El Club de los Perdedores (1er Libro)

11) Descontrol

Seguí asistiendo a las reuniones del grupo unas semanas pero las cosas en mi vida se pusieron más feas, mi padre volvió a casa, no sé atrevió a levantarme la mano pero seguía siendo el mismo bastardo de siempre, mi madre seguía soportando todo, intentaba evitar que mis hermanos oyeran sus discusiones pero me resultaba más difícil hacerlo, Lucas con 12 años ya se quería morir, Nata con 11 seguía ignorando la realidad, a mí me sumaban la responsabilidad de cuidar a mis hermanos, ayudar a mamá, estudiar, trabajar, ser un adolescente, ser un adulto, ser maduro, mis depresión, fingir una maldita sonrisa, cuidar a mi abuela, entre otras cosas.
Dejé de reunirme con los "perdedores", falté un tiempo al grupo de autoayuda, me alejé de todo y todos, necesitaba algo que me ayude a olvidarme todos los malditos problemas y en el momento justo apareció Tom, fuimos amigos alguna vez, nos conocemos desde niños pero en algún punto de nuestras vida tomamos caminos diferentes.

- ¿Que pasó bro?

- ¿Qué onda Tom?

- Todo bien jaja, eu, hoy realizo una fiesta y tienes que venir, el "gordo" va a venir

- ¿Mati? Pensé que andaba por Los Ángeles jaja

- ¿No lo supiste?

- ¿Que cosa?

- Dejó la fama hace un tiempo

En mi vida existen tres amigos llamados Matías, Matías Pach, Matías Mercy y Mati, alias el "gordo".
Mati era un rapero famoso, dejó la escuela a los trece para dedicarse por completo a su carrera, no lo veo desde hace tres años, solíamos ser muy unidos cuando éramos niños. Tom, Mati y yo solíamos ser unos infelices desgraciados, chicas, estupideces, etc.

- Cool, cuenta conmigo ¿A qué hora es la fiesta y en dónde?

- En mi casa a las diez de la noche

- Ahí estaré ¿Habrá alcohol?

- Hasta para que te olvides de lo que pasó ayer jajaja

- Cool

Me daba igual pedirle permiso a mis padres pero igualmente le mentí a mi mamá que iba a la casa de Tom a estudiar, estaba enojada pero no era tonta, llamó a la madre de Tom para asegurarse de que estaba todo en orden, por suerte atendió una de las hermanas de él y le mintió a mi mamá para que yo pudiera ir a la fiesta.
Hacía tanto tiempo que no le mentía a mi mamá, hace tanto tiempo que no iba de fiesta ni nada.
La fiesta estaba muy divertida, en mi vida había visto tantas chicas, alcohol y locura en un lugar, pude ver a Tom y a Mati, después de tanto tiempo el tridente se había reunido de nuevo.

- Hola Mati

- Hola amigo ¿Cómo estás?

- No me quejo ¿Y tú?

- Tampoco, más tranquilo ahora que estoy siendo un chico "normal"

- Cool, yo ando medio depre, así que vine a esta fiesta a olvidarme los problemas jaja

- ¿Y como lo harás aquí?

- ¡Bebiendoooo!

Bebidas, chicas, besos, cigarrillos propios, la vida estaba callada un momento, nadie diciéndome absolutamente nada, no tenía que ser un adulto ni preocuparme por nada, solo me divertía.
Decidí estar así un tiempo, falté a la escuela unos días, iba a boliches, bebía e intentaba llenar un vacío que tenía por dentro, creo que estaba deprimido pero no lo sabía, ahogaba las penas en el alcohol, volví a mi mal hábito de ver porno; Me convencí o mejor dicho engañe mi mente haciéndome creer que todo lo que hacía estaba bien, mi vida era un descontrol pero aún así intentaba que mis hermanos no me vieran mal pero un día todo explotó, Lucas y yo peleamos, discutimos por mi estado deplorable y por su actitud, dejamos de hablar por un mes, ni una sola palabra, nada.
Yo seguía de fiesta en fiesta a pesar de mi malestar.