04. Discúlpame

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Eylen

Mi turno termina en un par de minutos, así que estoy matando el tiempo limpiando con un trapo lleno de clorox la superficie de la barra del bar de jugos.

Stanley está en una esquina con una pila de páginas y la cabeza metida en su libro de historia. Veo como pasa la página y en su boca tiene un resaltador color verde que ha estado usando para marcar párrafos. Desde que llegó hace unas horas no ha parado de hacer eso: subrayar párrafos y leer. Honestamente no sé como puede estudiar en un restaurante lleno de personas que salen y entran a cada minuto. Hay mesas con individuos teniendo conversaciones confusas y muchas risas. A las posibles distracciones se le suman el sonido de la música baja que sale de los parlantes del local y cuando alguien ordena un jugo en el bar la licuadora es todo lo que se puede oír.

—No quiero interrumpirte, lo juro —comienzo a decir cuando llego hasta la esquina donde se encuentra —Pero necesito limpiar esta superficie.

Stanley escupe su resaltador verde y niega subiendo la mirada a la mía.

—Tranquila, deja y muevo esto —dice con una media sonrisa.

—Gracias —respondo con vergüenza y de forma rápida limpio la superficie mientras Stanley sostiene entre sus brazos todas las páginas y el libro. —¿Te fue bien en el examen de hoy? —indago cuando he terminado y ahora solo esperamos a que se seque el área.

—Eso creo —asiente —Soy bueno con los números, pero un poco lento ya que me tomo mucho tiempo para realizar las operaciones, no sé, siento que puedo pasar la materia.

—Me alegra oírlo, sé que la escuela de verano apesta, cuando estaba en noveno reprobé la clase de ciencias naturales —le comento —Fue horrible y por eso los siguientes años procuré aprobar por lo menos con C las materias solo para no volver a pasar por lo mismo.

—Rayos, pues que buena anécdota —Stanley bromea.

Palmeo la superficie y ya esta seca así que el chico comienza a tirar sus páginas sobre la misma de forma rápida para seguir en lo suyo. Me giro para dejarlo tranquilo, no quiero que Kenai nos sorprenda conversando y luego lo regañe por mi culpa.

Retuerzo el trapo con clorox sobre el fregadero pequeño dispuesta a salir de detrás de la barra e irme por mis cosas, pero entonces lo escucho.

—¿Eylen? ¿Puedes regalarme unos segundos de tu tiempo?

Es Nick, su voz jamás podría pasar inadvertida para mí, creo que ni estando en un mar conversaciones. Dejo salir un suspiro y me armo de valor para girar a verlo dejando el trapo en una esquina del fregadero.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo me has encontrado? —pregunto acercándome con cuidado, de igual forma una barra nos divide así que no debo preocuparme por la cercanía entre los dos.

—Yo... Bueno... Ayer vi la insignia de tu uniforme —me señala y maldigo el broche de metal con mi nombre y el del restaurante en él.

—Oh —susurro y sin poder evitarlo comienzo a buscar ese cabello afro perteneciente a Amber entre las personas del lugar.

—Ella no está aquí —dice al captar lo que he hecho —Vine solo.

—Entonces supongo que no sabe que viniste a buscarme —me cruzo de brazos y noto de inmediato que he acertado con mi suposición ya que baja la mirada a sus manos.

''¿Qué son todos esos sobres?''

—Necesitaba verte de nuevo, Eylen —dice subiendo la mirada y quiero creer que es sincero —Ayer me ha sorprendido muchísimo el verte de regreso en Springfield, creo que por eso no he podido dormir en toda la madrugada. Verte me ha transportado a esos días y la culpabilidad me ha caído nuevamente encima. —lentamente suelta los sobres de colores pasteles y los deja en media barra.

Eylen & Harry - When We Fall AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora