Capítulo 4 "¿Cómo entraste a la casa?"

12.2K 798 230
                                    

¿Qué hago? Mi hermano llama a Hardin, siento que mi corazón se saldrá de mi pecho en cualquier momento. Ok. No literalmente.  Miro a Hardin y éste está muy relajado. Es que no sabe lo que llega a pasar si Daniel se entera de que él está conmigo.

-Hardin, sal por la ventana. -Susurro casi inaudible, lo agarro por el brazo y lo comienzo a halar hacia la ventana.

Ríe. -¿Quieres que me mate? -Finge dolor tocando su pecho de forma dramática. -Aria, Daniel no sabrá que estoy aquí, mejor..., ven aquí. -Tira de mí pegándome a su cuerpo.

Me abraza, rodeo su cintura con mis manos, y dejo mi frente recostada en su pecho. Sí, quizás estoy loca, dado que mi hermano está buscando a Hardin. Y, estoy abrazada con él. Aún sabiendo lo que podría pasar.

Estoy harta de que mi hermano quiera mandar en mí, soy libre de salir con quién yo quiera. Estar en los brazos del chico que siempre me ha gustado..., es algo hermoso, sentir su calidez, los latidos de su corazón; es algo realmente sensacional.

-¡Aria! -El grito de Daniel me hacer sobresaltar.

-Nos vemos más tarde, nena. -Besa mi frente, lo veo dirigirse a la ventana y baja por ahí, con ayuda de las ramas de un árbol.

Siempre quise hacer algo similar y nunca pude, de repente llega Hardin, y lo hace como si fuera lo mas normal del mundo. Me asomo y lo veo caminar hacia la puerta de la casa, lo bueno es que es de noche. Nadie lo vi salir de mi habitación.

Nuevamente escucho el grito de Daniel, camino hacia la puerta para después abrirla.

-¿Qué ocurre? -Pregunto con voz soñolienta.

-¿No has visto a Hardin? -Mira hacia el interior de mi habitación.

-No, ¿por qué? -Respondo mientras miro mis uñas.

-Aria. -Suspira tocando suavemente mi mejilla. -Esta noche haré una fiesta, y sólo te pido que no bajes. -Me cruzo de brazos sobre mi pecho. -Sabes que mis amigos no son la clase de chicos con los que quiero que hables, o estén cerca de ti.

-Yo quería bajar a la fiesta. -Hago pucheros.

Noto confusión en su rostro. -¿Querías? -Asiento. -Y quién te dijo de la fiesta. -Soy una completa estúpida, sólo a mí se me ocurre.

-Mi padre. -Me encojo de hombros. -Quiero bajar, así sea un rato.

-Ya te dije que no. -Replica molesto. No digo nada más, sólo bajo la mirada. -Aria. -Toma mis manos. -Eres mi pequeña hermana, no quiero que ningún idiota intente propasarse contigo. -Me suelto de su agarre y lo fulmino con la mirada.

-No quiero escucharte, nunca haz tenido tiempo para mí, siempre han sido tus amigos. -Hago una pausa. -¡El día de la fiesta en casa de Dylan, preferiste acostarte con la zorra esa. Y, me dejaste a mi suerte. Así que ahora no me vengas con tu papel de buen hermano, porque no lo eres! -Exclamo exaltada.

-Me arrepentí de haberlo hecho. -Intenta acercarse a mí, pero niego en silencio y retrocedo. En ese instante suena el timbre.

-Lárgate con tus amigos, y tranquilo. No pienso bajar a tu fiesta. -Él tensa su mandíbula. Sale de la habitación y tiro la puerta.

Idiota, me tumbo en la cama dejando que mi mente viaje a ese abrazo que tuve con Hardin. Cierro los ojos y siento como si aún estuviera en sus brazos, sonrío. La música me saca de mis pensamientos.

De repente escucho mi estómago rugir a causa del hambre. Bajo a la cocina y veo a muchos chicos, amigos de mi hermano y también algunos que estudian conmigo. Mi vista se posa en Hardin que yace sentado en un sofá con la misma pelirroja de la fiesta en casa de Dylan...

