Agobiante existir.

Capitulo 3: Extraños en casa. (I)

—Debo salir a buscar comida, tengo hambre, usé mucha energía en la pelea, no se lo que me pasa, es la segunda vez que pasa esto, la última vez fue cuando ella... odio esto, no puedo dejar de pensar en ese día—Saqué la foto semi-quemada—lo siento... perdóname por no poder protegerte, perdóname... por favor

***

-Al despertar el sol apenas asomaba por el horizonte, nuevamente estaba sudando, tome un extremo de mi camiseta y sequé las gotas 

—Odio esto— Dije con una sonrisa hipócrita, me levanté de la cama, si es que se le puede llamar así y me asomé a la ventana para observar detenidamente el terreno—¿Qué haces pequeña?—Dije para mi mismo al ver a la chica en el tejado de la casa, ella volteó y me saludo.

—¡¿Como estás?!—Gritó la chica, justo en ese instante el hombre salió

—Cállate, así solo atraerás problemas—Dijo su compañero muy molesto

-Yo voltee hacia la calle para ver si habían llamado la atención de algún monstruo, por suerte no fue el caso, mientras tomaba mis cosas para salir seguía pensando que haría con ellos

—No se si deba confiar en ellos, no me han dado ninguna razón para hacerlo después de todo, tampoco puedo mostrarme hostil o podrían intentar atacarme... por ahora solo me mantendré atento

-Nos reunimos en la entrada de la casa para decidir que deberíamos hacer ahora la chica aun despeinada y somnolienta volvió a saludarme

—Hola, ¿pudiste dormir algo?, yo hace tiempo que no dormía tan bien, viajar constantemente tiene sus desventajas—Decía ella mientras mostraba una sonrisa muy tierna

—Hace mucho que no tengo una noche de sueño tranquila y esta no fue una excepción, por cierto, ¿Dónde está tu amigo?—Recién había notado que el no estaba cuando llegué

—Estaba aquí hace un segundo...

-No pudo terminar su oración cuando Hoshi llegó ladrando, quería que lo siguiera

—A donde vam...—Hoshi se dirigía al granero, ¿había olvidado cerrar la puerta?—Maldición—dije entre dientes mientras corría lo más rápido que pude hacia el granero

—Es una belleza...—Decía una voz desde dentro

-Ya en la entrada del granero tomé un segundo para recuperar el aliento y saqué mi cuchillo—Bueno, bueno, no me digas... te perdiste buscando el baño?—Jugaba con mi cuchillo para mostrar confianza pero estaba listo para clavarlo en su cuello en cualquier segundo—Espero una buena explicación "amigo"

—Tranquilo, es solo que estaba admirando la gran máquina que tiene aquí, la primera vez que la vi noté que era muy parecida a la de mi hermano pero no es la misma...

—Vamos a la casa y hablemos, deberás darme una mejor explicación que esta—Dije

-Ya en la casa

—Cuando todo esto empezó éramos solo mi hermano y yo, siempre lo habíamos sido de todos modos, nuestros padres murieron cuando éramos más jóvenes, teníamos un taller así que cuando se desató el problema en la ciudad decidimos atrincherarnos hasta que pasara el pánico inicial y luego irnos, cuando eso pasó decidimos tomar nuestras motos para salir y ver como estaba la ciudad, todo estaba destruido, no había ni un solo ruido más que el de nuestros motores, al cabo de un par de horas de dar vueltas por las calles vimos a alguien en una banca en el parque, parecía lastimada, nos acercamos a ver que pasaba pero... era un monstruo, sus ojos eran grises, de su boca brotaba sangre y espuma mezcladas, era grotesco, vi colmillos muy largos por un lado de su cara la cual tenía un agujero que dejaba ver su dentadura, un momento después se abalanzó hacia adelante y saltó sobre mi, por suerte mi hermano la tomó por los hombros la lanzó lejos, corrimos lejos de allí

*—¿Qué es esto, una maldita película de zombis?*

—Mi hermano era un tipo rudo, de los típicos que ves salir de la cárcel todos musculosos y tatuados, pero tenía un corazón noble y realmente era una persona muy calmada, odiaba las peleas y cuando tenía que entrar en una era para evitar que alguien débil saliera lastimado, nunca se preocupaba por su seguridad, siempre fue más alguien distraído.

—Debía de ser alguien muy importante para ti, quisiera oír más, por ahora demos una vuelta por la zona, quiero asegurarme de que la cerca funciona, no quiero que haya "invitados inesperados"—Dije mientras tomaba un martillo y le señalaba unas tablas a el para que me ayudara

-Mientras rodeábamos la zona y revisábamos la cerca el siguió contándome como conoció a la chica

(Volvemos al flashback de la historia)

—... cuando viajamos para salir de la ciudad escuchamos gritos que venían desde un complejo de apartamentos que estaba rodeado y en una de las ventanas del tercer piso se veía una chica sacudiendo sus brazos pidiendo ayuda, yo le dije que debíamos ignorarlo pero su buen corazón lo llevó directamente hacía allá, parecía que iba a ser muy difícil salvarla pero realmente fue fácil, le hicimos señas para que subiera al tejado por las escaleras de incendio y nosotros subimos desde el edificio de al lado, nos encontramos solo con dos zombis, fue sencillo llegar hasta arriba, ya en el tejado ella estaba ahí empujando la puerta de las escaleras y sonaban golpes desde dentro, al parecer la escucharon, cuando volteó le dijimos que saltara hacia nosotros, en cuanto comenzó a correr la puerta cayó al suelo y aparecieron una decena de monstruos que no podían salir porque se bloqueaban entre ellos, la ultima vez que vi algo así fue cuando en la cabaña de mi padre una manada de lobos destazaban una oveja, en el momento que ella llegó a la orilla e iba a saltar una de esas cosas la alcanzó y la tomó de una pierna, ella lo pateó y saltó hacia nosotros, justo cuando la atrapamos los monstruos llegaron uno a uno a la orilla, ninguno caía, no seguían avanzando, no se iban, solo estaban ahí, mirándonos con una mirada perdida, sentí que estaban viendo directamente a mi alma, ignorando eso bajamos del edificio y le preguntamos que hacía allí

—Estaba en mi apartamento cuando todo comenzó, veía mi teléfono y aunque casi nunca lo hacía decidí ver la noticas, encendí el televisor y vi todo lo que pasaba, al principio pensé que era una película, hasta que escuché un ruido afuera y me asomé a la ventana, en cuanto vi lo que pasaba fuera, quería vomitar... ¡¿Personas atacando y comiéndose entre ellas?! quise gritar pero mi voz estaba ahogada en pánico, tal vez fue lo mejor, no quisiera que esas cosas hubieran llegado a mi, me quedé encerrada, tenía suficiente comida y agua para durar 1 semana sin problemas, cuando tuve que salir, rebusqué en lo de mis vecinos, en uno de los apartamentos una de esas cosas me sorprendió, no grité, pero al no tener nada con que defenderme a mano tuve que usar uno de los jarrones que habían cerca y, aunque me ayudó, hice demasiado ruido, cuando vi lo que venía por mi desde las escaleras no pude evitar gritar, si lo se fue tonto, pero había ocultado mi pánico lo mas que pude, corrí al tejado y bueno, el resto ya lo conocen, gracias por ayudarme...

(Fin del flashback)

-Seguimos dando la vuelta, no hubo mucho que hacer con la cerca, un par de zombies atrapados, nada que no pudiésemos manejar, hasta que...

—¿Oye, tu también ves eso?