CAPÍTULO 6

26 5 0
                                    

Otro día; un día más donde no progresaba nada y realmente ya estaba cansada de eso, así que luego de quedarme en silencio un buen rato al a penas despertar, después de recibir el desayuno de la misma mujer mayor que ahora sé que se llama Tanya, una rusa de mejillas rojas que me miraba como si hubiera visto un fantasma y eso pasaba cada día...
Al final de mis pensamientos de hoy decidí que tengo que irme, no puedo estar aquí por más tiempo, esto es una locura, todo lo que me han dicho ha sido poco, tan poco que tal vez me están confundiendo con la mujer que seguro tiene ésta vida, una vida demasiado perfecta al parecer e incluso puede que no sea yo, un cambio de mujeres, algo pudo haber pasado, casos se han visto.

Me di una ducha rápida, me vestí con lo primero que encontré; un conjunto de falda blanca hasta la rodilla, blusa mangas largas rosa pastel y un par de zapatillas deportivas blancas por si tengo que correr ¿la dueña de ésta ropa sólo usa colores pastel o qué? , no me importa, yo sólo quiero salir de aquí y no mirar atrás NUNCA.

Con el cabello aún mojado, salgo de la enorme habitación de puntitas rogando que nadie ande de paseo, el temor a los pasillos gemelos se esfuma por un segundo y decido aprovecharlo.

- No debe ser tan difícil - me dije a mi misma, los pasillos todos parecen casi iguales pero me guío por el que tenga más luz porque quiere decir que hay una salida cerca.

Luego de andar un ratito, unos 5 minutos más o menos, escucho que vienen personas cerca, hombres específicamente; así que me escondo detrás de una columna dónde casi grito al encontrarme un retrato mirándome, es éste tipo... el último zar de Rusia, Romanov, ahora no recuerdo su nombre ¡¿y porqué pienso en eso ahora?!, me salgo de mis pensamientos cuando les escucho hablar en ruso.

- Debe ser frustrante tener una esposa que no te reconozca la cara - escucho que le dice uno al otro, supongo que las noticias corren rápido de voz a voz.

- Yo la hubiera hecho recordar ... ya sabes, hay cosas que un cuerpo no olvida - una pausa - ¡sexo duro! Y debes admitirlo, Para tener una mujer tan hermosa, se ha tardado el jefe en usar el método cuerpo a cuerpo - ambos ríen por los comentarios; A mi me dan varios sentimientos respecto a eso, rabia con ellos, temor de Mark ¿y si quiere tocarme y yo lo rechazo? No, no intentaría obligarme, no lo haría... ¿o sí?. Dijo que tiene poca paciencia, eso me asusta en mi interior pero no me quedaré a averiguarlo.

- Yo no estaré aquí para averiguarlo - corro detrás de otra columna para cuando van a una distancia prudente, corro de nuevo escondiéndome en otra, hace frío... ni siquiera sé en qué pasillo ando metida, quiero mi casa, mi mamá... Ojalá pudiera llamarla, y a mis amigos, necesito un teléfono; debo conseguir uno al salir de acá.

Al salir del pasillo que casi se me hizo eterno... Veo un jardín muy bonito, caramba ¿cuantas flores hay aquí?, pero no es momento de averiguarlo, asi que decido ignorarlo de una buena vez e irme.
- que el guapísimo de Mark y todo el mundo aquí se vaya al diablo, necesito irme a mi casa - la puerta doble está tan cerca, tan, tan cerca que casi me puedo ver pidiendo ayuda en la embajada, debo ir allí para que nadie se me pueda acercar a hacerme daño o decirme cosas sin sentido.

No hay guardias, no hay personal, ¡ahora o nunca! ¡por Narnia! ... y por Narnia segundos después me tiene un hombre enorme entre brazos ¡¿De dónde salió?!, joder mis brazos, me va a romper los brazos.

- ¡AUXILIO! ¡SUELTAME! ¡DÉJAME IR! ¡SUELTAME! - grito sin detenerme, grito con todas mis fuerzas, me quedo sin aliento y sigo gritando - ¡AUXILIO ME TIENEN SECUESTRADA! - golpeo con mis fuerzas al tipo pero es enorme, es fuerte y me tiene agarrada de una forma que duele, mis brazos, siento como si me los fueran a quebrar como ramitas secas, el dolor es mucho, sumado que yo ya tengo lesiones musculares.

AMNESIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora