Capítulo 36

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×El día llegará×

Sometimes everything is easysusurraba Dee, trataba de cantar despacio de acuerdo a las notas de la guitarra —. Sometimes everything is easyexpulsó en una larga nota.

Entonces Heavy entró, como siempre sin tocar la puerta, permanecía quieto escuchando a su hermano, esperando a que este le gritara:

—Heavy— suspiró Dee, tranquilo, no le afectaba mucho que estuviera invadiendo su privacidad —. ¿Sabes en qué te acabas de meter?

—Ammm... Lo sé— rascó su cabeza, evitaba el contacto visual, estaba nervioso —. Estuve pensando y..., pues, me preguntaba si necesitas ayuda.

El rasgueo de la distorsionada guitarra se detuvo en seco, otra vez Dee creía que se trataba de una broma o un chiste malo, se sentía muy ofendido de que lo vieran incapaz de tocarla; más que nada porque Heavy era capaz de hacerlo sin haber tenido una clase o conocimiento de lo básico.

—¿Qué quieres Heavy?— gruñó Dee, esperaba que él escupiera la verdad, tal vez quería dinero, ayuda con una tarea o algo más.

—En verdad quiero ayudarte— el pelinaranja no reía, al contrario, mostraba una sonrisa relajada, demostrando su gran inocencia y el cariño que le tenía a (T/N), por eso quería contribuir.

—Agh, está bien— rodó los ojos, su cuerpo se agitó cuando Heavy rebotó había la cama, muy entusiasmado.

—¿Cómo lo estás haciendo? ¿Es algo romántico? ¿Es necesario que la cantes en inglés?— cuestionaba rápidamente el menor —¿Tocaras la guitarra solo? ¿Cómo la cantarás? ¿Por qué se llama así la canción? ¿Por qué el ritmo es tan tran—

El rubio lo calló, le apretó la boca para que dejara de hablar y el menor mostró su enojo con sus ojos.

—No contestaré a todas tus preguntas, solo te diré que las oraciones son frases que ella o yo hemos dicho.

El foco se prendió, Heavy también tenía algunas frases que ella le había platicado y que podrían complementar la canción.

—Intente quitarlo— dijo el pelinaranja, el mayor solo lo miró, confundido —. Así me dijo una vez, cuando intento de arrebatar su amor por ti.

—Parece que me he perdido de mucho— rió triste, pensando en el daño que le había causado —. ¿Podrías contarme más?

—Solo si me pasas lo de la puerta— gruñó Heavy.

—Sí, sí, lo que sea.

A medida que Heavy hablaba, Dee solo podía razonar y escribir lo que había sucedido, rescatando oraciones que fueran fáciles de traducir y obviamente que se entendieran. Los taches en el calendario se iban acercando al círculo que señalaba el gran día, quizá la gran noche, pero el día llegará.

Glam se limitaba a corregirlo, siendo lo más paciente posible, mientras que Vicky solo le remarcaba no llegar tan tarde cuando fuera el día. Tenía que ser perfecto, conmovedor y lo más importante, que lo pudiera perdonar y darle otra oportunidad.

Caravana (Dee x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora