37- Futuro.

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[ Esto es algo así como un epílogo decente,disfruten uwu ]








































































— Lo están lavando, le pondrán ropa y luego lo llevarán al cuarto— le contó Namjoon a la castaña
del otro lado de la línea.

Caminando unos pasos por el pasillo, para luego voltear y caminar en sentido contrario, sin
alejarse más de unos metros de la puerta de la habitación donde su pareja todavía estaba bajo los
efectos de la anestesia.

El parto natural para los omegas hombres solía presentar bastantes complicaciones, por lo que
siempre eran enviados a cesárea, y Seokjin seguía durmiendo luego de la operación.

— Ajam... — escuchó decir a la chica, luego unos sonidos por detrás, creyó escuchar
insultos—. Estamos preparando las cosas para ir hacia Londres, ahora, Kim NamJoon, pásame la
dirección correcta.

— ¿Tanto desconfías de mí, Chae?

— No puedo confiar en alguien que me dijo que la cesárea era el veinte a las cuatro cuando resultó
ser el cuatro a las veinte.

Namjoon se quedó en silencio unos segundos.

— Te veo pronto, madrina— dijo, en vez de seguir la conversación, y cortó sin escuchar la
despedida de la ojiverde.

Le mandó la dirección por mensaje, antes de guardar el celular en su bolsillo.
Volvió a entrar a la habitación, donde Jin comenzaba a removerse en la cama, aunque la
anestesia seguía haciendo su efecto, haciéndolo sentir pesado y adormilado, abrió un poco los
ojos para ver a Namjoon, dedicándole una leve sonrisa.

Su alfa se acercó a él, sentándose junto a la camilla, tomando su mano, sonriendo, transmitiendo
toda su emoción gracias al lazo.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó.
Seokjin suspiró pesadamente.

— Me... Duele el estómago— se quejó—. Siento que bajé como la mitad de mí peso— vió hacia su
abdomen, evidentemente diferente hacia unas horas atrás, llevó una mano hacia el pero hizo una
mueca cuando tocó los puntos.

Namjoon se apresuró a tomar ambas manos, sosteniéndolas con firmeza.
Era sumamente común que la anestesia dejara algo atontados a los pacientes, pero la expresión
confundida de SeokJin le daba ternura.

— Estás nervioso— declaró Namjoon, luego de un momento en silencio.

Seokjin sólo asintió.

Namjoon dejó besos cortos por todas las pequeñas y delgadas manos de su omega, hasta que vió
su sonrisa asomarse.

— Estoy a tu lado, no te preocupes.

Jin asintió, aunque las palabras no lo calmaron mucho, porque Namjoon siguió sintiendo el
torbellino de emociones que perturbaban a su pareja; alegría, miedo, nervios... El omega no podía
estar tranquilo.

Cuando la enfermera llegó, tirando del carrito-cuna donde estaba su querido cachorro, sus
corazones se aceleraron.

Namjoon se acercó a ella, quien detuvo el carrito para que él pudiera tomar a su cachorro.

Mirando al niño, vestido de simple blanco, lo tomó en brazos delicadamente, tenía una extraña
sensación de que podía romperse con lo mínimo, era muy pequeño, liviano, muy hermoso, con las
mejillas gorditas y unos pequeños ojos oscuros que lo miraban con curiosidad.

Se olvidó un poco de las sensaciones es en su pecho, perdiéndose totalmente en su lindo
cachorro, cuando reaccionó, se volteó para mirar a Jin, quien seguía teniendo una expresión
algo temerosa, pero aún así sentía la tranquilidad de Namjoon, cosa que lo calmaba un poco.

Se acercó a él, agachándose un poco para que pudiera tomarlo.
Por los puntos en su abdomen, no podía erguirse así que lo ayudó a apoyar al cachorro en su
pecho, mirándolo con una sonrisa.

Namjoon sintió que estaba viendo lo más hermoso del mundo, las dos personas que más quería,
juntas, por primera vez; no sabía si reír o llorar por felicidad.

Así que terminó por hacer ambas cosas.
El niño alzó las manitos hacia el rostro de Seokjin, tomando sus mejillas, apretándolas, haciendo reír
a ambos de ternura.

D  E  L  T  A -ᴺᴬᴹᴶᴵᴺDonde viven las historias. Descúbrelo ahora