CAPITULO 37

19 1 0
                                    

- A veces... Tengo miedo de perderte - Susurró a pesar de que estábamos completamente solos en la habitación, frente a frente, habíamos estado tan cansados que sólo nos duchamos y nos quedamos hablando de cualquier cosa, sin embargo nuestra pasión nos pudo ganar un instante y ahora las sábanas nos protegen nuestros cuerpos desnudos del frío invierno.

- Eso no va a suceder - Aseguré mirando sus ojos azules - Tenemos una relación maravillosa, ambos tenemos proyectos juntos y estamos luchando por cumplir cada uno, estamos comprometidos y somos felices con ello - Acaricio su mejilla.

- A veces pienso que alguien viene y te lleva lejos - Se le veía angustiado al decir aquello, ¿Porqué no me sorprende esa afirmación? Porque no es la primera vez que lo dice, pero nunca responde nada más cuando trato de entender mejor a qué se refiere.

- MI amor, no - Me apoyo en mis codos, me subo a su pecho, me acerco a su rostro y dejo un beso en sus labios. - Nada ni nadie nos va a separar, ¿si? ¿Puedes creerme? Créeme porque tú eres el único en mi corazón.

- Te creo - Asintió, me abrazó a su cuerpo y se quedó dormido después de pedirme que dijera muchas veces que estaba allí, que no me iba a ir a ninguna parte porque él me hacía lo suficientemente feliz.

*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*

- Prometo amarte toda la vida... - Sus ojos me miran con tanto brillo que no puedo creer que este hombre me ame tanto, parece irreal.

- Y yo prometo amarte toda la vida...  - Ya había llorado un poco al momento de entregarme el anillo pero cuando fui consciente del compromiso que nos estábamos haciendo el uno con el otro las lágrimas de felicidad no se hicieron esperar, quería atesorarlo para siempre cuidarlo, amarlo, respetarlo, formar una familia.
Sé que los últimos tiempos han sido complicados por la enfermedad de su padre pero si estuve con él en las buenas, estaré con él en las malas, no me iré.

*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_**_*_*_*_*

5 AÑOS DESPUÉS.

El día en que Mark murió todo fue tan rápido y tan traumático que nos costó muchísimo salir de ello, aprender a vivir con eso y con todo lo que había pasado en tan poco tiempo, yo tuve pesadillas por un par de años y luego poco a poco con la terapia psiquiátrica que tuve que tomar fui recobrando las fuerzas, sobretodo la de voluntad; Habían pasado muchas cosas en mi vida, en nuestras vidas, antes del secuestro, durante el secuestro y después de ese suceso, sobre todo la parte donde había perdido a mi hijo y fui abusada muchas veces.
Con el pasar del tiempo mis recuerdos regresaron uno por uno, tuve que sanar muchas cosas y aprender a vivir con otras.
A Mark lo perdoné antes de que su vida y su alma dejaran en este mundo y lo perdoné incluso después de las sesiones de llanto, lo perdoné después de cada pesadilla, lo perdoné de todo corazón porque aprendí muchísimo acerca de su trastorno y aunque no lo justifico, sí comprendí un poco más todo el infierno que tuvo que haber estado pasando durante tanto tiempo, tan solo, tan cerrado en sí mismo, y no por cobarde, sino por la crianza que le dieron, por la imagen que tenía que mantener, decidió callar, ojalá hubiera podido hacer más por él.

Quise recordarlo por todo lo bueno que pasamos porque aunque mi memoria se volvió un desastre logré recordar todo lo que vivimos juntos, fuera de todas las circunstancias negativas él siempre me amó y se esforzó tanto por estar conmigo que al final de todo no puedo odiarlo, mi corazón no puede guardar tanto rencor a quien una vez amé tanto... Sé que en alguna parte él está con nuestro hijo y ahora tiene tiempo para poder compartir con él, todo el tiempo que no pudo compartir en vida lo están compartiendo allá y sé que me cuidan, sé que ahora él puede cuidarme porque no hay otro sujeto tratando de adueñarse de su mente, no más reuniones, no más relojes, solo ellos dos, riendo, él nos cuida, a mi, a hannah, a Erik, incluso a la loca de su madre que quién sabe dónde está.

AMNESIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora