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La señora Yokani me había pasado viendo mal, y no. No había hecho nada malo, sino que toda la semana mi ánimo había estado de lo mejor posible.

Mis pensamientos estaban tan lejos, que no importaba lo que estaba haciendo. Incluso podía estar yendo a recoger el estiércol de los caballos y yo lo hacía con una sonrisa puesta en mi rostro.

Solo de imaginar que tenía una oportunidad con Yoongi, mi corazón se agitaba en demasía. Estaba enamora de ese omega y sí ya había logrado demasiado con solo que volviese a verme, era demasiado con que permitiera conversar a solas con él.

Aunque no me importó el hecho que me haya dicho que nuestra 'cita' sea cerca de la cosecha de fresas, porque era lógico que ahí nadie nos vería. Supuse que lo hacía por no es muy bien visto que un omega de élite se vea a solas con un alfa de clase baja. Así que en lugar de sentirme mal, yo, me sentí afortunado, pues así nadie nos molestaría o interrumpiría.

- ¿Estas como muy contento, no, jovencito? - maldición, me había dejado llevar tango en mis pensamientos que no había notado desde a saber tales horas mi jefa había estado observando.


- Eh, sí... claro. Hoy es mi pago, ¿no? - pregunté y ella asintió.

- Ya veo. Te alegras por eso. A pesar de que casi más de  la mitad va de paga para la deuda de tu padre. - lanzó suavemente. Supe que no lo decía para hacerme sentir mal, ya que era muy común en ella hablar de más, cuando tiene una duda enorme en su cabeza.


- Lo sé. ¿Hoy también es mi día de descanso, verdad?


- Estas muy raro.  Como si no fueras tú.  Pareces muy distraído. ¿Estas bien? Haces preguntas que ya las respuestas ya la sabes desde hace rato. Quieres algo, seguramente.

- P... pues. Verá, quería saber sí mi descanso lo puedo pasar para el día de mañana. Tengo un compromiso y realmente es muy necesario. - Pedí de manera temerosa. Y rogué al cielo a que ella accediera, pues tenía mi encuentro con Yoongi y sí él había puesto ese día, ¿quién era yo para pedirle que lo cambiara?

- Sí limpias el terreno y quitas la redadera del techo está bien. - sonreí.

- ¡Sí! - lancé por impulso, pero luego disimulé para volver a hablar de manera seria. - Quise decir, gracias Sra. Yokani. Prometo que lo haré sin ningún problema.

- Entendido. No sé te olvide bañar a la yegua... - la vi darse la vuelta.
Di un brinco, cuando recordé haber dejado a arcoíris sola al lado del río.
Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a él y cuando noté que se había echado en el pasto, suspiré para sostenerte de mis piernas y sonreír cuando ella relinchó cuando me lancé a ella y abrazarla. - Estas bien, cariño.

Ella empezó a meter su trompa en mi antebrazo para jalar el tirante de mi cinturón y luego este impactara en mi piel picando un poco. Me corrí un poco, pero parecía que quería jugar, así que no me detuve al arrastrarme y esperar a que me siguiera, hasta que estiró su cuello haciéndome caer.

Luego supe que su gran afán, era el devorar una tulipán que sostenía en mi bolsillo que había cortado del jardín. Había pasado en lo bonita que era era flor, que no podía compararla con nadie más que Yoongi, pero ahora Arcoíris se la había comido y me sentí un poco mal por ello. De igual manera, no es como si la fuese a guardar por siempre, así que solo lo dejé pasar.







***







Estaba muy nervioso y pensativo. Porque ya cuando lo pensaba, nunca había asistido a una 'cita' y ni siquiera tenía ropa adecuada para ello. No es como si tampoco tuviese suficiente dinero para ello.

Así que puse una camiseta fresca blanca y mis pantalones cafés, junto a mis tirantes. La boina le daba un toque y puse mis zapatos de lustre que solo ocupaba para ir a la iglesia.

Rasuré y peine para verme lo mejor posible. Quería que Yoongi supiera que podía ser pobre, pero limpio. No porque sea un alfa, quiere decir que tenga que ser descuidado. Los no donceles también somos aseados.

Suspiré y salí de casa con las rosa que había estado cultivando en el jardín y adorne con algún cetillo que había tomado del jardín de la Sra. Yokani. Tenía muchos, así que no creí que notara. Igual, si lo notaba, después me las arreglaría.

Lo único que me importa en ese momento era pasar bien junto al omega de mis sueños y no arruinar todo.

Caminé despaciosamente para no estar sudado y que mis feromonas no se esparcieran por toda la zona. Quería que el también pasara un rato agradable y mi naturaleza solo podría aturdir lo suficiente.

Me senté en el pasto donde no me ensuciara y comencé a contemplar mi bonito que sea veía el color rojo de las fresas con el verde de sus hojas, hasta que de un momento a otro su olor me sacudió.

El olor de Yoongi era especialmente dulce. Pero no un dulce que te empalagaba, sino lo suficientemente como para hacerte sonreír.
Cosa que tampoco pude evitar y puedo jurar que él notó cuando mis ojos brillaron y me quedé atontado con lo precioso que se veía con traje sencillo color celeste cielo y su listos que adornaba su cabeza, hacia un bonito contraste con su pálida piel.

- Hola. - lucía tímido.

- Hola. Ven, siéntate, por favor. Me levanté para ayudarlo y que tomara un buen lugar para que no ensuciara su traje.

Estábamos a menos de un metro de distancia y puedo jurar que sí las fresas eran un paisaje perfecto, no  se comparaban a verlo directamente a los ojos. Esos ojos gatunos que me veían expectantes.
Sí, quería verlos para siempre.




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⏰ Última actualización: Aug 09, 2020 ⏰

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Solo un poco indecente [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora