡vámonos! Mi mamá habló y dice que necesita contarme algo, a ver si no se metió en algún problema Julián porque por lo visto es lo único que sabe hacer. Ya me preocupé, se escuchaba fría- dijo bajando el tono de voz. Esperaba respuesta más no la obtuvo así que decidió subir a la habitación para ver que pasaba
-José María, me puedes abrir la puerta, por favor - Seguía forzando la puerta pero estaba cerrada con llave y parecía imposible de abrir
-Ya, perdón, me estaba terminando de bañar- contestó y abrió  la puerta dejando que  pasara, solo tenía una toalla en la cintura -Pero si ni siquiera estás mojado ¿o a caso ya no quieres que te vea? Como si no conociera todo tu cuerpo ya- contestó rodando sus coquetos ojos color miel

-Ay Pau, sabes que no es eso, solo se me pasó. Pero eso no es lo importante, dime que ibas a decirme-

-Nada, pues que quiere que vaya a su casa. Dice que necesita decirme algo- Contestó poniéndose de pie junto a él y posando miles de pequeños besos en su mejilla

-Bueno pues hay que irnos porque si no  ya sabemos como se pone- le devolvió los besos y fue a vestirse .

José María entró al vestidor, la falda rosa estaba tirada en el suelo al igual que las medias, el saco beige estaba mal colgado y las zapatillas no tenían correa. Se quedó mirando la escena, pensando en el desastre que podría ocasionar si Paulina viese aquellos  objetos así, desparramados. Era un riesgo y  él lo sabía, pero no tenía otra opción. Esconderlo era lo más viable hasta el momento, decirle a Paulina ni siquiera estaba entre las opciones. Él sabía bien como se comportaba ella, la conocía a la perfección y sabía que, si algo la destruía seguro es porque provenía de su familia. Para ella es lo más importante y que así como todos la ven, fuerte e independiente, resiliente y poderosa también escondía a una mujer vulnerable y necesitada de amor. La destruiría, se destruirían. Sacudió su cabeza librando esos malos pensamientos, recogió todo el desastre que sus ojos veían y se vistió.

El trayecto a  casa de la matriarca había sido tranquilo y calmado, solo disfrutaban de su compañía.
José María conducía y de vez en cuando volteaba al rostro de Paulina pensando en cómo calmarla, se veía ya angustiada. Desde que ellos salían Pau tenía bastantes problemas de ansiedad, trataban de solucionarlo pues hacía bastante tiempo que le medicaban Tafil y Temazepam, a veces se excedía un poco...

Por fin llegaron, Paulina no aguantaba más la angustia. Se apresuró a bajar sin decir nada. El solo se quedó allí y se tomó su tiempo antes de alcanzarla

-Mamá? -entraba a la casa buscando a su madre quien parecía no estar por ninguna parte.
-Paulina- susurraba una voz desde la habitación de arriba -Paulina - repitió una vez más
Ella subió y abrió dos habitaciones hasta llegar a la suya. Ahí estaba su madre junto con un folder , por mientras José María se encontraba buscándolas en en piso de abajo

-Mamá ¿por qué te escondes? llevo buscándote como 15 minutos por Dios - ambas se sentaron una frente a la otra esperando conversación
-Pues hija, porque vino José María y esto es algo complicado. ¿Dónde está él? - decía  abriendo el folder para sí hojeando el contenido de este  -está abajo, pero bueno ¿me vas a decir ? - Virginia le dio el folder, Pau comenzó a leer y no podía creer lo que leía.

Rencor De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora