Trate de entender como se podía sentir dos emociones tan distintas en un sitio. Pero le reste importancia. Quiero decir sólo era una habitación.
Tenía tantas preguntas sobre mi. Sobre mi vida. Trate de hacerles preguntas a mis padres, pero ellos no quisieron responder. Explicaron que Cecilia dijo que tendría que ir despacio, si trataban de poner recuerdos a la fuerza sería peor. Todo debía ser suave y con calma.
Y lo entendí. No estaba de acuerdo, quería saber algo. Lo que sea. Pero no quisieron hablar. De igual modo, lo entiendo.
Me dejaron sola en mi habitación, así podría familiarizarme con las cosas. Mis cosas. De echo me gustaba mucho. Algo que me encantó fue que habían discos de vinilos pagados en el techo. De repente note una cartelera, era enorme, no entiendo por que no la había notado. Estaba llena de fotos. Fotos mías. Fotos mías con otras personas, alparecer de mi edad. ¿Serían mis amigos?. Eso parecía, no lo sé. Sólo se que me veía...feliz. Después de haber visto esas marcas pensé que mi vida sería terrible. Estaba atemorizada. Pero alparecer tenía unos padres maravillosos, y me veía feliz en esas fotos, que no parecían muy viejas.
Pero como siempre dicen nunca juzgues un libro por su portada.
Por algo tenía esas marcas. Por algo había decidido hacerlo. Y debería encontrar un por que a eso. No podía hablarlo con mis padres, tampoco con Cecilia. Esto era algo que tenía que averiguar yo sola.
Baje a cenar. Alparecer mamá cocino mi cena favorita. Y creo que lo era, sabía muy bien. O era que la comida del hospital no era muy sabrosa que dijamos, tal vez un poco de ambas.
Después de todo el tiempo que estuve observando las fotos de mi habitación decidí que debería preguntarle a mis padres quienes eran. Yo se que no habían querido contestarme nada antes. Pero de todos modos ya había visto las fotos. No tenía sentido seguir ocultandomelo. Así que decidí tomar valor y preguntarles.
-Estuve viendo un montón de fotografías en mi cuarto. ¿Quería saber si podrían decirme quienes eran?- Pregunté muy bajo, pero fue los suficiente alto para que me escucharan.
Ellos cruzaron miradas antes de responder. Como preguntándole al otro que hacer.
-Ellos son tus amigos.- Respondió mi madre.
Y en ese momento vinieron miles de preguntas a mi mentes, pero las más importantes fueron ¿Ellos estaban preocupados por mi? ¿Por que ninguno había venido haber como estaba?
-Ellos están muy preocupados por tí. Están muy ansiosos por verte.- Dijo mi madre como si pudiera leer mis pensamientos.
-¿Cuando podría verlos?- Pregunté muy ansiosa. Realmente quería "conocerlos", saber como eran. Como era nuestra relación.
-Tendrán que esperar a que Cecilia lo permita- ¿Quien era Cecilia para decirme a quien podría ver y a quien no? Cada vez me caía peor.
-Oh- Fue lo único que pude decir.
Terminamos de cengar rápidamente. Me despedí de mis padres y fui a dormir. Me sentía muy cansada y pérdida en está gran casa.