07. Canela

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Eylen

—¿Te veo en la venta de garaje de Stanley? —le pregunto a Erick cuando salimos de la casa y cada uno comienza a subir a su respectiva bicicleta.

—Claro, apenas salga de mi turno voy para allá —responde —¿Me enviaste la dirección por mensaje?

—Sí, hace unos minutos.

—De acuerdo, entonces nos vemos más tarde —dice.

—Ten un buen día, Erick —sonrío de lado. —Es el primer sábado de las vacaciones de verano, la piscina de seguro estará llena de gente.

—Tranquila, estaré vigilando como un halcón desde mi gran silla blanca —se ríe y se acomoda los lentes de sol sobre los ojos. —Ten un buen día tú también.

Sin decir nada más cada uno maneja en direcciones opuestas listos para iniciar un nuevo día.

Lastimosamente no tengo cosas para vender en la venta de garaje como sugirió Kenai, pero le ofrecí a Stanley ayudarle a vender cuando salga de mi turno en el restaurante.

Un sábado con mucho sol y viento me recibe en las calles mientras pedaleo. Los veranos en Springfield siempre me han gustado. Una sonrisa se me escapa con nostalgia al recordar el último verano que pasé con mis padres en este lugar allá en 2016. Sé que fue hace tres años, pero se siente tan lejano.

Casi todos los fines de semana de ese verano rentábamos un bote para pasar las tardes en el lago Springfield pescando y compartiendo momentos de calidad. Era agradable, puede que yo no tuviera amigos, pero los tenía a ellos y para mí eso era lo mejor del mundo.

Mi padre con su peculiar risa y sentido del humor, siempre lleno de chistes extremadamente malos.

Mi madre con su sonrisa radiante y su carácter dulce.

''Dios, como los extraño...''

Extrañar a cualquier persona me hace mal, pueden ser mis padres, Harry, Alice... cualquiera, su recuerdo siempre hará que mi corazón duela, es eso por lo que prefiero vivir en la ignorancia, pero hay momentos que no puedo evitar que mi mente se llene de recuerdos.

Hago una mueca y sacudo mi cabeza tratando de alejar los recuerdos ya que estoy llegando al restaurante. Hago como cada mañana el mismo proceso de asegurar mi bicicleta, acomodar bien la falda de mi uniforme y entrar al local.

Saludo a mis compañeros de turno y me voy a los vestidores para guardar mis cosas e iniciar mi faena.

❁❁❁

La mañana transcurre bastante pesada, no he podido descansar casi nada. El movimiento de personas que entran y salen del lugar a cada hora me sorprende, sí, sé que es fin de semana y todos los jóvenes y niños están de vacaciones, pero no esperaba tanta clientela. ¿Acaso la gente ya no cocina en sus casas? Da igual, recibo propinas bastante generosas, así que no debería quejarme tanto.

—¡Eylen! —escucho que me llama una de mis compañeras a lo lejos y con su cabeza señala en dirección a un grupo de jóvenes que está instalándose en la mesa de seis personas que acabo de limpiar hace unos minutos porque una familia estaba usándola anteriormente.

Trago el nudo en mi garganta cuando lo primero que noto es el gran cabello afro de Amber y seguido la risa de los demás. Desgraciadamente conozco a todos en ese grupito.

''Carajo... ¿Por qué yo?''

Miro a mis compañeros, todos están ocupados, el restaurante está super lleno.

Creo que las manos me están comenzando a sudar, siento que vomitaré en cualquier segundo, pero dejo mi cobardía de lado y tomo los menús a mi costado para hacer mi camino a la mesa. Los ojos verdes de Nick me miran rápidamente al notar que me dirijo hacia ellos y es como si internamente el rubio me estuviera pidiendo que no lo haga, incluso veo que niega cuando estoy nada de llegar.

Eylen & Harry - When We Fall AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora