Mis voces 2

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Las voces dejaron de parecer de humanos para crear en mi mente imágenes de monstruos y por mi susto arrojé el libro a la cocina, mi madre en seguida salió corriendo cómo si se tratara de un bebé que cayó de un segundo piso, y mi papá sólo cambió su cara de igual manera pero sin levantarse de su lugar.

Mi madre gritó desde la cocina:
  -¡¿Qué demonios pasa contigo estúpida?!
-¡¡No lo sé!!

Me quedé sin palabras, mi madre nunca me había llamado "estúpida", mi papá sólo me miró fijamente, me pareció buen momento para decirles lo de mis voces, les expliqué que nunca se los había contado por que tenía miedo de qué pasaría, pero en cuanto llegué a la parte dónde escuché monstruos se les congeló el rostro, se miraron fijamente y mi padre se fue a su cuarto.

Estaba muy desconcertada por qué era eso, no esperé ni un segundo para explotar con mi mamá.

-¡¿Qué carajos hay en el puto libro?!
¡¿Tienes una bendita idea de por qué
escucho eso?! ¡Demonios! Se oye cómo una orgía de seres mitológi...- ¡mi madre me interrumpió con una cachetada!, era la segunda advertencia de que debía callarme la boca y cuidar lo que hacía...

Ambas volvimos a nuestro lugar en la sala y mi madre me contó lo que pasaba.
El libro lleva en nuestra familia 30 generaciónes y funcionamos como una especie de guardianes. Le pregunté si mis voces venían de allá, a lo que respondió:

- Ya me esperaba que estuvieras conectada de alguna manera, hay algo que no sabes hija... Tú no naciste aquí.

Me imaginé que eran padres adoptivos o algo parecido.

Mi madre continuó- el libro quedó en mis manos desde muy corta edad por qué tus abuelos fallecieron por una razón que aún se desconoce, cuando los ví estaban ambos tirados en el piso de la sala, tu abuelo sostenía el cadáver de tu abuela que tenía cortaduras en todo el cuerpo, no entraré en detalles, tuve que contraer matrimonio con tu padre por esa razón, no me sentí apta para proteger el libro, así que decidí meter a tu papá en ello también, nos casamos y me embarazé de ti, el embarazo no detuvo nuestros viajes a "el otro mundo", puede que por eso tengas tus voces, también naciste prematura ahí.

El ambiente se tornó tenso desde el principio pero en cuanto mi madre mencionó lo de la misteriosa muerte de mis abuelos abandoné todos mis pensamientos, cada palabra que dijo mi madre fue un yunque que caía sobre mi espalda.

Me acerqué a sentarme a lado de mi madre y cuando la abrazé ella explotó en llanto, me pidió perdón por complicar mi vida con esto, no dije nada, sólo apoyé mi cabeza en su pecho y me quedé en silencio hasta que dejó de llorar, hacía mucho tiempo que no abrazaba a mi mamá, pero fue algo incómodo, pude ver el lado débil de la persona que siempre fue para mí un ser superior...

Cuando acabó me fui a mi cuarto para pensar las cosas.

Muchos de mis problemas se arreglan diciendolos en voz alta de manera literal.
Logré reducirlos a "mis padres resguardan un libro que abre puertas a otros mundos y me toca a mí".

Sólo tendría que esconderlo cuando mis padres murieran, no veía ningún motivo para entrar a ése mundo que no sea simple curiosidad, o al menos eso pensé.

Esa noche no logré dormir hasta que mi mente se cansó de pensar en eso y sólo así pude descansar un poco.
Pero mi mente no me dejaba en paz ni siquiera estando dormida, esa noche tuve la peor de todas mis pesadillas. ¡Soñé la muerte de mis papás!; En mi sueño me despertaba y bajando las escaleras pude ver los cadáveres de mis padres, estaban totalmente desfigurados, llenos de moretones, mi madre carecía de su cabellera cómo si se la hubieran cortado con un cuchillo. Mi padre estaba a lado de ella casi abrazándola, lleno de moretones por igual, tenía la garganta partida en dos, no los hubiera reconocido de no ser por su anillo de bodas tan original, tenía grabado mi nombre.

Apesar de que estaba soñando pude sentir cómo mi pecho se hacía pequeño y me daban ganas de llorar con cada suspiro que salía de mis pulmones encogidos.

Me desperté con la cara empapada de lágrimas y bajé las escaleras saltando a toda velocidad para asegurarme de que era solo un sueño.

Los monstruos de Déborah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora