Por Siempre Rebelde

Capitulo 21

Me quede pensando un rato en lo que me habia preguntado Callie porque era algo que decidia mi futuro y ahora no solamente el mio si no de tres bebés.

—No por supuesto que no, deje muchas cosas por esto hasta iba a renunciar a mi familia y país, como para después de un año y medio de casados me divorcie—digo, pensando en lo que iba hacer por el y hubiera perdido

—Solo espero que no te quedes solo para no repetir la historia de tus padres—dice, en cierto modo era algo de verdad no quería que los medios dijeran eso

—Callie, mis hijos no sufrirán lo que yo, mis recuerdos con mis padres son separados, mis hermanos y yo viajando para verlos, es lo más horrible y no los haré vivir eso—digo recordando

—Pero tu felicidad es importante, mira ahora estas triste estas alejada de tus hijos por estar pensando que Juan Carlos te engaña y eso no es sano—dice y todo lo que decía era cierto

—Esta bien, tomare terapia de depresión post-parto pero no por el, si no por ellos que se que no tienen la culpa y si algo quiero ser igual a mi madre, es lo excelente madre que fue sin importar nada—digo y me da un abrazo

—Venga, vamos a buscar algo para tu cita—dice

—Oye esos kilos de más te hacen un cuerpo espectacular—dice mientras me ve en el espejo, me habia puesto un pantalón de vestir de cuadros y una blusa negra

—Me gusta a mi tambien—digo mientras observo que mi cuerpo habia cambiado

—Llegaron—dice Zuri en la puerta

—¿Ya me dirán quienes son?—pregunto y niega

—Pueden llevar a los trillizos a donde tomare el té, necesitan tomar aire y sol—digo, necesitan salir de esa habitación

—Yo me encargo de eso—dice Callie sonriendo

—¿Me sigue Majestad?—pregunta Zuri

—Si—digo para empezar a caminar, me sentía bien el haberme arreglado y cambiado

—Aqui es—dice llegando a donde tomaríamos el té, frente al jardín una hermosa vista que no había tenido el gusto de venir en este año que llevo viviendo aquí

—¿Puedo saber quien es?—pregunto de nuevo

—Porque no lo descubre usted—dice mientras indicaba que abrieran las puertas

—¿Anne Beckwith?—digo cuando la veo y me sonríe de oreja a oreja

—Majestad—dice haciendo reverencia pero no se lo permito y la abrazo

—¿Como estas?—dice mientras me abraza

Ella era la dama de compañía de mi madre desde que se caso con mi padre, era como una tía para mi pero se había ido a vivir a Rusia y no sabíamos ya nada de ella, le había mandado la invitación a mi boda pero no asistió.

—Porque no fuiste a mi boda ni a la de Harry—digo cuando termino el abrazo

—No podia ver a esos niños que los vi crecer casarse para mi ustedes siguen siendo esos niños que hacían travesuras—dice sonriendo

—Y siempre lo seran—dice alguien y volteo

—¡Harry Herbert!—digo cuando lo veo, el era uno de los grandes amigos de mi madre antes me encantaba verlo porque eran horas de platicar con el de lo que vivió con mi madre y me hacia sentir que yo tambien estaba ahí con ellos

—Rojiza—dice mientras me abraza

—Hace tanto que no me decían asi—digo negando

—¿Que hacen aquí?—pregunto intrigada