14) "Ayuda"

15 2 0
                                    

Era otro trágico y maldito día, mi abuela había fallecido hace unos días, mi padre con su estúpidez de siempre empezó a hacer problemas y la verdad es que no estaba con ganas de escucharlo y decidí irme de allí. Caminando por la ciudad iba pensando en todo lo que pasaba, siempre se repetía la misma situación, mi padre enojado atacandonos porque se siente solo en su interior y mi mamá teniendo que soportar todo eso y enseñándonos a mis hermanos y a mí a como hacerle frente a una situación así de difícil.
Cuando volví a mi casa luego de tres horas afuera me decidí a qué esta vez solo quería terminar con todo de una manera nada dramática, que pareciera un accidente o algo así, empecé a tomar unas aspirinas, primero dos, luego cuatro, luego seis, después nueve y después diez, me excusaba diciendo que me dolía la cabeza para tomar más y más pastillas.

[Teléfono vibrando]

Lara: Hola amigo ¿Estás bien?

Exe: Hola Lara, la verdad es que no se cómo estoy y tú?

Lara: Qué haces? Cómo que no sabes?

Exe: En cama tirado tomando unas pastillas y vos?

Lara: Que pastillas?! Que estás haciendo exe?!

Exe: No te preocupes por mí, estoy bien si? Tienes que planear tu boda, no pierdas tiempo conmigo

Lara: Estás en tu casa?

Exe: En este momento no, me iré dentro de un rato a una fiesta a disfrutar algo "bueno" de esta vida

Me fui a una fiesta que organizaron unos chicos que conocía y no pensé en nada, absolutamente en nada, no disfrutaba la fiesta pero estaba "bien".
De la nada aparecieron Julián, Mili y Druscila, me agarraron y me llevaron en el auto de Julián, me dieron algo paga que vomitara todo lo que estuve consumiendo.

- !Déjenme en paz! ¿Por qué se meten en esto?

- ¡¿Por qué te rindes tan fácil?! - Exclamó Drus - ¿Crees que es difícil solo para ti? Todos tenemos nuestras luchas, todos sufrimos de alguna manera pero ir de fiesta en fiesta no solucionará nada

Me quedé sin palabras, es la verdad.

- ¿A dónde vamos? - Pregunté.

- A mi casa, primero dejaremos a Mili y a Druscila en sus casas porque a Milagros la llamó Lara para decirle que te busque y ella nos llamó a Druscila y a mí para que te busquemos por todas partes - Respondió Julián.

En lo que íbamos camino a la casa de Julián, Druscila me contó más sobre ella, resulta que a pesar de tener apariencia de ruda, ella también sufre en su familia y en algún momento al igual que yo pensó en acabar con todo pero no lo hizo, en cambio decidió tener algo en que enfocarse y eso la ayudó a mejorar.
Las dejamos en sus casas a Mili y a Drus y seguimos nuestro viaje a casa de Julián.

- ¿Lara está molesta verdad? - Pregunté.

- Si, no tienes ni idea, por eso creo que prefirió llamarla a Mili

Encendí un cigarrillo que tenía.

- ¿Sabes que es gracioso?

- ¿Qué?

- Que siempre que fumas en lugar de quedarte olor a tabaco te queda olor a orégano

- Si... Lo que pasa es que son falsos

- Lo supuse ¿Y por qué lo haces?

- Porque... No sé, me olvidé la razón hace ya tanto tiempo

- Entonces no le veo el sentido a seguir fingiendo

Tiré por la ventana los últimos cigarrillos que me quedaban y me dormí. Al despertar noté que estaba en la casa de Julián, obviamente estaba hecho un desastre y al levantarme estaba la abuela de Julián.

- ¿Cómo estás hijito? - Me dijo.

- Hola abue, estoy... Hecho un desastre

- Si lo noté ¿Qué pasó?

- Pasó de todo, ya no se que hacer con mi vida, no sé cómo puedo mejorar, ni como cuidar a mi mamá de mi padre, ni como poder ayudar a mis hermanos, como ser el chico responsable que quieren que sea, ni como ser el hijo bueno, ni como seguir adelante a pesar de todo... Soy... Soy débil, no puedo hacer nada, soy un inútil

- No hijito, no eres un inútil, ni un cobarde, mucho menos un débil, eres un joven de diecisete años al que le están poniendo responsabilidades que no le corresponden, no digo que en el futuro no tendrás responsabilidades porque sería mentirte pero algo que si te puedo decir es que así como hay cosas a las que le debemos dar toda nuestra atención, también hay otras a las que no le debemos dar ni el mínimo de atención, debemos aprender a ignorar algunas cosas, otras debemos dejar que pasen, otras podremos arreglarlas pero ya queda en nosotros como lo haremos, nadie es débil, todos somos fuertes pero lo que pasa es que a veces nos afectan de diferentes maneras las cosas, debes ser lo que eres, un chico de diecisete años y nada más

- Gracias abuela

En ese momento fue como si mi mismísima abuela me hubiera dado un consejo y me hubiera ayudado a despertar en cierto sentido. Luego apareció Julián y me llevó a casa de Lara.

- Los dejo solos - Dijo Julián y se fue.

Lara me miró con una cara enojada pero con sus ojos perdidos.

- Pasa - Dijo.

Pasé.

- Mira Lara...

Me sorprendió con un abrazo, con uno de esos abrazos que te hacen olvidar hasta del día más oscuro y feo que hayas podido tener.

- Me preocupaste mucho, no sabía si te volvería a ver o no - Me dijo entre lágrimas - ¿Cómo pudiste hacerlo? Sabes que cuentas conmigo - Dijo y me propinó unas tres o cuatro cachetadas.

- Lara...

- Te llamé todo el tiempo, te escribí, quiero ayudarte pero no puedo si te cierras a todos y más si no cuentas lo que sientes o lo que te pasa o lo que sucede...

- Me gusta como eres Lara

- ¿Qué?

- Eso siento, eres la única chica que no está pensando en si estoy en el físico "perfecto" para quererme, la única que no está pensando en el tamaño del paquete de los chicos, una de las personas que se preocupan por mi y me intentan ayudar, la chica que se va a casar jaja y... La chica que me gusta por como es

- Exe...

- Y no entiendo porque te preocupas tanto por mi, no sé porque intentas salvarme ni porque quieres ayudarme a salir adelante

- Yo también estuve así ¿Okey? - Me dijo secándose una lágrima - Yo también me sentí sola, yo también sentí que nadie me entendía y un día apareciste tu, me entendiste, no sé cómo pero me sorprendió que alguien menor que yo me entendiera al grado que lo hiciste tú y me ayudaste a salir adelante a pesar de todo, aunque a veces no tenía fe en mi misma tu estabas ahí y creías en mí, quiero ser lo que tú fuiste para mí en aquel momento

- ¿Un amigo?

- Una compañera, una ayudante, quiero acompañarte y ayudarte hasta que estés bien pero no puedo si tú no pones nada de ti

En ese momento entendí que... necesitaba ayuda pero no dependía solo de los demás, sino también dependía de mí.

El Club de los Perdedores  (1er Libro) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora