Capitulo 6: Prepara tus cosas.

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La madrugada del jueves para el viernes , sonó el teléfono de la casa de mis tíos.

-Brina, hija puedes venir a tomar la llamada es para ti! Me gritó desde la sala de la casa mi tía. Colocándome los lentes y mis pantuflas baje lo más pronto posible.

- Bueno!

-Hola Sabrina, buenas noches,soy la maestra Susi, perdón por la hora, pero no me conecta la llamada a tu celular -.

- Buenas noches maestra, no es molestia, es que generalmente apagó mi celular para concentrarme en mi lectura -.

- Eso es muy bueno, mira mi llamada es para darte una mala y una buena noticia. Y quiero que lo escuches de primera mano por mi -.

- Está bien, dígame! Respondí tallando me los ojos.

- Tu compañera Esmeralda, tuvo un accidente en una de sus fiestas, aún no tengo todos los detalles, pero parece que discutió con algún muchacho y al estar recargada en un barandal de vidrio en un segundo piso, se cayó, está hispitalizada. Parece estar bien solo con la pierna y el brazo rotos -.

- oh por Dios! Pobre Esmeralda espero que se mejore -. Era verdad, yo no me consideraba ni cercana a ella y aunque no me simpatizara jamás le desearía mal a nadie. Porque todo en esta vida tarde o temprano se paga y prueba de ello era justo esto.

- Así es querida lo que me lleva, a la buena noticia. El lunes te vas a Juliard -. La maestra mostraba más emoción que yo.

- Pero, los boletos de avión nunca los compre, no termine de ver la residencia -. Comencé por preocuparme por millones de cosas.

- Sabrina, tranquila no te preocupes, la secretaria del director me ayudó con todos esos detalles solo es cuestión de que hables con tu familia. Claro el día de mañana sábado te daría todo, junto con otras indicaciones. El resto es desearte que te rompas una pierna como decimos en el teatro. Tu tía ya está al tanto de todo, te veo el día de mañana en mi oficina al medio día por favor!

- Muchas gracias profesora, que tenga una bonita noche -.

- Igualmente Sabrina descansa que lo necesitarás -. Se despidió.

Una vez terminada la llamada me quedé mirando a mi tía, como procesando todo lo que había sucedido es decir era mucha información y yo estaba adormilada. Luego de un minuto, le sonreí a mi tía y empecé a gritar con ella de emoción.

El día siguiente mis papás se enojaron por la noticia tan repentina porque no tenían tiempo de irme a dejar al aeropuerto. Así que como siempre mis tíos se ofrecieron diciéndoles que ellos viajarian conmigo a New York para ver cómo era la residencia y demas, a mis papás no les quedó más que acceder con la condición de que al llegar y cada semana tuviera una videollamada larga contándoles cada detalle de mi semana. Por lo que no me fue difícil aceptar sus términos.

Al medio día fui al encuentro con miss Susana quien acompañada del director de la escuela y de los profesores Armando y Sahid me pedían que dejara marca en Juliard.

Y así, hice un último recorrido a Bellas Artes, mi alma mater a quien no volvería a ver hasta dentro de un año.

El arte de enamorarse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora