Eclipse 🌝🌚 [MitsuBoru][ShinkiInojin][KaguraShika][IwabeMetal]

Capítulo 14: Perdidos.

Boruto y Mitsuki regresaron a las habitaciones. Antes de despedirse, el peliceleste lo tomó de la cintura y lo acercó para darle un beso.

—Nos vemos mañana, amor— le dijo después de liberar sus labios.

—Buenas noches— sonrió Uzumaki con ojitos enamorados.

Al entrar se dio cuenta que Metal estaba despierto.

—¿Aún no te duermes?.

—No, es que hablaba con Iwabe. Estuvimos conversando de los jutsus y los entrenamientos que tuvimos durante estos años. ¿Y tú?.

—Sí-yo también estuve hablando con Mitsuki, colocándonos al día— dijo Boruto.

Se acostó.

—Qué descanses Metal.

—Descansa Boruto.

A la mañana siguiente, Konohamaru y Sai fueron a despertar a los chicos. Después del desayuno irían a una larga caminata que los llevaría al pie del Monte Fuji. Ahí entrenarían sus cuerpos y mentes.

—¡Todos arriba!— gritó Sai, entrando a la habitación de Shinki e Inojin. Ambos chicos estaban en la misma cama, durmiendo de lo lindo. El pelinegro se quedó parado.

—¿Sensei?— dijo el castaño mirando la puerta.

—Es-hora de levantarse— les ordenó, para luego salir de la habitación.

Shinki se acomodó y buscó los labios de su novio.

—Despierta ángel.

Inojin abrió los ojos con pereza, mirando con esas bellas orbes celestes.

—Buenos días Shin.

El castaño se acercó y le dio otro beso.

—Vino Sai-sensei, hay que levantarse.

—Qué flojera— se quejó.

Konohamaru caminaba por los pasillos despertando a sus alumnos. Metal seguía con sueño, Boruto se sentía apaleado. Se movió con cuidado sintiendo un punzante dolor en las caderas.

—Mitsuki es salvaje— pensó. Sus mejillas se sonrojaron.

Mitsuki e Iwabe se habían levantado para darse un baño, y luego bajar a desayunar. El castaño estaba algo distraído.

—Te ves disperso— le dijo el peliceleste—. ¿Te encuentras bien?.

—Me siento extraño, más bien ansioso. Quiero estar con Metal, pero no sé sí él quiera. Más bien, tengo miedo a que me rechace— dijo Iwabe.

—¿Se lo has dicho?.

—¡¿Cómo crees, Mitsuki?!. No es algo que se pueda decir con libertad.

—Pues sí estarás con tanta vuelta, no llegarás a nada. Yo simplemente le dije a Boruto que lo amaba y lo tomé. Ahora somos novios, ¿quieres desayunar?— dijo Mitsuki, abriendo la puerta. Iwabe se quedó con la boca abiera.

En la última habitación del pasillo, Shikadai se encontraba en brazos de su amante. El rubio lo tenía enredado entre sus piernas, mientras el rostro de su chico le acariciaba el pecho.

Abrió sus ojos, después de escuchar los gritos de sus senseis. Bajó el rostro, viendo al pelinegro en sus brazos, se acercó y lo besó. Los suaves labios de Kagura despertaron a Nara. Sus miradas se encontraron.

—Buenos días amor— le saludó el rubio, Shikadai no pudo evitar sonrojarse.

—Buenos-días.

—Los senseis están depertando a todos. Creo que tendremos actividades— le sonrió el rubio.