Debut del Corazón

3.Que Empiece el Juego

Luego salí del set y tome un taxi, en eso llamé a mi amiga Ashley para que fueramos a la playa un rato, ella accedió así que me fui directamente a nuestra tienda de helados favorita y la esperé.

— Ashley —La saludé desde mi mesa al verla entrar.

—Halsy, me sorprende, ¿no tendrías que estar en la cafetería?

—Justo de eso quiero hablarte.

Nos sentamos en una mesa, pedimos el helado y mientras lo comíamos empecé a revelarle todo, hasta que sus ojos se llenaron de brillo y gritó:

—¡¿Sam Vega?! —Rápidamente le tapé la boca con la mano.

—Callate Ashley, baja la voz —Ahora todas las personas voltearon a vernos.

— Lo siento, pero ese chico es un galán, no sabes cuanto te envidio, todos los días verás esos ojitos azules, ese super cuerpo esbelto y lo suficientemente fuerte y bronceado, ese cabello suave y castaño, escucharás esa voz tan varonil, diablos Halsy, ese chico se robó la belleza del mundo solo para él.

—Tampoco exageres.

—¿Exagerar? ¿A caso estás ciega?

—Sí es guapo, pero no para morirse.
Mírate actuas igual que cuando el vecino del veintidós llegó al edificio y ni siquiera está de infarto.

—No metas a mi mango canadiense en esto.

—Perdón.

—Además yo no te decía nada cuando ibamos al supermercado solo para espiar al cajero que te gustaba y eso que el estaba más feo que el pescado a la barbacoa que hace tu mamá.

—Ni me lo recuerdes, que asco.

—¿Hasta ahora te das cuenta de lo feo que es?

—Me refiero al pescado, no quiero ni mencionarlo.

—Oye Hal, no te ofendas, pero ¿por que Roy Taylor te contrató a ti y no a una profesional o algo por el estilo?

—Lo que pasa es que... —Un momento, política de privacidad —Son asuntos privados de trabajo que no puedo revelarte.

—Que mala eres, ni que trabajarás en el FBI

Me pasé el resto de la tarde con Ashley, caminamos y hablamos en la playa, luego nos encontramos con unos vecinos de nuestro edificio y nos invitaron a jugar soccer con ellos, así que accedimos y jugamos un rato, luego del ocaso, Ashley y yo caminamos hacia nuestros apartamentos, ambas vivimos en el último piso, es mi vecina de enfrente.

No recuerdo cuando o como conocí a Ashley, pero siempre ha sido como una hermana para mi, estuve con ella cuando su padre las abandonó a ella y a su madre, tan solo tenía siete años. Ambas fuimos desde kinder hasta graduarnos de la escuela juntas, a pesar que ella es dos años mayor que yo, ella no va a la universidad, su madre no puede pagarla, no tomó un préstamo estudiantil y decidió trabajar en una guardería para poder ayudar a su madre, es una gran chica, realmente la admiro.

Me pasé todo el Domingo repasando la guía, me la aprendí de memoria, hasta tuve tiempo de ver la televisión un rato.
Cuando eran las siete de la noche preparé mis cosas para el día siguiente y me fui a dormir.

Escuché mi alarma y reaccioné. ¡Es hoy! ¡Es lunes! No pude dormir con los nervios que se apoderaron de mi toda la noche, me he levantado temprano, me bañé, me puse unos jeans, una blusa celeste de tirantes, un suéter negro y zapatos deportivos negros, no tenía idea de que vestir, pero quiero lucir presentable, hoy conoceré estrellas de Hollywood, así que me puse maquillaje natural y me hice una trenza de lado.
Tome mi desayuno de wafles de la abuela, cepillé mis dientes y tomé un taxi.
Llegué al foro quince minutos antes.

—Buen día Halsy, toma esto —Ni siquiera me fijé cuando llegó Roy, pero me dio un teléfono —Sam te escribirá para decirte cuando necesite algo.

