Tears caminaba a pasos rápidos y seguros, no le gustaba la gente lenta ni las impuntualidades. Se dirigía hacia la sala de reuniones de su tío, hoy vestía de un vestido pegado de color azul oscuro que combinaba con su pálida piel, sus tacones resonaban en todo el pasillo. En su rostro había una mueca seria, a saber de qué iban a hablar hoy. Abrió la puerta divisando a todas las personas de la habitación para después cerrar tras de sí.
Primero estaba su tío que ya sabía que estaba ahí, luego estaba Izan, la mano derecha de él rey. Y dos hombres que ella no sabía quienes eran, la princesa cogió asiento al lado de su tío, haciendo que ninguno de los demás estuviera a su lado excepto Izan, la mano derecha.
"¿Y bien?¿De qué hablaremos hoy?" Preguntó la de ojos verdes observando a todos en la sala, mirándolos fríamente, sin exceptuar a su tío. Podría decir que le tenía algo de rencor, pero todavía no se desvelará el por qué.
"Estos dos hombres dicen que tienen algo que ofrecerte, como bien sabes, no podemos negarle nada aún sin escucharlos" Murmuró el rey mirandola de reojo mientras le explicaba.
"¿Y que es? Si se puede saber" Preguntó está cruzándose de brazos mirando a los otros dos fríamente.
"Unas bolsas de diamantes a cambio de algunas citas con usted" Murmuró el más feo sonriente, haciendo que Tears alzase una ceja, como si se estuviera burlando de él. El rey y su mano derecha sonrieron para sí, tenían todo el dinero del pueblo, no querían diamantes ni nada por el estilo. Y menos querría Tears estar con alguien a cambio de dinero.
"No queremos tus miserables diamantes, ¿te crees que realmente nos hacen falta uh? Aparte, ¿Quién te crees que soy? ¿Alguien que se compra con diamantes? Cariño, me han ofrecido cosas mejores gente mejor que tú, y mirate estas haciendo el ridículo." Soltó la de ojos verdosos en un tono despectivo, burlándose de ellos, tras decir eso los dos se quedaron en silencio haciendo que la otra bufase.
"Sí me disculpan, me voy, no voy a escuchar más tonterías de niños ricos" Murmuró esta fastidiada dando rápidos pasos, saliendo de la habitación cerrando la puerta, justo después de dar unos pasos, se chocó con alguien haciéndole tambalear por los tacones, pero la otra persona la agarró de la cintura mirando si estaba bien.
La de ondulaciones pestañeo varias veces intentando asimilar lo que estaba pasando, la chica de ojos bonitos de ayer le había sujetado de la cintura para que no cayera, provocandole un leve cosquilleo a la otra.
"¿Esta usted bien? - Preguntó Gaby mirandola con preocupación, la del vestido lujoso asintió avergonzadose levemente, haciendo que sus mejillas empezarán a coger algo de color, ahora ella era la que casi se caía.
"Lo siento, estaba distraída y..." Empezó a disculparse la princesa, bastante avergonzada alejándose levemente haciendo que ya no estuvieran agarradas.
"No te preocupes, ayer me paso a mi y hoy a ti" Murmuró la morena en un tono amable, la de ojos verdes le dio una pequeña sonrisa ladeada.
"Vaya, parece que el destino nos intenta juntar" Respondió la de tacones sonriendo aun ladeado, viendo como la otra se confundía haciendo que esta tuviera las mejillas rojizas.
"¿Usted cree en el destino?" Preguntó La castaña ladeando se cabeza confusa como si fuera un perrito. Tears asintió con la sonrisa aun en la cara.
"Bueno, ahora si, me voy señorita..." La de vestido azul hizo una pausa para recordar el nombre de aquella muchacha. "Gaby" Terminó diciendo con una sonrisilla alejándose empezando a caminar lejos de allí.
La de ojos azulados se giro hacia donde estaba alejándose la princesa. "¡Hey!" Gritó esta intentando llamar su atención, la de pelo largo se giró confusa mirandola con detenimiento desde lejos. "¿Cómo te llamas?" Preguntó curiosa la de piel morena haciendo sonreír para si a la de ondulaciones.
"La próxima vez que nos veamos,te lo diré" Le soltó la otra aun con la sonrisilla volviéndose a girar continuando su camino. La castaña estaba confusa, ¿Como estaba tan segura de que se iban a volver a encontrar? Negó con su cabeza y con una sonrisa se dirigió a la sala de lavandería, le tendrían que explicar todo.
Llego allí y había muchas mujeres yendo de un lado a otro, limpiando, lavando, secando, doblando, todas iban con un uniforme blanco, eexcepto Gaby, que todavía le tenían que dar el suyo.
"¡Señorita! Si no me equivoco, ¿Usted es la nueva no?" Preguntó una mujer rubia con algunas arrugas, parecía la jefa de todo aquello.
"Sí soy yo" Respondió esta dándole una leve sonrisilla, que fue correspondida por la mujer mayor.
"Soy Cristina La que esta encargada de todo esto, necesito que te pongas estas prendas para trabajar, son normas del rey, puedes cambiarte en esos probadores" Le dijo la más mayor señalandole los probadores, que ahora mismo no había ni uno ocupado, estaban Hasta arriba de trabajo.
"Está bien" Murmuraba Gaby aceptando las prendas dirigiéndose hacia allí, entro dentro y se desistió quedándose en ropa interior, y se vió en el espejo un poco.
Tenía un hermoso cuerpo, tenía leves curvas haciéndola ver elegante, se puso sus prendas, estas eran una falda larga blanca con una camisa de botones blancas. Guardo su ropa en un taquillero que había ahí y salio de ahí, dirigiéndose al Cristina.
"Te ves bien" Murmuró la rubia amable, Gaby le Agradeció con una sonrisa. " Mira necesito que cogas estos productos y limpies los grandes salones, se suelen ensuciar rapido" La mayor le dió los productos de limpieza y la castaña salió de allí para dirigirse hacia donde la habían mandado.
Serían duros días, pero todo era por su familia, es lo más importante para Gaby.
Al contrario que Tears, lo más importante para ella era si misma, ya que su tío y ella no tenían una relación de 10.
La de ojos azules llego al lugar, era el salón más enorme que había visto ya que eran salones de eventos, la castaña se quedó con la boca abierta. Si todo eso tenía que limpiar, mejor que empezase ahora, capaz que le tardase 60 años como minimo.
Aunque no tendría que aburrirse, ya estaba pensando en lo que le había querido decir aquella chica de ojos verdes.