Y te grité que sólo eras
un mentiroso traidor y
la misma mano que
me había acariciado,
me había abofeteado.
Llamada veinte.
Y te grité que sólo eras
un mentiroso traidor y
la misma mano que
me había acariciado,
me había abofeteado.
Y te grité que sólo eras
un mentiroso traidor y
la misma mano que
me había acariciado,
me había abofeteado.