Me desperté como cada mañana. La cabeza me dolía horrores. Me levante del sofá y una gran mancha de baba justo donde había colocado mi cabeza condecoraba mi sofá.
Me dirijo a la cocina cuando de pronto mi móvil me notifica que me ha llegado un mensaje.
"Ven a Baker Street, es urgente" SH
" vamos, no tardes" SH
"Deja de ignorarme se que los estás leyendo" SH
Al leer los mensajes que Sherlock me mando puse mis ojos en blanco y abrí su mensaje para responderle.
"Ahora voy a desayunar y luego más tarde si eso me pasaré por Baker Street" LB
"Date prisa" SH
Lo dejé en visto, pasaba de responderle así que lance el móvil a el sofá para evitar ver más el móvil. Y comencé a prepararme mi suculento desayuno.
Un par de horas más tarde Loreley se disponía a arreglarse para ir a Baker Street, mientras que Sherlock le daba los buenos días a su nueva "novia" llamada janine. La cual solo la usaba para llegar a magnussen, todo por un caso, muy típico de Sherlock. Sherlock se disponía a darse una ducha para estar lo más arreglado posible para cuando Loreley llegará.
A las once o así Loreley se bajó del taxi que le dejó enfrente de esa peculiar puerta negra con esos característicos números dorados. Y John acababa de llegar hace un rato.
Narra Loreley.
Llame finalmente a la puerta las manos me sudaban de manera exagerada. Estaba al borde de un infarto. La señora hudson me recibió como siempre cálidamente. - Querida arriba están los chicos esperándote. Dijo con una sonrisa la señora hudson. - Chicos? Pregunte confusa. - Si querida. John acaba de llegar hace un rato para ver como estaba Sherlock. Asi que sube sube, no quiero entretenerte mas.
Subí las escaleras lentamente pero con decisión, abrí la puerta sin pensármelo dos veces. Cuando entre la escena que estaba viendo me dejo los ojos como platos. John estaba sentado en la pequeña mesa de café junto al gran sofá con una expresión extraña , mientras que Sherlock y una chica guapa y morena se sentaba en las piernas de Sherlock.
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Sherlock parecía disfrutar teniéndo a esa chica en sus brazos y hablaban cosas entre ellos mientras Sherlock tenía gestos de cariño con ella y John observaba con incomodidad.
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