Mi Profesor |Disponible en DREAME|

Capítulo 2 "La fiesta"

Estoy acostada mientras escucho música, esta noche habrá una fiesta en casa de Dylan, el mejor amigo de mi hermano. Así que sólo espero que sean las 8 para arreglarme. Mi amiga Mel pasará por mí.

Me dirijo a la cocina por un vaso con agua, después que me la tomo; me siento a la mesa. Mi nana me cuenta que tiene que irse por unos días, ya que tiene una hija enferma. Ahora sí que me quedo sola, le dedico una sonrisa y le doy un leve apretón en la mano, para que sepa que todo va a estar bien. Que su hija pronto va a mejorar.

Carla es de tez blanca, tiene algunas canas en su cabello, tiene pecas en su rostro y unas cuantas arrugas, no muchas, es amable, cariñosa, y siempre me apoya en todo

Miro la hora en mi móvil,  y me percato de que ya es hora de irme a alistar para la fiesta.
Subo a mi habitación y me doy una larga ducha, al salir me coloco un sostén de encaje de color negro, unas bragas del mismo color, un vestido purpura que se adhiere a mi cuerpo como una segunda piel. Por último me coloco unos tacos, después de terminar de arreglarme, agarro mi bolso y mi móvil.

Me dirijo a la salida y al llegar a la puerta escucho un claxon, me imagino que ya llegó Mel.

—¿Adónde crees que vas vestida así? —Me giro y veo a Daniel. Él se encuentra cruzado de brazos. Sus ojos grises me miran impacientes esperando una respuesta.

Veo que detrás suyo está su amigo Hardin. Él es cabello cobrizo, ojos verdes. Me sonrojo al verlo, él siempre me ha gustado, sólo que nunca he tenido el valor de decírselo por la simple razón de que es amigo de mi hermano. Todo pasó hace dos años..., desde que Daniel hacía fiestas aquí en casa. Yo un día estaba llorando porque una chica me agredió y él me abrazó.

Recuerdo que fue la primera y última vez que lo hizo, yo sólo tenía quince años. Mi padre nos vio y desde ahí le prohibió a mi hermano hacer fiestas aquí.

Daniel me mira fijamente. Da un paso adelante de forma amenazante. Trago duro apretando el móvil en mis manos. No sé ni porque actúo de esta forma, pues igual y él va a ver en la fiesta; ya que es en casa de su amigo Dylan.

—Voy a la fiesta de Dylan. —Le informo. Tomo aire con brusquedad, y decidida, me doy la vuelta caminando hacia donde se encuentra el auto de mi amiga estacionado.

(===)

Mel no le quita la mirada de encima a Luke y a Victoria. Sé quele duele verlo juntos, pero ella decidió no decirle nada por no arruinar la amistad que tenían, ahora tiene que asumir las consecuencias. Suena cruel; pero es así.

La halo por el brazo para ir por algo de beber, a decir verdad no me agrada para nada verla así.

—Aria. —Con solo escuchar esa voz se me ponen los pelos de punta.

Siento que me falta el aire, nunca pensé que él me fuera a hablar después de todo lo que le dijo mi hermano. Sí, ese día mi hermano y él tuvieron una discusión todo porque según Daniel, yo soy su pequeña hermana y él no tenía porque aprovecharse de mí. Todos son unos exagerados, fue sólo un abrazo.

—Ho... Hola. —Digo con nerviosismo dándome la vuelta.

—Estás muy hermosa. —Bajo la mirada porque siento mis mejillas arder, entonces Hardin coloca dos dedos en mi mentón y lo alza, haciendo así que lo mire a los ojos. —¿No te gusta que te lo diga? —Siento que moriré aquí.

—No es eso, es que siento vergüenza. Ya sabes..., por lo que pasó hace dos años.

Sonríe. —No tienes porque sentirte así, sé que a  Daniel y a tu padre le molestó que te abrazara. —Musita y coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—Ni me lo recuerdes. — Paso una mano por mi cabello.

—¡Hey, Hardin! —Exclama una chica cabello rojizo.

—Me tengo que ir. —Murmura y besa la comisura de mis labios.

Me mira con una sonrisa arrogante y después camina hacia la pelirroja, agarrándola por la cintura para después besarla apasionadamente.

Aparto la vista para no ver esa escena. Soy una estúpida, pensé que de pronto ahora si podría haber algo entre nosotros; pero..., no. Él jamás se fijaría en mí.

Siento una mano en mi hombro, y entonces me percato de que se trata de Mel, ella sostiene una bebida en la mano y me la pasa.

—No estés así por ese idiota. —Le sonrío y me la tomo.

Tras varias horas, me encuentro mareada a causa de los tragos, así que decido irme a casa. Le digo a Mel para irnos, pero ella aún no se va. Arrastro mis pies hasta la salida, miro la hora en mi móvil y son las 2 am, pongo los ojos en blanco al ver lo tarde que es.

Me devuelvo a buscar a mi hermano, quizás él me lleve a casa, ya que no me encuentro en condiciones de andar sola por ahí.
Lo busco por todas partes y veo personas ebrias, unas tiradas en un sillón, otras vomitando. Esto es... Sin duda, asqueroso.  De repente lo veo que va entrando a una habitación con una rubia, camino rápidamente hacia allá y lo sujeto por el brazo. Daniel me mira con su ceño fruncido, sé que le molesta que lo interrumpa, pero no me importa; yo soy su hermana y estoy primero que cualquier chica. Además, Daniel solo está con ellas por una noche, jamás le he conocido una relación seria.

—Aria, ¿Qué quieres? —Inquiere molesto.

—Quiero irme a casa, y Mel aún no se va. —Él bufa molesto. —Mañana hay clases y quiero dormir un poco, me siento exhausta.

—Yo no te dije que vinieras, así que vete sola. —Dice antes de cerrar la puerta.

Estúpido Daniel, bufo de mala gana y bajo las escaleras para después salir de la casa. Me toca caminar. Voy por las frías calles del pueblo sintiendo como el frío se cala en mis huesos. Al cabo de media hora caminando, por fin llego a casa, subo a mi habitación y me tumbo en la cama.

(===)

—Hola, Aria. —Dice Mel mientras sostiene su cabeza con ambas manos. —Tengo un dolor de cabeza que no lo soporto.

—Ni me lo digas. —Cierro el casillero.

Después de tener los libros de matemáticas, nos dirigimos al salón. Esta clase la compartimos.

—¿Y con quién te fuiste anoche?—Inquiere y hace una mueca.

—Sola. —Me encojo de hombros. —Me fui caminando.

Llegamos al salón y nos sentamos en nuestros respectivos puestos. Tras dos horas súper aburridas, al fin suena el timbre, ese profesor tiene un bigote espantoso. A decir verdad..., odio las matemáticas, odio los números.

Salgo de allí para ir a mi siguiente hora Biología, ahora que lo recuerdo hoy estará el nuevo profesor. Después que busco los libros me voy para el salón, me siento al lado de una chica cabello rubio, ojos color miel. Ella es la mas tímida de la clase, tiene unos enormes anteojos, y se le pueden ver pecas en sus mejillas.

Suena el timbre y todos los estudiantes se acomodan en sus puestos.

—Buenos días. —Esa es la voz más sensual que he escuchado.

Y ahí está, lo veo entrando por la puerta. Mi profesor...