Capítulo 23.🌑

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—¡Ya voy!

Corría de un lado a otro buscando algunas cosas que me faltaban en mi maleta, me quedé dormido y se me hizo un poco tarde. Que suerte la mía ¿no?.

Corrí hacia un sillón para ponerme los tenis converse blancos que tenía en la entrada de la cocina por alguna extraña razón, no me culpen, no he limpiado la casa. Una vez listo todo tomé mi celular, la maleta y cerré la puerta de la casa con seguro. Allí estaban los chicos en la camioneta mirando a mi dirección, Jungkook bajó y abrió la cajuela.

—Dejame adivinar, te dormiste.

—¿Cómo lo sabes?—pregunté.

—Tus ojos están inchados y tienes una lagaña.

Rápido la quité y metí la maleta en la parte trasera. La cerró y entramos a la camioneta. Glad you came de The Wanted sonaba a todo volumen mientras Jungkook y Aylin se meneaban torpemente siguiendo el ritmo de la canción.

—Déjame adivinar, Aylin escogió la canción.—solté burlón.

—Me conoces bien Park.

Decidimos ir en avión porque sólo es una hora de viaje, en auto tampoco es mucho pero es más tiempo.

Después de un rato llegamos al aeropuerto. Jungkook se encargó de la camioneta mientras nosotros entramos al lugar. Buscamos el sitio correspondiente y nos sentamos un poco. El vuelo salía en 30 minutos.

—Tengo una duda— hablé y los tres miraron.—¿Porqué decidieron ir a Busan?.

—Quiero visitar a mi abuela, tiene mucho tiempo que no la veo y nos dará donde dormir.—respondió Jungkook encogiendose de hombros.—¿Porqué?.

—Curiosidad.

Un rato después abordamos el avión en los lugares correspondientes. A Jungkook le tocó con una chica muy linda a mi parecer, a Aylin le tocó con Chris y a mi con una señora que no se veía muy contenta.

Solo es una hora.

La señora no me quitaba la mirada de encima y era incómodo. Miré hacia la ventana y me acomodé en mi lugar.

El tiempo pasó muy lento, demasiado diría yo. Aterrizamos y bajamos para tomar nuestro equipaje.

Me llamarán exagerado pero en cuanto salimos del aeropuerto sentí la humedad de la playa. Supongo que extrañaba un poco el lugar aunque me recuerde a mis padres.

Tomamos un taxi y Jungkook le dio la dirección de la casa de su abuela. Primero iríamos a instalarnos y ya después veríamos que hacer. Estaríamos quizá una semana así que tenemos tiempo. Pasábamos por las calles de la ciudad y me dedicaba a ver la gente caminar de un lado a otro, los edificios, todo.

Hace años que no venía y está un poco cambiado desde la última vez. El día es soleado y el calor un poco fuerte.

Pasaron aproximadamente 30 minutos y llegamos a una casa color verde muy claro. No era ni amplia ni pequeña, creo que tenía el tamaño perfecto. La puerta era de madera y tenía un pequeño corredor en la parte de enfrente.

—¿Es aquí?—pregunté.

—Si.—respondió Jungkook.

Me dió algo de ternura ver su rostro. Tenía una amplia sonrisa donde dejaba ver su blanca dentadura y sus ojos brillaban de felicidad. Nos acercamos a la puerta, tocamos y segundos después una señora como de 70 años abrió.

—Mi Jungkook...ya eres todo un hombre. Estás guapísimo mírate.

Los ojos de la señora se cristalizaron y abrazó a su nieto con muchas fuerza. Chris, Lin y yo mirábamos la escena con nostalgia, a lo que note tiene tiempo que no se ven.

MOONLIGHT ➳ PARK JIMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora