Capítulo 3-Sujetos de investigación 2da parte

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(intermedio)-El factor "x"

El resto de esa noche fue todo menos tranquila, a la información que logró recabar de sus hermanas, se sumó el extra que Lola le había dicho al oído; ahora recordaba las veces que había visto a su hermano leyendo comics en calzoncillos o cuando accidentalmente se lo topó desnudo en el baño o algunas ocasiones en las que entró a su cuarto sin llamar antes (como todas ellas lo hacían), inclusive alguna vez lo sorprendió masturbándose; la adolescente empezó a sentir cierto calorcito en el vientre y tal vez un poco más al sur, pero de pronto todo eso se fue por el caño cuando también le vinieron a la mente las veces que él la había visto, aunque en esa casa era bastante común tener esos "accidentes", pequeños atisbos de los cuerpos de los demás, antes jamás le pasó por la cabeza el que algo de eso pudiera ser excitante. Lisa se paró ante el espejo de su cuarto, su pelo marrón un poco más abajo de los hombros, su cara que empezaba a alargar un poco, los ojos escondidos detrás de los gruesos lentes de armazón de pasta, el cuello que empezaba a verse elegante, un poco como Leni, pero era bajita, tal vez demasiado para su edad; se miró en pijama, hace mucho que había dejado los mamelucos e incluso los camisones, usaba una vieja pijama de dos piezas color naran... ¡oh, por dios!, ¡esa era una de las de Lincoln!, siempre le parecieron cómodas y en cuanto pudo se hizo con una de ellas, la ropa de Lincoln no solía heredarla nadie porque era de hombre, y salvo algunas playeras o jeans que Lana usaba para trabajar en mecánica, todo se reciclaba de otra forma, sobre todo en trapos para limpiar y algunos "tarugos" para la cocina(1), Lisa rescató esa pijama y le gustaba mucho... ¿sería porque era de él?, pero la tela era tan calientita en invierno y tan fresca en verano, no le molestaba en ninguna parte y podía dormir sin que se le enrollara hasta el cuello o la asfixiara, no se enfriaba si se destapaba ni la acaloraba en exceso, en resumen: era perfecta... pero ¡era de Lincoln!, la jovencita bajó a la cocina para servirse un poco de leche y unas galletas, tal vez así se distraería de estas ideas, llevó una ración extra porque seguro Lily despertaría y pediría algunas; ya de regreso, seguía mirándose en el espejo, sentada en el suelo y tomando su refrigerio nocturno, de nuevo empezó con las ideas sobre su persona y se levantó, esta vez se quitó la chaquetilla y quedó solo en el brasier entrenador que usaba, su delgado torso se estremeció ligeramente, pero ella no le dio importancia, se miraba de frente y tres cuartos, su estómago liso y sus crecientes senos, los acunó mimosa y de nuevo el calorcito en su vientre le avisó de algo que conocía, aunque solo fuese teóricamente; después de esto, el pantalón también cayó al suelo y la chica se vio solo cubierta por su ropa interior, de nuevo se enfrentó a su reflejo para reconocer las curvas que prefiguraban las anchas caderas de su madre y se puso de perfil para encontrarse con el creciente trasero que hacía tan famosas y envidiadas a sus hermanas más grandes, al parecer ella también lo heredaría, esto era importante para los chicos ¿no?, ¿acaso Lincoln...?, el calorcito en su vientre y una cuarta más abajo aumentó, estaba intranquila, esto era que desconocía y odiaba no saber de algo, se sentía indefensa, vulnerable, una voz a su espalda la hizo saltar

.-¿tienes galletas Lis? me das?... oye, ¿porque estas desnuda? ¿tienes calor?.-

Lily la miraba con curiosidad desde su cama

.-eehh... l-las galletas están allá, no dejes caer migajas en la cama o no podrás dormir.-

dijo la científica con nerviosismo

.-está bien... ¿puedo tomar la leche?.-

.-si, solo no la tires... voy al baño...-

y Lisa salió de su habitación, llevaba su pijama en las manos y una idea en la cabeza, no solo tenía que averiguar más sobre el amor, también necesitaba averiguar que piensa un hombre sobre las mujeres.

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