El Infierno

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Ha pasado tiempo, Joseph despierta con la cabeza adolorida, en una cordillera de tierra rojiza se levanta algo magullado y puede deslumbrar aquel desastre de lugar, la sensación era indescriptible, el olor pútrido, los llantos de agonía, lo sombrío de todo el limbo en el que se encontraba apenas podía caminar sin perderse en aquella neblina, quería gritar para ayudar aquellas almas perdidas pero todo esto le generaba un nudo en la garganta que le impedía comunicarse con aquellas personas que no fueron ni buenas ni malas en vida, esto solo era el inicio así que era solo limbo.

No sabe cuánto tiempo paso pero sabía que estaba perdido hasta que sintió que el suelo esta extraño, pegajoso, miro hacia abajo se dio cuenta que estaba encima de un ojo enorme el cual mantenía la vista en el, se alejo y entonces la niebla se disperso para dejarlo ver el rostro del diablo de nuevo grabado en el suelo

¿Q-Que? –Perturbado el ángel no entendía si era una alucinación

Sabía que te perderías mi pequeña Dorothy –El rostro del suelo hablo, realmente era Satanás y se estaba burlando de Joseph

¿¡Que quieres!? –Enojado

Nada, solo me aburría ver que no avanzabas así que decidí que para acelerar las cosas te mostraría el camino –Sonríe

... -Lo mira fijamente- ¿Como puedo confiar en que es el camino de verdad?

¿Da igual si llegas o no verdad? –El rostro empieza a salir de la tierra para estar frente a frente- Solo es el limbo donde aquellos pobres que no tuvieron la gracia de ser bendecidos por dios sufren de plagas constantes en su eternidad, ¿te parece justo? –Mirada picara

¿Quieres que dude de dios? –Se molesta

No quiero que dudes, se que lo harás –Lo dice con seguridad- Todos los que están aquí se preguntan lo mismo "¿Cuando terminara esto?" "¿Oh dios que hice para merecer esto?" lástima que no sabían que también aplica el "Que NO hiciste", ¿que justicia divina es esa?

... -El ángel se queda en silencio y empieza a caminar

Oye ¿no se te arruinaron los oídos verdad? –El rostro de piedra empieza a volverse cada vez mas carnoso y va al lado izquierdo de Joseph- ¿No quieres tener una pelea de creencias e ideales sobre el cielo y el infierno?

Te equivocas –Responde Joseph

¿Mm? –Se sorprende al ver que respondió

El limbo no es ese tipo de "lugar" –encuentra aquel llanto que no lo dejaba estar en tranquilidad- Es solo un pasaje para ver a qué lugar deberán de ir después de la muerte –Le da una calurosa sonrisa a esa pequeña niña que lloraba desconsolada, esta con algo de miedo se acerca a el pero Joseph la recibe con los brazos abiertos y como si de su madre se tratase se aferro a él- Seas bueno, malo, ninguno de los dos, creyente o no, irá a algún lugar después de su muerte dependerá de quien hayas sido el lugar al que pertenecerás –La niña se ha quedado dormida abrazada al cuello de Joseph, una luz la empieza a levantar, Joseph la suelta para que la luz la lleva al cielo.

Agh, que cursilería barata –Se desvaneces- Ah, se me olvidaba mi pequeña Dorothy si quieres regresar a Kansas tendrás que seguir el camino amarillo y así podrás llegar a tu destino... -La voz de Satán deja un eco horrible que pone los pelos de punta a Joseph

Joseph por un momento pareció recio a seguir el camino del diablo pero no tenía otra opción si quería avanzar hacia su amada entrando por fin ya al verdadero infierno, un lugar ardiente completo de lava, con demonios por doquier, almas en pena, dolor y agonía era lo único que podía sentir que lo rodeaba, ya ni hablar del hedor o del calor sofocante, los demonios se divertían torturando por toda la eternidad a los seres humanos, algunos de ellos parecían ser como Lucrecia sin interés por cosas como esas, se escuchaba de fondo ladridos como si fueran truenos, era cancerbero, a cada lugar al que volteara a mirar solo encontraba pecados y los castigos para esos pecadores, aquellos que robaban en vida estaban rodeados de tesoros pero al tocarlos su cuerpo se quemaba, los perezosos estaban hundidos en arenas movedizas, los que sufrían de gula son azotados por fuertes vientos y granizo, los coléricos se pelean a muerte entre ellos obligados a mover rocas gigantes de un lado a otro, era un festín del pecado y luego estaban los demonios, algunos se deleitaban al verlos sufrir otros ponían su grano de arena para empeorarles su situación, otros iban más allá y disfrutaban de aquello que las almas en pena disfrutaban en vida, lo hacían frente a ellos, comer desenfrenadamente, asesinar sin piedad, violar y gozar de todo deseo carnal que se imaginaran, orgias donde cualquier tipo de enfermedad y aberración contra la naturaleza pudiera surgir, eran como animales dejándose llevar por sus instintos más básicos, riéndose como verdaderos psicópatas al ver el rostro de desconcierto de todos esos humanos, hipócritas, asesinos, violadores, y todo aquel que se mereciera un rincón en este festival de la herejía, un lugar perfectamente definido por una simple frase "Olvidado por dios".

Desde lo mas Alto del Cielo a lo mas Profundo del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora