Y de momento se me mezcló el vino con tu voz.
Ya no era solo querer ahogarme en rojo en las largas noches,
era desear que mi nombre burbujeara de tus labios por largos minutos,
que tu voz se volviera mi adicción y que yo me volviera tu necesidad.
Era que hicieras y deshicieras conmigo como yo quería hacer contigo,
como yo quería tirar y que tiraras de cabello,
que estrujáramos piel y que lamieras lágrimas,
que mordiéramos tan fuerte que olvidáramos viejas heridas
porque estas saben mejor.
Tú me sabes mejor que el vino.
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Después del vino y se fue
ŞiirAquí te dejo las cosas que nos escribí después de las largas noches de vino y después de que te fuiste.