Ｅｔｅｒｎｏ|| 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲

Ｃａｐíｔｕｌｏ １

Narrador omnisciente: 

 Nuestra historia comienza el día 1 de enero del año 1908, en una casa de los barrios pobres, donde una señora con su melena castaña estaba dando sus últimas fuerzas para dar a luz a una hermosa niña, la cual le pusieron el nombre de Ashley.

La niña creció al cuidado de su padre debido al fallecimiento de su madre durante el parto. No podemos decir que ella tuviera una vida tranquila debido a la gente que merodeaba por esos barrios donde ella iba a crecer.

Ahora nos iremos al año 1919.

Una joven Ashley de 11 años corría por las calles cerca de su casa persiguiendo un bonito pájaro, las prostitutas de esa calle al estar acostumbradas y al haberla visto crece solo le dedicaron un leve saludo y una pequeña sonrisa, la cual la pequeña estaba demasiado ocupada fijándose por donde iba el pájaro para prestar atención a los saludos de algunas de ellas que la trataban mal, claramente no todas.

De uno de los callejones salió un chico de unos 24 años de edad, el cual se quedo mirando a la chica sorprendido de ver a alguien tan joven allí. Ashley pudo notar que la observaban más que solo para hacerle un simple saludo, así que decidió buscar a quien la miraba tanto, cuando su vista se dirigió al chico y se quedo mirando sus ojos azules que resaltaban tanto, el joven a darse cuenta de esto, se acerco a ella con un sonrisa y se agacho para quedar a su altura.

¿?: - ¿Te gusta mis ojos, pequeña? - Ella asintió no muy confiada - Yo soy John Shelby, ¿Y tú como te llamas? 

Ashley: - Me llamo Ashley Weasley -   Respondió bajito como si fuera un secreto, El ojiazul asintió.

John: -Entonces, Ashley... ¿Que hace alguien tan joven como tu en un barrio como este? - Lo dijo con una voz dulce, no quería asustar a la pequeña con tantas preguntas, en parte se comportaba así por que le recordaba a su hermano menor que tendría su edad y a sus hijos.

Ashley: -Yo... Yo vivo aquí... Desde hace ya 11 años - Escucho una voz reconocida para ella, la voz de su padre y se notaba que iba enfadado, ella se tenso debido a que no quería volver a casa cada vez que este estaba enfadado o borracho, y John noto su tensión aunque no pudo adivinar la causa.

John: - Tengo un hermano menor de tu edad, ¿Quieres conocerle? - Ella asintió emocionada pero se dio cuenta que era un extraño que no conocía, a lo que ella se alejo de el con una cara asustada y negó, si que quería amigos debido que no tenía ninguno ya que nadie en su sano juicio llevaría a su hijo aquellas calles - Tranquila no te voy a hacer nada te lo prometo, yo no te haré daño - Sonrío para extenderle la mano.

Sé que pensareis que era estúpida por aceptar y fiarse de un extraño, pero a ella siempre se le había dado bien saber cuando una persona mentía y las palabras de John en ese momento fue las más sinceras que había oído en su corta vida, así que acepto la mano de el joven y juntos fueron a la casa donde los Peaky Blinders tenían su negoció solo que ella era muy joven para saber quien eran ellos.

Cuando llegaron a la casa, lo primero que hizo John fue gritar el nombre de Finn y segundos después un joven de su edad y una señora que infundía bastante respeto apareció por la puerta.

¿?: -¿Quien es ella?- Pregunto la señora con una ceja alzada mirando a John mientras el niño la miraba con curiosidad y estaba en silenció.

John: - Tía Polly ella es Ashley y la he traído para que sea una nueva amiga de Finn - Miro a la niña la cual seguía agarrada a la mano de John mientras se escondía detrás de el - ¿Podríamos hablar en privado mientras ellos se conocen? -

Polly asintió y se fue con John, el nombrado antes de desaparece le brindó una sonrisa. No vamos a negar que Ashley estaba nerviosa debido a la mirada del pequeño.

Finn: - Ashley, ¿quieres ir a la calle a jugar? - ella asintió y él sonrió para luego abrazarla - Seras mi nueva amiga ya veras cuando os presente a Isaiah y a ti - Y por primera vez la joven sonrío feliz.

John que lo vio desde una lejanía sonrió satisfecho con la sonrisa de la pequeña y ahí supo que la iba a ver más de una sola vez.

Al final se le hizo rutina ir hasta donde trabajaban los Shelby, jugar con Finn, Isaiah y algunos amigos más y luego John la acompañaba hasta casa, pero no todo estaba bien, cuando cruzaba la puerta de su casa después de ver como John desaparecía por la calle, su sonrisa desaparecía y daba un paso a entrar al infierno debido al comportamiento irracional de su padre, por suerte nunca se había sobrepasado con ella pero si cada vez que no la golpeaba a su hija ella tenía miedo de que el la empezara a tocarla, por que sabía que si empezaba hacer eso todo iba a ir mal, por suerte su toques paraban cuando la pequeña empezaba a llorar.

Luego de un tiempo, conoció a Thomas Shelby, el cual desde un inició le miro con una pizca de curiosidad y a medida que pasaba el tiempo aumentaba debido a que sabía que ella ocultaba algo detrás de la sonrisa que le ofrecía a toda la familia Shelby cuando estaba con Finn.

Mientras la relación con Finn mejoraba muchísimo, siempre estaban juntos y sonrientes, mucha gente de la calle los miraba con ternura y algunos llegaban a pensar que el pequeño de los Shelby había encontrado ya su primer amor. Pero ellos simplemente se estaban convirtiendo en mejores amigos.

Una tarde de inviernos ellos dos estaban jugando con la nieve cuando repente Finn saco dos collares idénticos, ella lo miro confundida y el solo pudo reír por su cara antes de responder.

Finn: - He pensado que podríamos hacer una promesa - Dijo dejando uno de los collares en la mano de la chica - Prometamos ahora y que los muñecos de nieve sean los testigos de esta hermosa unión donde... - tomo un poco de aire aguantándose la risa que se le contagiaba de su amiga - Oye! No te rías que esto es serio -

Aslhey: -Vale, vale - suspiro para dejar de reír - No me rió más 

Finn: - Donde cuando los años nos pesen y las piernas no caminen, los ojos se nos cierren y la piel ya no se estiré, cuando lo único que pese sea lo que hicimos en vida y aunque de esto pase seras mi mejor amiga - Ashley no pudo hacer otra cosa que abrazarlo no le salían las palabras, el le puso el collar para luego ponerse el suyo y seguir abrazándola, debido a su cercanía decidieron cerrar la promesa con un pico. Claramente ese pico no era más que de un amor de amigos, eran niños y eran tan jóvenes que para ellos darse un pico era una muestra de amor de mejores amigos.