MI NO TAN MALVADO CAPITÁN ━━ 𝐇𝐎𝐎𝐊𝐏𝐀𝐍 (Capitán Garfio x Peter Pan)

V

A tan sólo cinco centímetros de rosar nuestras narices, nos miramos fijamente. De repente un extraño sentimiento me consumió. De alguna manera, me sentí avergonzado. Mis mejillas se tiñeron a un leve carmesí mientras que el pirata yacia más rojo que un tomate.

—¿Qué sucede mi capitán? ¿No vas a asesinarme? —le cuestioné en tono sarcastico.

—Mph. No, pero...

Pusó lentamente su garfio en mi mejilla hasta acariciar mis labios. Tragué grueso sin imaginar sus desconocidas intenciones. Lo único que pensé era en que el pirata fuese a atravesar con su afilada espada alguna parte de mí cuerpo.

Él sonrió divertido acercándose hasta posar sus labios contra los míos. Comenzó una danza voraz entre nuestras bocas. El tacto de sus labios eran suaves. Sentí en mi estómago que millones de mariposas revoloteaban entre ellas causandome vigor.

Era confuso, me preguntaba por qué todo el tiempo mí cabeza pensaba en Killian y por qué la sensación de necesitarlo ver y aferrarme entre sus brazos.

Aquel sentimiento era similar al aprecio que le tenía a mi flauta o con el sapito de mí jardín que alguna vez fué mi mejor amigo, pero más reconfortante.

—Es amor, Pan. —susurró garfio en medio del beso como si hubiese adivinado lo que había pensado.

—¿Amor? —pronuncie en bajo.

Pronto abrí mis ojos se abrieron como plato. Me sentí confuso y extraño, fue demasiado para mí.

—¡No! ¡Alejate de mí! —le dije empujándolo con mis dos brazos.

El capitán se apartó mirándome extrañado.

—Olvida lo que acaba de pasar. —me limpié los labios con mi muñeca— Esto no es amor cápitan. ¡Yo detesto a los adultos! ¡Y no dejaré que un hombre mujeriego como tú, intente manipularme así como lo hizó mí padre!

—Pan, tranquilízate sólo fue-

—Detente. Quiero estar— ¡Argh! déjame solo...

Corrí adentrándome al bosque nuevamente. Estaba tratando de asegurarme de que no me alcanzara aquel pirata.

—¡Pan! ¡Espera! ¡Pan!

Mire atrás mientras corría. Lo ignore cubriendo mis oídos con mis manos. —No oigo, no oigo, soy de palo~

—¡Pan!

Pov. Capitán Garfio.

Corrí atrás de Peter Pan. Ya me sentía agotado de ir tras él. No entendía porque seguía persiguiendolo, sólo era un niño que recién había conocido.

Pero.

Algo en él me atraía, más que una mujer cuando visitó la taberna. Era extraño, sus labios me habían imnotisado.

Necesitaba estar junto a él. Lo único que viajaba en mi cabeza era ese chico, aunque los segundos no cambien en Neverland para mí el tiempo transcurría sí no lo veía.

Al correr, de repente tropecé cayendo boca abajo. Con los ojos entrecerrados, miré todavía correr a Pan. Luego miré a mis pies lo cuales tenían una cuerda, supuse que con eso había tropezado, pero no sólo noté la cuerda sino que de los arbustos salieron un grupo de jóvenes encapuchados.

Había caído en una trampa.

—¡Apresenlo! —gritó la voz de un muchacho.

Miré arriba, pero al momento de hacerlo, mis ojos fueron cegados por una venda. Luego sentí que alguien ataba mis manos en mi espalda y en segundos fuí obligado a caminar.

—¿Quienes son... ¿Qué pretenden hacerme? —cuentioné, pues escuché algunas voces de varón mascullando, pero ninguno de ellos me respondió.

Seguí caminando a ciegas. Me imaginé que habíamos caminado una eternidad hasta que me obligaron a ponerme de rodillas y atarme por segunda ocasión en un tronco.

—¿Para qué quieren secuestrarme? —volví a preguntar, no obstante sentí un objeto afilado rosando mi cuello.

—Te diría dónde estamos, pero sí lo hago más tarde querrías vengarte de nosotros ha ha ha ha.

—¿Quién eres?

—En este mundo nos hacemos llamar como los niños perdidos, pirata...