D for Duel

El comienzo del cambio

En la sala común de los dormitorios de segundo año de la UA, todos los allí presentes se encontraban preocupados por el peliverde, había salido desde hacía ya un buen rato y aún no sabían nada de él, temían que le hubiese ocurrido algo en medio de aquella tormenta que había durado desde las 5 de la tarde hasta ese momento, la mayor parte de los estudiantes de la clase A así como los de la clase B presentes en ese momento habían tratado de llamarlo en infinidad de ocasiones pero no pudieron contactarse con el, mientras todos estaban hablando sobre que debían hacer, se abrió la lentamente puerta que daba entrada al recinto, revelando al susodicho peliverde. Izuku había regresado a la UA cerca de las 9 de la noche, estaba empapado de pies a cabeza y tiritaba de frió debido a la temperatura del aire acondicionado de las instalaciones de la UA. 

SE PUEDE SABER ¿DÓNDE DIABLOS ESTABAS?- fue el grito/pregunta dado sorpresivamente por Itsuka Keno la delegada de la clase 2-B quien al percatarse de su comportamiento adquirió un leve sonrojo en sus mejillas y desvió la mirada avergonzada por su forma de expresarse, hecho que llamaba de sobre manera la atención de los presentes pues hasta donde sabían Midoriya y ella no tenían una relación muy cercana, no obstante decidieron no sacar conclusiones precipitadas pese a su sorpresa dada la situación en la que se encontraba el joven aspirante a héroe- ¿Tienes idea siquiera de lo preocupados qué estábamos por ti?

Aa, u-um lo siento no me había dado cuenta de la hora y para cuando me percaté ya era de noche-dijo Izuku quien aún se encontraba sorprendido por la actitud de la pelinaranja. Sin embargo decidió no prestarle mucha atención a ese detalle, miro a su alrededor y vio los ojos preocupados de sus compañeros, la culpa lo invadió ocasionando que bajase su mirada en señal de arrepentimiento- si me disculpan, me iré a bañar y luego estaré en mi habitación, bue....

Midoriya-kun esto no puede seguir así- interrumpió con calma el delegado de la clase A mientras miraba a su compañero con cierta empatía pero no podía permitir tampoco que su amigo saliera herido por un descuido como el de hoy- se que no es fácil, se que estas en una situación difícil  y que no te sientes con los ánimos para poder hacer algo pero-

L-lo e-entiendo y lo siento Iida-kun, chicos de verdad lo siento por haberlos preocupado- dijo el pelivede con la mirada baja, a todos se les vino a la mente la imagen de un niño regañado o la de un cachorro regañado por hacer algo malo, por lo que ahora eran ellos los que se sentían mal por su forma de reaccionar-...ppero....necesito estar solo- informo mientras trataba de evitar que se notara que su voz se estaba quebrando, producto de haber visto la mirada de preocupación de su ex novia y del dolor que sentía en su corazón cada vez que la tenía cerca, aunque claramente no lo logró,  así que solo se resigno y empezó a avanzar en dirección hacia su habitación con el motivo de buscar su toalla para poder darse un baño y evitar agarrar una enfermedad. Unos veinte minutos después había salido de la ducha y se había vestido con su ropa de dormir, un suspiro larga y lastimero se escapo de sus labios mientras su mirada recorría su habitación, buscando consejo o tranquilidad en alguno de los posters de su cuarto.

Sería malo si te cayeras ¿no?....

Con el recuerdo de esas palabras sus piernas cedieron abrupta mente ocasionando que cayese sobre su cama, se sentía como si le hubiesen quitado las fuerzas las fuerzas de golpe y su cuerpo pesase una tonelada.

Yo creo que Deku significa puedes hacerlo...

El recuerdo de su sonrisa al decir aquellas palabras perforaban su herido corazón mientras poco a poco sus ojos se fueron cristalizando, amenazando con liberar las lágrimas que tenían retenidas.  

Tú también me gustas Deku-kun....

Una a una las lágrimas fueron abandonando sus glándulas lagrimales, enrojeciendo levemente sus ojos mientras sentía el recorrido de aquellas cálidas gotas recorrían sus mejillas.