Uuu... uuu.

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En el jardín de la casa de los Jeon

Heejin llevaba casi una hora viendo jugar a su novia con sus dos hijas desde una de las reposeras que rodeaba la piscina.

—Dios mío, no se cansan nunca —murmuró la castaña para sí misma.

Si bien disfrutaba con la risa de sus tres mujeres preferidas, le era imposible evitar que su cuerpo deseara a Hyunjin con tanta ferocidad, su cuerpo hervía y no era precisamente por el sol. Heejin no sabía si era por sus hormonas o por qué diablos, pero necesitaba a Kim Hyunjin ahora mismo. No aguantaba más y lo más probable es que le quedara poco tiempo para que la casa se volviera a llenar de gente de nuevo. Miró su reloj y decidió tomar cartas en el asunto.

— ¡Hora de la fiesta! —anunció y se levantó de la reposera para tomar dos toallas e ir a recibir a sus hijas.

— ¡Nooooooooooo! —Hyunjin y Hyejii se quejaron. En un descuido y por la recepción de la mala noticia, la pelirroja soltó a Tzuyu y la pequeñita se hundió de inmediato hasta que la tatuadora la rescató a los segundos.

— ¡NOOO! ¡LLENA! ¡GRRRR! —Tzuyu reaccionó más tarde en cuanto su cabeza salió a la superficie. Escupiendo un poco de agua y con una enorme sonrisa que demostraba que para nada le molestaba hundirse en el agua y lo aguantaba bastante bien, protestó el fin de la diversión. Al parecer, la pequeña pelinegra se había quedado fascinada con la gigante ballena inflable.

Heejin miró a la pelirroja, pelinegra y a la castaña con una ceja levantada. De inmediato llevó sus manos a su cintura para resaltar su punto con su postura.

— ¡Yo puedo hacel eso! —anunció Hyejoo desde el agua, mostrándole a Hyunjin y a Tzuyu como movía sus cejas igual que Heejin

—Hacer, Hyejoo —la corrigió Heejin—. Hacerrrr —resaltó.

Tzuyu y Hyunjin fruncieron el ceño de forma tan idéntica que Heejin no pudo evitar soltar un bufido. Las dos querían levantar una sola ceja, pero siempre fracasaban.

Hyejoo miró de inmediato a Heejin y el aire de superioridad de la castaña la hizo reír de nuevo. Heejin estaba segura de que iba a perder esta batalla.

—No pueden hacerlo —se burló la pequeña, levantando su ceja—. ¿Las viste, mamá? No pueden hacerlo —se rio un poco más.

—Por supuesto que no, cariño, solo las castañas podemos —agregó malvadamente.

Hyejoo miró a la pelinegra y a la pelirroja—. ¡Las castañas al poder! —salpicó agua desde su ballena hacia las otras dos

Hyunjin protegió a Tzuyu con su propio cuerpo—. Tzuyu aguanta la respiración —dijo Hyunjin, protegiéndola del agua que salpicaba Hyejoo.

Heejin volvió a soltar una carcajada cuando vio como los cachetes de la pequeña pelinegra se inflaban para retener el aire como Hyunjin le había enseñado.

Segundos después la tatuadora y la pequeña desaparecieron debajo del agua y Heejin pudo ver como su novia llevaba por debajo del agua a Tzuyu rumbo a la ballena inflable. Alguien iba a pagar sus aires de superioridad con un buen chapuzón. Hyejoo terminó en el agua en lo que las otras dos tardaron en voltearla.

La castaña agitó su cabeza, parecía que iba a estar una hora más bajo el sol y para esa altura la casa ya se iba a llenar de vuelta; se iba a tener que resignar. Suspiró y miró a su pelirroja. La travesía debajo del agua había hecho que los bóxers de Hyunjin se bajaran un poco y eso permitió a que Heejin pudiera ver un poco del trasero de su chica. La castaña pudo distinguir perfectamente dos colores de piel como consecuencia del sol y eso le hizo llegar a su mente los recuerdos de la primera noche que pasaron juntas. Hyunjin se había quedado impresionada con sus colores. Heejin no podía esperar a ver la reacción de la pelirroja esta vez.

No soy para ti (GIP) 2JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora