08. Beso ácido

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Harry

Paso las páginas del catálogo de maquillaje viendo con suma pereza los productos de este mes.

No entiendo porque a ciertas mujeres les entretiene este tipo de revistas.

Megan tiene bastantes catálogos por varios rincones de su departamento, aunque no la culpo, todas son de la compañía de sus padres: Black and White Cosmetics.

—No quiero hacer esto —murmuro al cerrar la revista.

Subo la mirada y veo a Megan terminando de aplicarse labial rojo sobre sus labios.

—No importa si no quieres, de todas maneras vas a ir. —responde viéndome por el espejo y coloca la tapa sobre el labial.

—¿Dice quién? —reto y arqueo una ceja.

Megan se voltea y se cruza de brazos.

—¿Acaso me dejarás sola en una fiesta nocturna?

Bufo y me acomodo mejor en su cama para quedar sentado en el borde de la misma.

Sé que dije que iría con ella y ya estoy vestido con ropa apropiada para ir al club que insistentemente me ha pedido que la acompañe, pero ahora estoy teniendo mis dudas al respecto.

—Sabemos que puedes cuidarte perfectamente bien y no me necesitas —respondo secamente y me pongo de pie.

—¿Qué tengo que hacer para traer al Harry que conozco de vuelta? —suelta de forma rápida ya que me ve con intenciones de salir de su habitación y volver a la mía para dormir el resto de la noche.

—No tienes que hacer nada porque el Harry que conoces odia muchísimo estar en lugares llenos de gente. Lo sabes.

—Sí. —bufa.

Sonrío sin mostrar mis dientes y camino hasta ella para poner ambas manos sobre los costados de sus hombros.

—Megan —le digo —Ya basta de querer hacerme sonreír, a veces uno no tiene ganas de estar feliz y eso está bien.

—¿Qué tiene esa chica, Harry? —pregunta en un susurro —¿Por qué Eylen Stone te ha convertido en esto? Te juro que ya no te reconozco.

Hay muchísimo recelo en sus palabras, pero no tengo porque explicarle todo a ella. Sí, es mi mejor amiga, pero mis sentimientos y mis decisiones me pertenecen y yo soy el que decide si quiere compartir todo eso o no.

—No menciones a Eylen ¿de acuerdo? —es lo que termino diciendo. Megan frunce el ceño.

—No es una difunta —dice a la defensiva —No hay porqué guardarle respeto a su nombre.

Ruedo los ojos y me aparto de Megan para salir de su habitación. No quiero discutir, son como las once de la noche.

Cruzo el pasillo y entro a mi habitación viendo las sábanas desordenadas sobre el colchón esperando por mi para acurrucarme en ellas.

Mientras me comienzo a quitar la chaqueta la puerta es abierta rápidamente interrumpiendo así mi plan de desvestirme.

"Siempre cierra con seguro la maldita puerta, Harry Nathaniel..."

—Solo ven conmigo, quédate una hora y si no te gusta el ambiente, te puedes regresar al departamento y no te insisto nunca más en ir a un club. —escucho a mi espalda.

Suelto un suspiro y me coloco la chaqueta bien otra vez.

Me giro y ladeo la cabeza viéndola fijamente.

"Está mintiendo, siempre querrá que salga con ella, la conozco..."

—Megan-

—Sólo por esta noche, Harry. —me interrumpe y pone sus manos en forma de súplica.

Eylen & Harry - When We Fall AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora