BAJO LA MISMA LLUVIA (Omegaverse +18)

EL DOLOR DEL RECHAZO - CAPÍTULO 3

A pasado apenas unas dos semanas desde que me atreví a abrir aquel portal que envolvió a todos en un mundo donde nuestros sueños aparentemente se hicieron realidad. Realmente era demasiado feliz, mi Omega interno lo era, ya que Adora estaba conmigo, aquí mismo en La Zona del Susto siento Ella una Capitana de la Fuerza, Shadow Weaver nos trataba a ambas con respeto, con cariño tal y como lo aria una verdadera madre, pero todo tuvo su final.

Aún recuerdo que Adora fue la primera en darse cuenta que aquel mundo no era real y Ella incluso trató de salvarme, pero mi egoísmo en ese momento me obligó a aferrarme a querer quedarme en ese mundo perfecto a pesar de que ese comenzaba a desmoronarse causando la desaparición de uno a uno de quienes estaban atrapados en el.

En mi afán de querer estar hay, comencé a culpar a Adora de todos mis fracasos y al hacerlo provoque que Adora explotará como un volcán, atreviéndose a hacer lo que por tanto tiempo se había limitado, golpearme de verdad, de manera física y mental, por que sus palabras fueron más que dolorosas verdades para Mí.

Lo que me dijo aquella vez era verdad, Yo había elegido este camino de destrucción a pesar de que Ella me ofreció más de una vez su mano, deje que mi odio desmedido hablara por Mí, deje que eliminará toda opción de verdadera libertad, maldita sea, fui tan estúpida por no tomar su mano la primera vez que me la extendió, pero ahora el arrepentimiento no vale nada y aquello hace gritar de dolor a mi Omega interior que añora la compañía de aquel Alfa de cabellera rubia.

Se que por mi causa la reina Angella ya no se encuentra en el Reino de Luna Brillante,si no que se encuentra encerrada de por vida en aquel mundo falso, se que ahora la nueva reina es su hija brillitos, que es más que obvio que me detesta y no es para menos, le arrebate lo único que le quedaba, su madre.

Me gustaría decirle ahora que Yo no quería que eso sucediera, que no fue mi intención causarle el peor dolor del mundo, pero se que si Ella me ve no me dejara ni siquiera pronunciar una sola palabra.

Realmente gustaría hacer algo para reparar aquel daño que Yo no quería causarle, me gustaría volver a ese mundo falso y liberar a su madre de aquella cárcel perpetua y quedarme en su lugar, así le devolvería su felicidad y Yo dejaría de causar tanto daño, se que quizás pueda hacerlo con ayuda extra de una gran inventora, Entrapta.

Pero eso es imposible ya que cuando Ella trato de impedir de que activará aquel portal, la detuve de manera violenta con un aturdido, aún recuerdo como la ataque por la espalda con aquel objeto eléctrico, lo más seguro es que le haya dejado una marca de por vida, pero mi peor error fue ordenarle a Scorpia que la mandaran a La Isla Bestia, de seguro que ya a perecido en aquel lugar, aunque algo dentro de Mí no deja de dicirme que aquella chica alocada sigue con vida.

Siento mis manos sucia por todo el sufrimiento que e causado, no importa las veces que me las lave, siempre estarán sucias, es más todo relacionado en Mí es sucio, solo quiero desaparecer, a nadie le importo, a Adora no le importo.

Lo sé porque la últimas veces que la vi y al querer tener más de un acercamiento hacia Ella, ya no sentí su afán de hacerme entrar en razón, no aquellas veces sentí su hostilidad, mire sus ojos impregnados en odio hacia Mí y eso me asustó, jamás había creído ver aquella mirada en Adora, desde entonces mis deseos de desaparecer aumentaron a niveles incalculables, mi Omega interno llora constantemente al no tener la misma atención que aquella Alfa que me tiene cautivado el corazón.

Quise buscar el cariño especial de Shadow Weaver, por eso me fui hasta su celda con la escusa de que la quería ver sufrir, pero en medio del camino me acorde que Ella ya no estaba hay, que había logrado salir gracias a que había caído nuevamente en uno de sus engaños mentales, me maldije por dentro por ser tan estúpida al olvidar tal detalle importante, decidiendo entonces a ir a tratar de molestar al mismo Lord Hordak, pero solo llegué a verlo de lejos, tan jodido como Yo, sumergido en su odio por Entrapta por haberle traicionado, una mentira que le hice creer, me sentí fatal y peor aún al ver como arrojaba del escritorio con suma violencia las cosas de aquella inventora de cabellos morados, pero lo que me destrozó fue verlo llorar con amargura repitiendo el nombre de Entrapta una y otra vez, siendo consolado por su pequeña criatura alada que le sirve de espía, quise acercarme para también consolarlo, pero eso hubiera sido hipócrita de mi parte, demonios hasta a Él lo había hecho daño, al poderoso Lord Hordak, del que supuestamente todos creían que no tenía sentimientos, pero no es así, hasta Él puede amar, por que es más que obvio que su corazón estaba más que cautivado por aquella mujer hiperactiva.