4

15 4 4
                                    

Ya habian pasado 20 minutos desde que estaba en esa biblioteca ordenando libros de la A a la Z, y Jackson todavia no llegaba. En serio, ¿nadie le decia nada por no estar en el "castigo"?

Como si hubiera leido mis pensamientos, la puerta se abrió de dos en dos y él entró con dos cafés en las manos.

- Lo prometido es deuda, aunque hayas hecho que me castigaran - dijo y me extendió uno de los cafés.

- Gracias y lo siento, es que me dio bronca el hecho de que me retaran a mi sola, cuando tu fuiste el que me paso la nota, je.

-Ya dejalo, no hay problema. Por cierto, ¿como te llamas?

- Soy Emily, y tu eres Jackson, ¿no?

- ¿Como sabes eso? ¿Me has estado investigando? - concluyó con un tono divertido mientras tomaba un sorbo de su café.

- Claro que no, solo le pregunté a Rachel quien eras - me apresuré a decir.

- Tranquila, puedes decirme si me has estado investigando, porque debo admitir que yo tambien he estado investigandote. - dijo a la vez que me guiñaba un ojo y sonreia picaro.

Wow. Eso fue desconcertante.

- A ver, ¿y que has descubierto?

Rodeó el librero que habia frente a nosotros para quedar en el pasillo siguiente. Corrió un libro de la estantería de en medio y se asomó por el hueco que habia dejado para mirarme con los ojos entrecerrados.
Tenía unos ojos verdes similares al color esmeralda. Mientras yo apoyaba mi café en el carro móvil que se usaba para transportar los libros a mi lado, él habló.

- Bueno, por tu ropa pude deducir que te levantas con tiempo por la mañana para poder arreglarte, por como reaccionaste cuando chocamos me di cuenta que no eres de las personas que tienen mucha paciencia cuando se trata de la comida - y tenia razon, no lo era-. También se que estudiamos la misma carrera, aunque eso es obvio.

- Si con solo haber cruzado palabras una vez dedujiste todo eso sobre mi, deberias estudiar psicologia en vez de ingeniería -bromeé-.

Él rió e hizo eco en toda la biblioteca. Admito que tenia una sonrisa muy hermosa y una risa bastante contagiosa. Yo sonreí timidamente.

- Tengo una pregunta para tí -me dijo mientras acomodaba un par de libros en el estante- ¿Puedo hacerla?

- Dime - dije algo dudosa-.

- Si te dijera que me llamaste la atención desde que chocamos el otro día y que desde entonces he querido que hablaramos, ¿sonaría algo obsesivo?

Eso me dejo desconcertada. ¿En serio se habia fijado en mi desde aquel incidente?. Admito que yo no, pero ahora que lo analizaba mejor era bastante lindo y justo en este momento no se estaba comportando como un idiota.
Mientras yo lo escaneaba en mi mente, el esperaba atento por mi respuesta.

- Obsesivo no, aunque estas no serian las mejores circunstancias para entablar una conversacion -bromeé algo nerviosa-.

- Por eso tambien te quería invitar a vernos despues de clases algun dia de estos, ¿te parece?

- De acuerdo, admito que tengo un poco de curiosidad de saber mas sobre el misterioso Jackson.

Él sonrío ante mi respuesta y continuó con lo suyo. Lo que quedaba del castigo nos quedamos en silencio acomodando los libros restantes, y de vez en cuando haciamos contacto visual y sonreiamos timidamente.
No era un silencio incómodo, sorprendentemente me sentía a gusto allí, con él.

Y no sabría explicar por qué.

En otras noticias, tendría lo que se podría decir una "cita". Oh, debo contarle esto a Rachel.

***

Lo que pudimos serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora