Capitulo 5:

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Desde el momento que desperté, la monotonía empezó a apoderarse de mí. Desayunar, cambiarse e ir a la escuela ya era costumbre.

Incluso en la institución era todo igual, no había día en el que algo nuevo ocurriera.
Mientras esperaba el profesor las mismas chicas de siempre andaban de chismosas contando cosas privadas de los demas, los chicos por su parte presumían con cuántas mujeres se han acostado en su vida.

Todo era lo mismo, hasta cuándo el profesor entraba se podía notar lo rutinario que eran los días.
Siempre estaba el que no prestaba atención ya que estaba hablando con alguien por el teléfono, las que se mandaban mensajitos en papeles cuando el profesor no veía y un sin fin de detalles iguales.

Pasaron los minutos y la hora del descanso llegó, como siempre todos corrían a la cafetería y yo me iba a encerrar en mi mundo en aquel lugar tan solitario.

Al llegar a esa zona note que alguien estaba sentado en la misma banca donde yo acostumbraba a hacerlo, en cuanto me acerque note que era el chico de ayer y cuando notó mi presencia no dudo en recibirme con una gran sonrisa.

– Hola Youngjo~

– Hola.

Respondí a su saludo y me senté a lado suyo.

– ¿Qué tal tu día?

– Aburrido.

– ¿Enserio?, ¿Por qué?

– Porque no hay nada nuevo.

– Ya veo...

El menor guardo silencio por unos momentos, parecía estar pensativo en algo y por ello no decidí hablar hasta que él lo hiciera.

– ¿Quieres hacer algo divertido?

Cuestionó alegremente levantándose del lugar.

– ¿Cómo qué?

– Voy a actuar como un animal y tú intenta descubrir cual soy.

Sin esperar respuesta de mi parte empezó con su rara actuación, mostrándose insistente al ver que no le hacía caso.

Después de un largo tiempo accedí a jugar con él e intente descubrir que era lo que imitaba, aunque no podía pasar del primer animal debido a su pésima actuación.

– Eres muy malo actuando~

Expresé con una diminuta sonrisa.

– O tú eres muy malo descifrando~

Los dos empezamos a reír con sutileza, pero de inmediato el calló y me miró con asombro.

– Creí que nos sabías reír o sonreír...

– Claro que puedo, solo que nunca hay motivo para hacerlo.

– ¿Eso quiere decir que soy un motivo de tu sonrisas?

Pregunto Hwanwoong acercandoce un poco a mi con unos ojos llenos de ilusión.

– No te emociones, solo me reí por tu pésima actuación.

– Entonces voy a actuar más seguido para que sonrías~

Asintió varias veces y después se sentó a descansar a lado mío.

– Tu sonrisa es muy bonita, deberías sonreír más seguido.

– No tengo porque hacerlo.

– ¿Puedo ser yo el "porque" de tus sonrisas?

Su pregunta me tomo de sorpresa, nunca pensé que este chico llegará a ser atrevido, aunque no lo era tanto como para incomodar.

– Si eso te hace feliz.

– ¿Eso es un si?

Ante su pregunta solo suspiré pesado y asentí levemente con mi cabeza, pensé que este movimiento iba a pasar desapercibido, pero cuando me di cuenta ya lo tenía aferrado a mi cuerpo como un Koala.

– Oye, quítate~

Intente apartarlo más este se negaba y terminaba aferrandose más a mi, al final me termine resignando y dejé que estuviera abrazado de mi.

– Oye Youngjo, ¿Qué vas a hacer mañana?

– Nada, solo ir a mi casa y estar encerrado ahí todo el día.

– ¿Podemos salir?

– ¿A dónde quieres ir?

Voltee a mirarlo con algo de intriga, era extraño para mí que me invitaran a salir.

– No lo sé, pero quiero salir contigo. ¿Si podemos?

Estaba algo dudoso de acceder a su invitación, por lo que permanecí en silencio debatiendo si debería acceder o no. Pareció haber notado mi comportamiento por lo que empezó a suplicar mientras me movía un poco.

– Está bien, le voy a pedir permiso a mis padres.

– ¡Que felicidad!~

El menor empezó a hacer movimientos extraños con sus manos y pies, parecía estar muy feliz porque haya accedido.

Pasamos lo que restaba del descanso sentados en esa banca, hablando de cosas triviales de la vida, hasta que la hora de clases llegó y nos tuvimos que alejar.

La jornada de clases paso sin ningún inconveniente, en su mayoría preste atención a las clases y apuntaba algunas cosas. Cuando el final de la hora escolar llegó salí del aula con cierta alegría.

Cuando salí de la escuela y me reuní con mi madre, está pareció notar la diminuta corvatura en mis labios, algo que pareció sorprenderle.

– ¿Fue un buen día?

– Así es.

Mis palabras parecían ser un poco más cálidas que de costumbre, esto solo me hacía cuestionar si verdaderamente aquel chico iba totalmente enserio con el motivo de mi sonrisa.
Ya que solo pensar en él me hacía sentir un poco más lleno, aunque igual aquella amarga sensación de que se marche seguía. Pero intentaba vivir el presente.

– ¿A qué se debe todo eso?

– Ayer en la hora del descanso un chico se acercó a mí y me empezó a hablar.

Comencé a contarle a mi madre todo lo sucedido con Hwanwoong en lo que respecta ayer y hoy.

– Me alegra oír que hayas hecho un nuevo amigo~

– Por cierto, me invitó a salir y te quería preguntar... ¿Me das permiso?

Esta pregunta generó un brusco cambio en el semblante de mi madre, al principio estaba alegre por la noticia de mi nuevo amigo, pero después se notaba algo preocupada.

– No duren mucho, no me gusta que estés tanto tiempo en la calle...

– Si claro, no te preocupes~

Me sentía feliz de que mi mamá me haya concedido el permiso, aunque me sentía un poco mal por su semblante de preocupación.
Aunque viéndolo bien, yo también me preocuparía que mi hijo ande solo por la calle, sobre todo cuando intento tres veces suicidarse, supongo que pensaba que en algún momento me iba a tirar a los carros, pero no sería así.

La plática entre mi progenitora y yo siguió fluyendo con normalidad, así hasta que llegamos a casa y continuamos con nuestro día a día.

사랑: ᴬᵖᵒᶜʳʸᵖʰᵃˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora