La primera en preguntar por aquello fue Molly, era algo evidente, sin embargo, nadie se atrevió a tensar ese hilo, hasta que se decidió y expresó en voz alta aquella duda, que, aunque pareciera tonto, hace noches no la dejaba dormir bien.
— ¿Por qué no impides la boda Sherlock? — Dijo Molly al tiempo de hacer el calculo de alcohol que el detective le pidió unos minutos atrás.
— ¿Disculpa? — El de cabello rizado no sabía si aquello había sido una alucinación o si realmente lo escuchó.
— Te hice una pregunta, ¿por qué no impides la boda? — Molly buscó la mirada del más alto y este le evitó, caminó unos pasos en retroceso, luego avanzó nuevamente, abrió la boca, pero no salió ningún sonido, entonces, solo entonces, la doctora asintió con la cabeza, Sherlock sintió ese silencio donde algo estaba siendo juzgado, y al parecer por la pregunta y su falta de respuesta, Molly lo estaba juzgando a él.
— No lo habías evaluado, ¿verdad? Me refiero a la probabilidad de decirle a John algo, sobre ti, sobre él, sobre ustedes — La doctora volvió a lo suyo, escuchó los pasos de Sherlock, la puerta fue abierta, pero no hizo sonido alguno de salida o algo que apoyara la sensación de que el más alto había abandonado el sitio.
—John y yo... somos colegas del crimen, es decir, de combatirlo, somos un equipo que— Sherlock trataba de dar una explicación, la mirada de Molly incentivó a que dejara de hablar.
—Olvídalo Sherlock— la chica suspiró y le ofreció una sonrisa confortadora, tomó ambas probetas y se las dio al detective.
—Disfruta la última cita Sherlock—
Para Molly sólo fue una frase, para Sherlock fue la sensación de algo derribándose.
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¿Por qué no impides la boda, Sherlock?
RomanceEl círculo cercano de Sherlock hace una pregunta, cada quien a su tiempo, en visperas de la boda de su mejor amigo, John Watson. Ningún personaje aqui me pertenece, créditos a quien corresponda, yo sólo estoy en cuarentena y con acceso a internet.
