Capitulo 2:

20 7 0
                                    

Un chico de pequeña estatura, cabello rubio, de finas facciones y con una pequeña y hermosa sonrisa, se había sentado a lado mío y en busca de una charla.

– No, no espero a nadie.

Respondí sin mayor interés y regrese mi vista al cielo.

– ¿Te puedo hacer compañía?

– Si es lo que quieres.

El silencio abundó por unos cuantos segundos, no fue hasta que el chico se acercó a mi y alzó la mirada para ver el mismo punto que yo.

– Me llamo Yeo Hwanwoong, ¿Cómo te llamas?

– Kim Youngjo.

– Mucho gusto~

– Igual.

Estaba respondiendo algo cortante, pero no lo podía evitar, no estaba tan acostumbrado a socializar y por ello no era igual de expresivo que él.

– ¿Qué andamos viendo?

– Yo estaba viendo el cielo, no sé que veas tú...

Una vez más mire a aquel chico, notando que en su rostro se ilustraba una gran curvatura en sus labios, una que me llamo la atención e hizo que no apartará mi vista de él.

– ¿Sucede algo?

– Tu sonrisa es bonita.

Hwanwoong mostró un semblante lleno de confusión y enseguida empezó a reír con sutileza, acto que no hizo más que confundirme.

– Muchas gracias, por cierto, ¿De qué grado eres?

– Estoy en segundo de preparatoria, voy en el grupo "B".

– Oh vaya, eres mayor~

– ¿Vas en primero?

– Así es, en el grupo "C".

– Ya veo...

Asentí un poco y como no había más que añadir de mi parte, comencé a mirar el suelo.

– Eres un chico de pocas palabras por lo que voy notando.

– Perdón, normalmente no convivo con la gente.

– ¿No tienes amigos?

– Todos se terminan alejando.

– ¿Por qué?

Su voz se podía notar una mezcla de preocupación y tristeza, algo que me hizo pensar que sentía lastima por mi.

– No lo sé, solamente se van sin decir nada...

– Eso es cruel...

– Lo es, pero aprendes a vivir con ello.

– Yo no me iré.

Esas palabras ocasionaron que dejara de mirar el suelo y ahora lo estuviera viendo, estaba un poco sorprendido pero de inmediato se fue está sensación.

– Ni siquiera me conoces.

– Pero puedo hacerlo~

Me estaba molestando un poco su comportamiento tan confiado, pero solo respire hondo e intente comprenderlo, igual tenía la misma suerte que yo y estaba desesperado por un amigo.

– Pues has lo que quieras.

– Eso haré.

Después de esta plática empezó a preguntarme algunas cosas de mi, como mi color favorito, animal, pasatiempo.
En fin, yo solo me limitaba a responder lo necesario y escucharlo cuando él hablaba.

Los minutos pasaron y la hora de clases se había anunciado, así que los dos nos levantamos y empezamos a caminar hasta los salones.

– ¿Mañana nos vemos en el mismo lugar?

– Está bien.

– Entonces hasta mañana, ten lindo día~

La silueta de Hwanwoong se hacía cada vez más pequeña, así fue en constancia hasta que desapareció por completo.
Cuando se fue yo emprendí camino a mi salón con un paso lento, no quería terminar más mareado de lo que estaba. Mientras iba caminando por los largos pasillos, mi cabeza iba divagando un sin fin de ideas, unas menos coherentes que otras.

Con la cabeza llena de pensamientos llegué a mi salón, me senté en mi respectivo lugar y esperé a que el próximo profesor hiciera aparición.
El susodicho llegó y está vez hice un esfuerzo por atender la clase, aunque a veces fracasaba en mi misión pero ahora logré comprender un par de cosas.

Las horas pasaban y con ello una clase terminaba y otra iniciaba, así en consecutiva hasta que el final de la jornada había llegado. El maestro nos dejó salir después de dejar tarea.
Guarde mis cosas de forma calmada y mantenido está calma salí del salón para reunirme con mi madre, pues ella siempre pasaba por mi a la escuela, este hecho había generado unas cuantas burlas pero gracias a los profesores que actuaron todo termino.

Cuando salí de la escuela note que mi madre aún no llegaba, así que tuve que esperar unos cuantos minutos hasta que un carro se estacionó cerca de mi.
No era mi madre, el carro era diferente y más aparte el tono de voz era más grave.

사랑: ᴬᵖᵒᶜʳʸᵖʰᵃˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora