capítulo 1

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"A" ---Dije.

Magda judde miraba sospechosamente de reojo mi grueso diario de cuero, que estaba abierto sobre la mesa frente a ella

--¿"A"?

--"A".

Señaló bruscamente otra parte de la hoja con un dedo enrojecido por el arduo trabajo.

--Entonces, ¿qué es esa?

--Esa es una "O"

--A mí me parecen iguales

Apretando los dientes para no bostezar, le acerque el libro y señalé:

--¿Ves el rabito al final de la letra? Eso significa que es una "A"

--De paso, ¿Qué dice todo esto?

--Son los reglamentos del Rey~
Ella frunció el ceño.

--¡Bromeas! ¿Quien te lo mostró?

--El maestro. Hace tiempo, cuando aprendí a escribir

---De cualquier manera~dijo ella rápidamente~¿Dices que esa letra es una "O"?

--Una "A"

--Oh.

--No es una "O" Magda, es una "A"

--Tú sabes a lo que me refiero, Jeon Jungkook~gruño~Y no quiero oír ningún otro ruido de allá atrás~Dijo volviéndose para mirar a su hijo~Ni una palabra.

Max se río suavemente. Ya casi de 14 años de edad y unos meses mayor que yo, estaba sentado en el piso de la habitación que hacía las veces de taller de su padre, y fijaba la palanca en la parte posterior de la nueva ballesta que su padre había confeccionado.

--Jungkook~dijo~Acompáñame al patio trasero para ver si este aparato funciona

--Quédate aquí Jungkook ~Ordenó su madre~Ahora tengo tiempo libre y quiero aprovecharlo al máximo~diciendo esto volteó nuevamente hacia el libro

--Muéstrame nuevamente. ¿Cual es la "O"?

La vida en el hogar de la familia judde nunca era aburrida. Cuando tenía 5 años de edad, mis padres prácticamente agonizaban por causa de la Peste negra (o peste bubónica); llegaron en esas tristes circunstancias los soldados a caballo y me encontraron Sollozando, arrodillado junto a su lecho. Brutalmente me apartaron, gritando y pateando persistentemente; luego me ataron a una carreta. Recuerdo que se taparon los oídos para no escuchar mis gritos, y pasaron rápidamente frente al castillo del Rey que se divisaba entre la neblina, muy arriba de la colina, y me llevaron a casa del carpintero Carlos Judde.

Su esposa Magda me tomó en sus brazos, exactamente como cuando recogía perros y gatos extraviados o cualquier otro ser sin hogar, y me adoptaron como su hijo, aunque ya tenían un niño casi un año mayor que yo. Poco después, Carlos me dio una tremenda tunda las dos veces que traté de escapar de la casa de mis padres; pero sé que el me quiere.

Todavía no logró comprender porque sucedieron cosas horribles en aquella época. A decir verdad, no me interesa ni quiero pensar más en ello.

--"O", "A", ~repitio Magda concentrándose en su trabajo~Ahora escribe una de esas letras y trataré de distinguirlas

Al hojear mi diario, mientras buscaba una hoja en blanco, ella observaba el correr de las hojas.

--¿Y tu escribiste todo eso?

--Así es. Yo escribo todas las noches.

--¿Y que escribes?

--oh, cosas que están en mi mente

La espada de Jeon Jungkook -- Vkook [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora