BAD DREAM || LILY LUNA POTTER (REESCRIBIENDO)

CAPITULO TRES



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A la mañana siguiente, las niñas debían bajar al Gran Comedor para desayunar, y su día comenzó bastante peculiar, con Leia corriendo por el dormitorio buscando sus zapatos, Alice acomodando sus libros, Johanna estaba lista hora y media antes, Lily intentando atar su corbata, y Kiara, aún dormida.

Para el desayuno, Lily se sentó al lado de Johanna y Alice; había tomado un tazón de Howl's con un vaso de leche, un desayuno muy ligero en comparación de lo que tomaba en casa. 

Después de varios minutos, muchas lechuzas entraron volando por el techo del Gran Comedor, entregando pergaminos a todos los estudiantes.

Lily pudo reconocer a la lechuza de James, quién traía el correo no sólo de su hermano, sino también el suyo. Stark voló por encima de su cabeza y dejó caer en sus manos un par de sobres de pergamino.

Dentro pudo encontrar su horario de clase y un par de recomendaciones de su Jefe de Casa.

No estaba mal para su primer día, tenía dos horas de pociones con el Profesor Slughorn, dos horas de encantamientos con el Profesor Flitwick, y al final, una hora de vuelo con Madam Hooch.

Sería un día interesante.

—Primeras horas con Slughorn, no está tan mal el horario. —Soltó Johanna.

—Considerando que nos tocan dos clases con Slytherin hoy. —Habló Kiara. —Para nada malo...

Lily había descubierto algo muy peculiar de su compañera de habitación: el sarcasmo formaba parte de la vida diaria de Kiara.

—Mira el lado bueno, Kiara. —Se dirigió Leia hacia ella. —Al menos podrás llegar a tiempo.

Justo después de su comentario, Johanna se giró hacia la chica, y con la servilleta de tela que tenía en sus manos se apresuró a darle un golpe. —Y gracias a mí.

—Gracias. —Soltó Kiara con burla. —Tenía muchas ganas de levantarme.



Cuando llegó la hora indicada, los alumnos de Slytherin y Gryffindor, quiénes compartían la clase de pociones, se dirigieron hacia las mazmorras, lugar donde estaba el salón del profesor Slughorn.

Cuando los alumnos entraron, Lily pudo notar como el ambiente del lugar estaba impregnado de un olor algo raro, mientras que la luz era algo tenue dentro del salón de clase.

Se acomodaron justo frente la mesa principal del profesor, un hombre algo viejo y gordo, pero que aún destellaba algo de juventud; Lily sabía que él había enseñado desde la generación de sus abuelos, si no es que mucho antes, por lo que era probable que tuviera más de cien años.

La niña pelirroja se asombró de la cantidad de frascos llenos de ingredientes para pociones que había en esa habitación.

—Bienvenidos a Hogwarts, estudiantes de primer año. —Comenzó el profesor. —En esta clase, aprenderán a cómo preparar pociones, siguiendo recetas específicas y usando diferentes ingredientes mágicos para crearlas. Empezaremos primero por los más sencillos y después haremos otras más avanzadas a medida que progresen en conocimiento.

»Esta semana, para comenzar, prepararemos una de las pociones más sencillas para principiantes, la poción curativa para forúnculos.

Lily conocía un poco la poción, la había leído en los libros de pociones de sus hermanos.

Pero a quien más le emocionaba la clase en general era a Alice; la niña Potter sabía perfectamente que lo primero que su amiga quería hacer era aprender a hacer pociones.