Empecé a preguntarme porque me gusta lo que me gusta
Nunca lo había hecho antes
El estado de soledad, paradójicamente, me insertó en un estado de compañía
Conmigo mismaY me di cuenta que podía estar en una conversación de adultos sin sentirme incómoda
Podía construir pensamientos positivos sin tu presencia, a la fuerza y con voluntadLa soledad me trajó la compañía que quería hace tiempo y no la encontraba en vos, sino en mí
Y me sentí poderosa
Y no tenía que darte las gracias a vos
Sino a las circunstancias y a mí yo nuevo.