Capítulo 8

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×Un Pequeño Respiro×
Dee

¿Qué has aprendido? ¡Apuesto que ya tocas como Van Halen! ¿Puedo ver como tocas? ¡De seguro ya eres todo un experto!
Heavy insistía con preguntas y halagos que llegaban a inquietarme, apenas estoy aprendiendo acordes básicos. Me estaba preparando para el descanso con (T/N), es buena maestra y me tiene paciencia a diferencia de mi padre. Es una chica agradable.

—¿A dónde irás?— preguntó Heavy en el marco de la puerta —¿No te llevaras la guitarra?

—Iré con (T/N) al parque.

—¡¿Tendrás una cita con ella?!

Mierda, jamás lo interprete así, al decir receso se refería a despejar la mente de tanto lenguaje musical y ejercicios con los dedos ¿Verdad? Mire a Heavy jalando mechones de pelo y se me ocurrió una idea.

—¿Te gustaría verla un poco más?— no sería una cita si van tres personas.

—¡Te acompaño!— gritó —, pero solo un rato que tengo una partida que ganar.

[...]

—¿Dónde crees que haya aprendido?— me preguntó Heavy adentrándonos entre los árboles —. Es demasiado buena ¿No le has preguntado?

—Ahora que lo mencionas— pensé, en las pláticas que hemos tenido en ninguna se me ocurrió preguntarselo —No, no lo sé.

Recordé sus cicatrices y su cara manteniendo la postura, sus cejas arqueadas y los ojos húmedos, cuando me advirtió de mi ansioso aprendizaje, ella estaba más triste que enojada.

—¡Heavy!— (T/N) sujetó a mi hermano del cuello y empezó a frotar el puño en su cabello —. Pequeño diablillo, pensé que te vería sólo en la escuela.

—¡(T/N), basta!— se quejó Heavy por el ardor que le provocaba, aunque también sonreía y se separó de ella —, soy un angelito, ya no he causado problemas— e hicieron un saludo con sus puños y palmas.

¿De qué me he perdido?

—Pero si es mi alumno estrella— (T/N) mantenía su sonrisa y agitó su mano —. Hola, Dee.

Le devolví el saludo, (T/N) estaba diferente, estaba feliz, emocionada a lado de Heavy. Él me comentaba que a veces se encontraban en los recursos, no creí que por ello se hicieran tan buenos amigos.

Estuvimos paseando, contando chistes que ellos dos comprendían, yo observaba su diversión, como se acomplementaban con sus gustos e ideas, me sentía excluido. Era una madre, tenía que vigilarlos de que no se metieran en problemas, casi se peleaban por un desacuerdo acerca de la mejor banda, suerte que estuve ahí para detenerlos. Hasta que Heavy tuvo que irse, se le hizo tarde y corrió. Al fin estuvimos solos como estaba planeado; el ambiente se torno sería, esta vez era más que una relación maestro-alumno, éramos dos adolescentes caminando sin rumbo fijo.

—Oye, Dee— se sentó en el césped, moví la cabeza para que prosiguiera —¿Somos amigos?

(T/N) era una chica que ocultaba mucho de si misma, en la escuela está sin compañía, escucho las críticas que dicen a sus espaldas, también los profesores le hacen notar sus errores frente a la clase mientras que a ella los ignora, pues tiene a la música, su única aliada. Pero ahora es diferente, nos es la misma que veo allá, es simpática y amable, me cuesta admitir que es maravillosa tocando la guitarra.

—Lo somos— me senté a su lado —. Me has ayudado en varias cosas.

—De nada— resopló y me sonrió con la misma intensidad que hizo con Heavy.

Ya no estoy tan molesto ahora que me ha dado atención.

Caravana (Dee x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora