Don't wanna break your heart, wanna give your heart a break...
Entraron a los camerinos, Alec ya había revisado el área. La peor parte era que no dejaba de notar como Magnus le lanzaba miradas, como si intentara que Alec volteara a verle, pero Alec estaba determinado en no mirarle.
Alec estaba en máxima alerta, el lugar era enorme y había como un millón de lugares donde alguien se podía esconder.
Raphael también estaba ahí, antes de comenzar a ensayar, todos se habían sentado a comer el desayuno. Magnus ya había entrado en su papel de diva, hablando con todos animadamente y sonriendo sin parar. Alec se encontró sintiéndose un poco molesto con esa actitud. ¿La forma en la que actuaba con Alec era falsa? Esperaba que no, no creía poder soportarlo.
Alec se quedó en una esquina viendo a Magnus trabajar. Alec esperaba poder ver un poco de sus trucos de magia, pero parecía que hoy era sobre donde pararse, cosas de logística y técnicas. A la hora del almuerzo unos empleados trajeron sándwiches y otros tipos de comida. La mesa nuevamente se vio rodeada de un montón de personas y Alec agarró un par de sándwiches antes de que desaparecieran.
Después del almuerzo fue igual, lo que le dio a Alec mucho tiempo para pensar. Aunque realmente no quería hacerlo, una parte de su cerebro no dejaba de decirle que quizá se estaba perdiendo la oportunidad que había esperado toda su vida.
Ahora las cosas eran mas difíciles entre ellos, al menos antes, se hablaban en buenos términos. Ahora, no sabía como iban a ser las cosas, pero se imaginaba que bastante incómodas.
El día pasó hasta que dieron las cinco de la tarde, y Magnus finalmente dio por terminados los ensayos. La gente comenzó a retirarse del escenario y Alec se acercó a Magnus. Su trabajo era estar cerca de él, al fin de cuentas. Magnus se despidió de Raphael, dejándole solo con Alec.
Las brillantes luces fueron apagadas, dejándoles casi en la oscuridad. Algo no bueno si tu trabajo es proteger a alguien. Alec estaba a punto de decirle a Magnus que deberían irse cuando una luz del escenario le permitió ver su rostro, notando su expresión preocupada.
– Alexander, espero que...– Magnus comenzó a decir, pero un ruido en el techo les hiso girar sus cabezas. Los ojos de Alec se abrieron espantados al notar como un largo tubo de luces comenzaba a caer sobre ellos.
– ¡Cuidado! – le gritó a Magnus, tomándole de los hombros y quitándole del camino del tubo, haciendo que Magnus tropezara con algo, y ambos cayeran. Alec jaló el cuerpo de Magnus contra él, girándoles para lograr que Alec fuera el que recibiera todo el golpe.
A unos metros, se escuchó el sonido del metal golpeando el escenario, justo donde había estado Magnus hace un minuto. Al mismo tiempo, Alec, gritó de dolor al sentir como su espalda golpeaba el piso. Alec tenía a Magnus protegido entre sus brazos, con su rostro en su pecho para que el vidrio de los focos rotos no le hicieran daño.
Por unos segundos, el lugar se quedó en completo silencio. El corazón de Alec golpeaba su pecho, mientras intentaba recuperar el aire por el golpe y el peso de Magnus en él.
– Mierda, ¿estás bien? ¿Te lastimaste? ¿Te duele algo? – Alec le comenzó a preguntar, asustado y preocupado, intentando ver a través de la oscuridad. Con sus manos, recorría el rostro de Magnus buscando cualquier daño.
– Estoy bien, Alexander. Tu...– comenzó, pero Alec le tomó entre sus brazos, haciendo que se sentaran para poder revisarle mejor.
– ¿No te duele nada? ¿Estás seguro? – seguía diciendo, preocupado, tratando de ver. Estaba demasiado asustado por Magnus.
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Entre Humo y Espejos (Malec AU)
ФанфикAlec Lightwood es un guardaespaldas de la Agencia Shadowhunter. Después de años exitosos evadiendo famosos, termina trabajando para uno de los grandes, Magnus Bane, un brujo organizador de espectáculos. Cuando Magnus comienza a recibir cartas amenaz...