Esposa.

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Fue exactamente hace un año, que Furihata conoció al "joven señorito" del que todo mundo habló, se dijo que era el segundo hijo de un importante y millonario hombre, aunque nadie sabía quién era este hombre, sin embargo, si solo miramos la limosina que lo traía y llevaba todos los días, la ropa de marca, sus accesorios y ese apuesto y alto compañero que por donde lo vieras, no era sino un guardaespaldas que lo cuidaba hasta cuando fue al baño.

Incluso si el chico de mirada apacible dijo que solo eran amigos, ¿qué clase de amigo te mira mientras haces tus necesidades? Al menos, no los amigos de Furihata.

Entonces, si, no importó quién fue su papá, solo la cantidad de millones que producía

Su nombre es Kuroko Tetsuya y todas las chicas hacían filas para verlo desde la puerta del salón de clases, y apreciar al hombre fuerte, alto, bronceado y guapo a su lado solo fue un pequeño bonus, que las dejó babeando el piso.

Ambos eran de mundos muy diferentes, que coincidentemente chocaron en algún punto, sin embargo, compartir una sola clase es lo único que tienen en común.

Porque mientras Furihata tiene que caminar veinticinco minutos y tomar el autobús para llegar a la universidad, Kuroko solamente tiene que subir a cualquiera de los autos disponibles para llevarlo ese día; mientras Furihata tiene que trabajar en tantos trabajos de medio tiempo como pueda, Kuroko está en casa bebiendo una malteada de vainilla que su niñera-guardaespaldas le preparó.

Mientras Furihata tiene una simple sopa de tofu para el almuerzo, Kuroko puede degustar un buffet con delicias que Furihata solo podría soñar comer, desde caviar y langosta hasta CRISPY WRAP, de ese famoso restaurante japonés que está siendo tendencia.

Si, ellos nunca podrían ser amigos, y es por eso que Furihata se ha mantenido alejado del otro, porque conoce mejor que nadie su lugar en este mundo y ese, definitivamente no es junto a Kuroko Tetsuya y Kagami Taiga.

—¿Eres Furihata-kun?— El cubo de tofu cae dentro del caldo y salpica, afortunadamente no en su ropa o la ropa estúpidamente cara de ese tipo.

Furihata parpadea un par de veces antes de darse cuenta de quién es la persona frente a él; es Kuroko, y Kuroko le está hablando, más que eso, conoce su nombre.

Y... ¡No solo su apariencia es bonita, también lo es su voz!

—Umm... sí. — Sus mejillas se tiñen de rojo y espera que no note la forma en que se ha puesto nervioso.

¡Es como conocer a una celebridad!

—¿Puedo sentarme contigo? — Kuroko sonríe mientras Kagami observa todo a su alrededor, como un feroz guardián listo para atacar a quien quiera lastimar a su dueño.

Casi parece un perro.

Kagami estornuda y Furihata se ríe.

—¡Sí, adelante! — De todos modos, las mesas son propiedad de la universidad, y la mesa en donde se ha sentado es la mejor de todo el campus y muy grande solo para él.

El castaño ordenó sus libros dentro de su mochila, es un mal hábito estudiar mientras come, pero en su defensa se debe decir que lo adquirido como un medio de supervivencia durante los exámenes finales, porque Furihata tiene que aprovechar cada oportunidad que tiene en el trabajo para repasar todo lo que sabe y aprender lo que no.

—¿Eso es sopa de tofu? — Kuroko cuestionó, Furihata asintió en el momento, aprender a cocinar no fue esencial, pero la sopa de tofu y el omelette de arroz fueron platillos económicos y fáciles de preparar, han sido sus comidas por los últimos dos años, hasta el punto en que Furihata ha perfeccionado las recetas, añadiendo esto y aquello, secretos de un hombre pobre. —¡Se ve delicioso!

Así es normal. |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora