Por Siempre Rebelde

Capitulo 9

Había pasado un mes desde la coronacion fue cansado y agotador, tuve que asistir a todas las fundaciones y universidades presentandome como la nueva encargada, hoy después de mucho tiempo era mi primer día libre y lo había tomado porque Callie hoy tendría a la bebé.

—¡Llegue! Y ustedes se quedan afuera gracias—digo mientras entraba a la habitación y dejando a los de seguridad

—Pensé que no vendrias—dice Callie quien se veía tranquila, le había dicho que no sabia si iría por todo el trabajo que tenía

—Y tu te ves muy tranquila, deberías estar odiando a todos en este momento:digo mientras recordaba a Kate en sus embarazos

—Gracias a dios llegas—dice Daniell quien no se veía tan bien

—No me digas que estás nervioso, pero llego tu salvación pero aunque debo decirte que en los 3 partos que asistido en todos odian al padre así que preparate—digo sonriendo, Callie se hacía a un lado para acostarme

—Juliette eso no me sirve en estos momentos si te soy sincero—dice mientras caminaba a un lado y al otro

—Cuando veas a esa bebé en tus brazos todo valdrá la pena aunque la verdad no estás haciendo mucho y ni harás, solo estás dando vueltas y mareas—digo mientras me acostaba en la camilla junto con Callie

—Hola, buenos días—dice la doctora entrando

—Hola—decimos los tres

—Majestad—dice sorprendida cuando me veía

—Digame Clarisse, estoy fuera de servicio solo soy la amiga de esta futura mamá no necesita formalidades—digo

—Esta bien, señora Perea debemos inducir las contracciones y en pocas horas la bebé saldra—dice sonriendo mientras le inyectaba el medicamento al suero

—¿Empezara odiar a todos?—pregunto y sonríe asistiendo

—Daniell serás el primero y tal vez el único que odie así que preparate nada es personal—digo mientras buscaba mi celular para mandarle un mensaje a Juan Carlos

Había pasado ya casi 2 horas y Callie ya casi tenía a la bebé y como lo había dicho estaba loca, primero por las hormonas claro esta y otra por el dolor, porque debe ser así las mujeres aguantamos mucho la verdad.

—Por favor puja otra vez, esta sera la ultima—dice la doctora

—Venga Callie, tu puedes—digo dándole ánimos en eso escucho el llanto del bebé, dejo la mano de Callie para ver a la hermosa niña pero en eso me siento algo desorientada

—¡Clarisse!—escucho que dicen, solo trato de agarrarme de algo pero se vuelve todo negro

–¡Una camilla!-gritan y pierdo el conocimiento

Empiezo a escuchar ruidos de máquinas y empiezo abrir los ojos poco a poco, lo primero que veo es a una doctora.

-¿Que paso?-pregunto inquieta

-Se desmayo, su secretario ordeno análisis de todo y están por llegar los resultados, tenía miedo que tuviera anemia de nuevo-dice

-Lo puede llamar por favor-digo, veo que tengo una bata, sale un momento y tiempo después entra Zed quien se veía angustiado

-No le avisaste a Juan Carlos ¿cierto?-lo veo con determinación

-Como piensa que no le avisé, es su esposo debe saber lo que le pase-dice

-Lo interrupiste en esa reunión tan importante con los embajadores-digo casi gritó

-No contesto, pero sigo insistiendo-dice, en eso entra la doctora