Capitulo 8 (reencuentro)

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-Paulina, tu no estás pensando bien las cosas, hija, esto no está bien.

-Mamá, es José María, es el padre de mi hijo y yo sé que quizá no te esperabas esto de mi pero mira, las cosas están cambiando y nadie tiene porque enterarse si eso es lo que te preocupa. Esto no afecta nada de nuestros problemas mamá. la florería está bien, Julián, Elena, mi papá, el ca...-Freno repentinamente tras la ultima palabra que no tenía pensado decir, esperando le pareciese insignificante a su madre cosa que así fue

-No sabes lo que estás haciendo Paulina, no se trata de las demás cosas, me preocupo por ti. Eres mi hija y él no es el hombre  del que creíste estar enamorada. En una pareja hay confianza y se debe saber que van a estar ahí, no que cuando menos te lo esperes no estén Paulina. Esto se trata de ti -Finalizó su discurso y se levantó para bajar a la cocina y servirse un vaso de agua. Paulina salió de casa, rodó los ojos y subió a su camioneta. Aunque entendía la visión de su madre sabía que le tocaba a ella estar ahí y que definitivamente le dolía, pero a veces lo sacrificios eran necesarios.

José María salía de hablar con su doctor sobre su terapia hormonal, un poco decaído, subió a su auto y condujo a comprar algo de comer. Puso algo de música y se formó en la fila de Starbucks que avanzaba lentamente. Bajó el cristal y observó una hermosa camioneta Mercedes-Benz peculiarmente idéntica a la de Paulina. Bajó del coche y avanzó algunos pasos hasta lograr ver la ventanilla y el conductor del auto que atrasaba la fila. Era Paulina, iba sola y estaba discutiendo con la empleada sobre alguna bebida que habían entregado mal. José soltó una risita para sí y volvió a su auto. Salió de fila y se dirigió a otra sucursal, sabía que esto tomaría un poco de tiempo

Al paso  de 30 minutos discutiendo Paulina logro que la empleada le diera la razón, -Así esta bien ya, me quedo con la bebida pero yo le dije con leche de almendras no entera eh" alzó las cejas y salió en dirección al Dr. cohen

Buenas tardes- Saludó habiendo llegado

-Buenas tardes Pau, que gustazo verte- Ambos se abrazaron y la invitó a tomar asiento. Un rato después de haberse puesto al día con asuntos de ambas partes La morena comenzó a hablar de lo verdaderamente importante para ella.

-Mira, yo sé... que esto es algo raro, que no es normal. Pero bueno, José María y yo llevamos años juntos y creo, o bueno no sé porque vine Salo, es una tontería sabes que, mejor luego nos hablamos. -Dejó de hablar y con lo ojos cristalizados se acercó a la puerta dispuesta a salir

-Paulina, siéntate, necesitas hablar- Con una sonrisa sacó a chuy de su caja y lo colocó desde su mano hasta su brazo, ella retrocedió hasta el sillón y volvió a sentarse con expresión confusa

-Hola Paulina, yo soy chuy y deberías hablarme de lo que tanto te abruma, no es normal que estés así de preocupada- dijo Salomón moviendo la marioneta a la par de su boca

-Ay Salomón-Paulina frunció el seño, bajó la mirada y se desahogo desde lo mas adentro de sí

Alrededor de las tres de la tarde Julián bajaba de un lindo auto color gris junto con Lucía, entraron a un restaurante amplio y adornado con dulces margaritas, en poco tiempo llegó Virginia, Elena y Ernesto y  en unos minutos más, Paulina. La familia se sentó a tener una deliciosa merienda. El celular de la hija mayor no paraba de sonar y aún en silencio, el modo vibrador era una molestia. Pidió disculpas y se retiró directo al baño para ver quién interrumpía de forma tan intensa su día. Volvió a marcar el número un par de veces sin obtener respuesta hasta la tercera vez. -Bueno-

-¿Paulina?-

A los minutos colgó la llamada, se retiro a la mesa, terminó el postre, almorzó con su pequeño y se despidió.


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⏰ Última actualización: Jun 29, 2021 ⏰

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