Ｄ Ｅ Ｌ Ｔ Ａ -ᴺᴬᴹᴶᴵᴺ

39- La Omega que no quieres.

[ Extra de epílogo 3: esto es en tiempo pasado antes de qué YeonJun se presentará, fue lo qué pasó con Jisso y Chaerin ]

-

Yeom se removía inquieto en la cama, su lobo interior estaba igual que él, corriendo en círculos con
preocupación.

A lo lejos podía escuchar al novio de su hermana y la mejor amiga de esta discutiendo, entre las
voces de alfa de ambos y gruñidos, su lobo se sentía intimidado por más que él ni estuviera
involucrado.

Él vivía en el segundo piso de la casa, que compartía con Jungkook, un cartel que el abuelito del
omega había bordado, colgado en el pasillo, marcaba en inicio de lo que llamaban "su territorio"
con su nombre de pareja.

Aunque el cartel de "Kook-Yeom" siempre le había parecido innecesario a Jungkook.

Su alfa solía pasar la mayor parte del tiempo con él en Seoul, salvo cuando se iban unos días a
Londres, aunque preferían quedarse en casa de los Lee (apellido de la familia Jisso y Yugyeom).

Yugyeom tenía tantas responsabilidades como su propia madre en esa casa, así que no podía irse sin
más con su alfa a Londres, a demás que no podría soportar estar tan lejos de su familia, Jungkook lo
entendía y no se negaba.

Vivían juntos desde hacía tres años, cuando decidieron llevar su relación a otro nivel,
compartiendo un lazo y un mismo techo.
Pero el punto era que él seguía allí, y las cosas no estaban tan cómodas en ese momento, aún
sintiendo el fuerte aroma de su hermana, causa del celo, desde su cuarto en el piso superior, y casi
podía escuchar sus sollozos.

Entendía poco y nada de aquello, pero se sentía mal por su hermana.

Jisso había entrado en celo de repente, al parecer, se había adelantado un mes, y estaba en plena
cita con su novio, un alfa que tenía mucha pinta de pacífico y al punto de sumiso (más con alguien
con la personalidad tan fuerte como la de Jisso), pero parecía que se había alterado cuando el olor
de la omega había aumentado considerablemente de golpe.

Jisso no quería ser marcada aún, su alfa pareció no entenderlo, y había tenido que llamar a Chaerin
para que se enfrentara al chico, ya que ella no podía contra un alfa violento por no poder marcar a
su omega.

Por un lado, estaba tranquilo porque su hermana contaba con amigas como Chaerin, pero no podía
calmarse del todo.

- ¿Puedes relajarte? - escuchó a Jungkook hablar desde la puerta, tardó unos segundos en que el
chico fuera hacia la cama, para acostarse a su lado-. Siento toda tu preocupación, Yeomie. Todo
estará bien, en serio.

Jungkook se inclinó un poco hacia él, abrazándolo por la espalda y dejando besos en su cuello y
mejillas, Yeom se acomodó en sus brazos para voltearse, escondiendo su rostro en el cuello de su
alfa, calmándose con el fresco olor del actual pelinegro.

- Los gritos no son para tí, la voz de alfa tampoco, no pienses en eso- habló con voz tranquila,
sintiendo al lobo de su omega intimidado.

Sus instintos le pedían defender a su omega, pero Jungkook no iba a meterse en el drama de otras
personas, prefería consolarlo antes que pelear.

Yeom asintió un poco, él lo sabía, su lobo no tanto, aunque las palabras y el apoyo de Jungkook lo
tranquilizaron.

No supo el momento preciso en el que se quedó dormido en esa misma posición, aspirando el
fuerte y abrigador olor de su alfa, tampoco notó cuando, por la mañana, Jungkook se escurrió de la
cama y despertó entre las vacías sábanas.