El beso que NO debimos darnos.

1. Todo comenzó con ''Tinder''

*El capítulo va dedicado al comentario número 50♥

Capítulo uno: Todo comenzó con ''Tinder'' 7u7

Nueve horas atrás.

Freya...

—¿Qué has hecho qué? — Observo a Leah comer rápidamente su yogurt con cereal y luego cómo pasa un mechón de su anaranjado cabello tras su oreja. Suele hacerlo cuando está nerviosa.

— Lo que escuchaste, he conseguido una cita para ambas esta noche. ¡Vamos Freya! es tu cumpleaños, no todos los días se cumple veintiuno, además pasamos todo el día y noche trabajando en el bar y lo más cercano a una cita que conseguimos son los números anotados en billetes falsos que nos dejan en el jarro de propina...

— Pero yo no quiero ninguna cita Leah, estoy...— Me interrumpe.

— Estoy bien así, no necesito a nadie para ser feliz Leah...— continúa mi frase con voz chillona.

Resoplo.

— ¡Hey, así no luce mi voz! Como sea... sabes perfectamente que a fin de año son las postulantes para estudiar arte en la mejor universidad de California. En verdad necesito obtener el dinero para pagar la carrera, y la miseria del pub y el paseo de cachorros no me servirá ni para estudiar online, así que lo que menos necesito en este momento es una cita. Fin de la discusión.

— Freya, llevas ahorrando un año y sé perfectamente que postulaste a más de 5 trabajos este último mes ¡Dios, te auto explotas, necesitas divertirte y tener qué se yo... sexo!— guau, me preguntaba cuánto tiempo más tardaría Leah en decirlo— y con respecto a la cita; no has tenido otra relación desde que ese irlandés te dejó por la prostituta de su mejor amiga. ¡Vamos, será divertido! Al menos finjamos por una noche, ser jóvenes ricas y perversassssss—dice lo último agitando las pestañas de forma ''tierna''

El joven irlandés al que se refiere Leah es mi ex novio, Fred. Nos conocimos en el instituto y pasé dos largos pero aburridos años siendo su novia para que finalmente me dejara por su mejor amiga Nathaly. Desde que terminé el instituto que se fue con ella y no supe más de él, eso fue hace un año, desde ese entonces que no he tenido contacto con ningún chico. Leah dice que es una especie de trauma que me dejó, pero yo me niego, es solo... es solo que no quiero un novio y ya, ¿es muy difícil entenderlo?

Continúo observando como Leah agita sus pestañas y es ahí cuando asimilo sus últimas palabras — espera, ¿jóvenes ricas y perversas? ¿de qué hablas Leah? — evita mi mirada y mastica más rápido su cereal,— Leah... ¿qué me estás ocultando?

— Hum... puede que exista una pequeñísima probabilidad de que haya conseguido nuestras citas por tinder...y también, que haya adulterado discretamente algunos datos. La verdad debo reconocer que me sorprendió la cantidad de chicos que nos hicieron Match...

— ¿Match, enserio Leah, otra vez?— la última vez que Leah me consiguió una pareja en tinder no alcancé a tomar mi batido en barri's cuando el chico de la cita ya intentaba manosearme bajo la mesa— Definitivamente tú estás demente. No iré a ninguna cita, le diré a Carlos que esta tarde te cubriré las espaldas, no me vendrá mal un poco más de la miseria que nos paga.

Me apunta con su cuchara lo que provoca que algunas gotas de yogurt caigan en mi rostro.

— ¡Freya Violetta Cárter Hall, tú no harás eso! es tu jodido cumpleaños y, ¿sabes todo lo que me costó revisar los perfiles de los chicos que nos hicieron match, para encontrar el candidato ideal y que no parecieran abusadores o vendedores de drogas?