Apenas tome el teléfono y ya tenía el primer mensaje: "Llego en diez minutos, quiero un café sin azúcar y un muffin ,también un agua mineral"
Rápidamente me dirigí a la mesa del café, coloque todo en una charola, gasté un dolar para tomar el agua mineral del dispensador y así tener contento al señor jefe.
Caminé al estacionamiento, para esperarlo como decía la guía.

Después de unos dos minutos llegó en una lujosa camioneta blanca, se estacionó y abrio la puerta con estilo, traía lentes y salió, incluso parecía hacerlo en cámara lenta, marcó su teléfono, comenzó a hablar y caminar al mismo tiempo, ni siquiera volvió la mirada, así que empecé a caminar detrás de él e intenté hablarle, pero por más que trataba llamar su atención el imbécil, digo el jefe me ignoró.

Sam Vega

Después de meses sin grabar, sin ofertas y cientos de escándalos, finalmente he vuelto a este mundo, está película es mi esperanza para salvar mi carrera y demostrar que he cambiado, o por lo menos que la gente crea que cambié, demostrar que no soy una copia de mi padre, que soy capaz ¿capaz de que? No lo sé, pero soy capaz.

Bajé de mi camioneta, pero no veo a nadie, tendré que llamar a Roy.
Si vas a trabajar conmigo, es mejor que seas puntual.

—Demonios Roy ¿En donde diablos está la estupida asistente que contrataste? No veo a nadie por aquí —Me percaté de que alguien me estaba siguiendo, pero no le tomé importancia, esto suele pasar en ocasiones.

—¿Estas seguro?  Porque creo que salió a esperarte, trae un sueter negro y una blusa celeste, es alta, castaña clara y trae una trenza a un lado.

—Un momento Roy —Di media vuelta y resulta que esa chica que perseguía mis pasos es la asistente —¿Asistente?

—Sí, buenos días Señor Vega, aquí está su café.

—¿Por que no me dijiste que eras tu? —Colgué la llamada, tomé el café y el mufin de la charola que traía en sus manos y empezamos a caminar.

— Traté de hacerlo, pero al parecer no me escuchó señor.

—¿Y tu carnet?

—Aún no me lo entregan.

—¿Cual es tu nombre?

—Halsy

—De acuerdo, yo te llamaré Halsy y tú me llamarás Sam y no vuelvas a decirme señor ¿sí?

—De acuerdo señor eh...Sam.

—¿Tienes el guión?

—Sí, está en la mesa de su camerino.

—Bien, estaré por allá —Señalé hacia una silla del set —Ve a traer el guión.

—De inmediato.

Esta chica tiene cara de inocente, sin menor pecado y con esa voz parece la novicia rebelde, si es eficiente, puede que dure en este trabajo.

Después de menos de tres minutos llegó la asistente con el guión, así que le di un repaso de veinte minutos, ella estaba parada a mi lado, yo estaba sentado, luego de unos minutos llegó Roy.

—¿Que hay chicos? ¿Halsy, Sam ya te sacó de quicio? —Le preguntó.

—No, para nada —Rió con timidez.

—¿Que hay de ti Sam? ¿Todo bien? —Me preguntó con una sonrisa.

—Claro —Contesté con frialdad

—Me alegro

—¿Y quien es esa chica? —Señalé hacia la chica pelirroja de minifalda.

—Es Abby Preston, la protagonista, es actriz de teatro y esta es su primera vez en la pantalla grande, pero he escuchado que ya hartó a toda la producción, se la pasa quejándose de todo.

—Parece una reinita presumida.

Luego de eso llegó el director gritando en el set para comenzar el ensayo.
Esa Abby Preston me come con la mirada.
Ahora se acerca a mi.

—Hola Sam, me alegra que seamos compañeros, espero llevarme muy, muy, muy bien contigo —Es tan coqueta que me hace sentir incómodo.

—Gracias Abby, espero lo mismo —Le dije para ser cortes, no quiero tener problemas o llevarme mal con alguien del reparto.

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