I know you... [Tom Holland y Tú]

Thirteenth Chapter

— ¿Qué te pasa? Estas muy callado —dijo mi mejor amigo. Nos sentamos en nuestra mesa la cual estaba un poco apartada de los demás alumnos, era la "hora del almuerzo" y definitivamente no tenía ninguna intensión de comer, no tenía hambre. En mi mente solo pasaba la imagen de aquella chica, que por alguna razón, me odiaba.
— No tengo nada, solo un poco estresado tal vez —hice una mueca. Harrison me observo raro.
— Te conozco bien, y se cuando estas mal amigo —entrecerro los ojos. No le podía mentir a mi mejor amigo.
— Paso algo...con una chica de aquí, simplemente me odia —expliqué. El río un poco.
— ¿Te diste cuenta que no todas las chicas están locas por ti? —pregunto burlón. Bufé.
— No es eso, aquella chica es diferente...me intente acercar a ella, incluso le ayude en algo pero no se que paso que ahora supongo que me odia —coloqué mis manos en mi cabello, estaba un poco frustrado por toda la situación.
— Es lo mismo Tom, no le interesas eso es todo —tomo de su vaso de agua.
— No lo entiendes —rodé los ojos. Él hizo una mueca rara.

Harrison cambió de tema, en cuanto empezó a hablar no lo escuché, todos mis sentidos se centraron en la chica que acababa de entrar a la gran cafetería. ___ venía hablando con otra chica, era peli negra y al lado de esta venia un chico, ambos hablaban animadamentre mientras la chica que me comía la cabeza se disponía a solo ignorarlos, no se por qué, pero esa actitud se apagaba mucho a su humor o al menos al humor que conozco de ella. Los tres chicos se sentaron en una de las mesas desocupadas, ella seguía ignorando la conversación de los otros dos. Al parecer mi mirada era muy insistente y pareció notarlo, su cabeza se levantó sus ojos cayeron en los míos, yo no apartaba la mirada y al parecer ella tampoco tenía intención de hacerlo. Unos segundos después algo obstruyó mi vista, mejor dicho alguien.
— ¡Hola Tom! No sé si me recuerdas, soy la chica de la plática de hace rato... — apareció una chica sonriente.
En este momento no me caía muy bien esta chica.
— Si claro, Leah ¿No? —trate de sonreír, aunque estaba seguro que era una mueca.
— Si, bueno...se que hace a penas hoy conoces un poco el instituto, pero quería ofrecerme para darte un pequeño tour —tomo uno de sus cabellos, me estaba coqueteando. Harrison a mi lado estaba atento a la escena, parecía que le divertía un poco.
En cambio, la oferta de la chica era buena, era verdad que no conocía muy bien la universidad pero en realidad no me interesaba mucho, tampoco quería ser grosero así que no tenía otra opción.
— Claro, ¿Te parece después del receso? Digo, si tienes problemas con tus clases lo podemos hacer luego —trate de sonar amable.
— No hay problema, hablaré con el maestro de mi próxima clase, nos vemos en un rato —me guiño uno de sus ojos y sin más se fue caminando en dirección a la salida de la cafetería. Mi vista no tardo en volver al lugar donde estaba ___, bueno, en donde se suponía que estaba pues para mi mala suerte la chica ya se había ido y con esto volvió mi frustración.

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Por fin me había sacado de encima a la peli negra, no me malentiendan, parecía buena chica pero me incomodaba mucho su presencia, era bastante molesta, solo quería estar tomada de mi brazo y debes en cuando me coqueteaba descaradamente, se que soy un coqueto y todo pero creo que debes en cuando debe haber un límite, si Harrison me escuchará seguramente se reiría de mi por lo irónico que sonó eso. Mi primer día había terminado, al menos para mi había sido bastante intenso y lleno de emociones. Gotas caían del cielo, cada vez más fuerte así que el rubio y yo nos apresuramos al salir del auto.

Antes de que nuestro chófer arrancara el auto la vi de nuevo. Parecía enojada, llendo a este pasó me iba a acostumbrar a verla así. La chica observaba la lluvia, parecía que tendría que esperar hasta que esta cesara...o no.

POV'S ___

Genial, absolutamente genial. Me gustaba la lluvia, pero ahora mismo era la cereza en el pastel de este día de mierda. Tenia un conflicto interno, correr para llegar a casa toda empapada y probablemente enfermarme o esperar a que se quitara la lluvia aunque por lo que veía, iba tardar demasiado.
— ¿Quieres que te llevemos? —vi al castaño enfrente de mi, estaba en una camioneta negra.
— No gracias, espero...a alguien —menti. Solo quería que me dejara en paz, era lo único que pedía.
— ¿Segura? Digo, hay espacio todavía —sonrió. Cada vez que lo veía sonreía de una forma rara, imaginaba que así sonreía cuando quería atrapar a una chica, pues no conmigo.
Esta podría ser una pequeña oportunidad, ir en la comodidad de un auto y llegar tranquila a mi casa, ¿Podría arriesgarme a irme con un desconocido por comodidad?.
— No te conozco, ¿Como sabría que no me quieres secuestrar? —me crucé de brazos, la lluvia cada vez se hacia más fuerte.
— ¿Acaso me veo como alguien que haría eso? ¡Vamos! Acepta, no quiero que te enfermes —me observo directamente, yo solo vi mis pies, me ponía nerviosa y no sabia por que.

Suspire, a lo mejor me iba a arrepentir pero...era una gran oferta. Rápidamente entre al auto y cerré la puerta, adentro del auto estaba otro chico...a él también ya lo había visto, el chico de ojos azules.
— Sabía que ibas a aceptar —río el castaño. El auto arrancó y yo solo observe por la ventana.
— Oye, e querido saber esto desde la última vez que nos vimos...¿Estás bien? —el castaño me observo.
— No se por que te interesa tanto, no te conozco —volví a decir.
— Bien, pues mucho gusto...Tom Holland —me ofreció su mano. Rodé los ojos.
— El gusto es mio —dije con sarcasmo. El ojiazul río, Holland le dedicó una mirada sería.
— Ahora que ya nos conocemos bien...responde mi pregunta —insistió. Resignada le contesté, me lo quería sacar de encima
— Estoy bien —me crucé de brazos, el sonrió complacido.
— Bien, por ahora eso me basta...¿Tú dirección? —preguntó sonriente.
— ¿Qué? —trate de no reír, eso había soñado TAN acosador.
— Q-Quiero decir, p-para llevarte —corrigió, ahora yo no era la nerviosa.

De nuevo el rubio río, negué y solo le di la dirección al chófer en el oído, me había subido al auto de un desconocido pero obviamente no le iba decir mi dirección.

Eso había sido lo más ilógico que había dicho en mi vida.

¡Espero les haya gustado!
¡Gracias por leer!
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