Desvío la mirada para no verlos, busco algo de comer y subo a mi habitación. Una traicionera lágrima se desliza por mi mejilla. Por qué tiene que gustarme él, termino de comer y dejo el plato en la mesita de noche.

Me pongo mi pijama y me acuesto a dormir. Aunque con con esa música, lo dudo mucho. Tras casi una hora, intentando conciliar el sueño; me encuentro con la almohada encima de mi cabeza. Será que esta noche tampoco dormiré.

Escucho unos toques en la puerta, debe ser mi imaginación..., dudo mucho que sea mi padre, y Daniel no lo creo. Me levanto de la cama, enciendo la luz y me dirijo hacia la puerta.

Al abrirla, veo a Hardin, el cual entra a mi habitación y cierra la puerta detrás suyo. Trago saliva. Él me mira de arriba abajo, siento mis mejillas teñirse de rojo. Estoy en pijama. Hardin se acerca a mí, cortando la poca distancia que hay entre los dos.

-Eres hermosa. -Pone sus manos en mi cintura y me pega a su cuerpo. Bajo la mirada, aún tengo la imagen de él con la pelirroja; siento que alza mi mentón haciendo que lo mire a los ojos. -¿Qué pasa? -Pregunta.

-Te vi con la pelirroja. -Me separo de él. -Tú..., me confundes, hay veces en las que me haces pensar que te importo y después estás con esa chica. -Susurro desviando la mirada.

Y esa es la verdad..., odio sentir esto..., porque sé que él no me corresponderá de la misma manera.

-Hey. -Toma mi rostro entre sus manos. -No estés así..., ella no es nadie. A mí sólo me importas tú. -Mi corazón dio un vuelco al escuchar sus palabras.

-¿De verdad? -Asiente. -Te quiero, Hardin. -Debo lucir patética, pero no me importa m por primera vez, le confieso mis sentimientos a alguien .

Él sonríe y junta su frente con la mía, acto seguido me besa. Besa mis labios con ternura..., esperé mucho para esto y ahora está pasando. Me pongo de puntillas, llevo mis manos alrededor de su cuello. Al cabo de un rato deshago el beso, sonrío y lo abrazo.

-¿Cómo entraste a la casa? -Pregunto. Tengo curiosidad por saber que mentira le dijo a mi hermano.

-Le dije que salí un rato a la tienda y no había quién abriera la puerta, por eso me quedé afuera. -Ambos reímos. -Me tengo que ir, nos vemos en la escuela. -Besa mi mejilla.

Asiento y él sale de mi habitación. Suspiro dejándome caer en la cama, soy feliz. Llevo dos dedos a mis labios y cierro los ojos al recordar sus labio sobre los míos.

(___)

-¡De verdad! -Chilla Mel. Le conté todo lo que pasó anoche con Hardin. -¿Se besaron? -Su cara es épica.

-Sí. -Suspiro y me recargo en los casilleros.

-Vamos a clases. -Me jala por el brazo.

Todas las clases transcurren aburridas y muy monótonas. Veo a Hardin con su grupo de amigos, no sé si será buena idea saludarlo. Bufo frustrada, él no se ha dignado en hablarme, es como si nada hubiese pasado.

Decido ir a la cafetería, voy tan sumida en mis pensamientos que apenas logro sentir, que choco con alguien. Soy una estúpida hasta para caminar..., tengo tanta rabia por todo y una lágrima se desliza por mi mejilla. Alzo mi rostro para ver con quién choqué y quedo atónita al ver al profesor de biología. Christian Sullivan.

-Perdón, no me fijé. Es que soy muy torpe. -Digo nerviosa.

-Hey, tranquila. No pasa nada. -Frunce el ceño y una de sus manos viaja a mi rostro. -¿Por qué lloras? -Siento que mi cuerpo se estremeció al sentir su suave caricia. Su piel es fría.

Sus ojos color azul, me miran con preocupación. -Na... Nada. -Me aparto de él. -Me tengo que ir. -Giro sobre mis talones y me voy de allí.

¿Qué ha sido eso? ¿Por qué acarició mi mejilla? Esto es muy extraño, por qué me gustó. Pero..., qué cosas pienso. Él es mi profesor.

Mi Profesor |Disponible en DREAME|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora