6

230 10 5
                                    

Martina evitó gruñir y se tragó las ganas de golpearlo; no, no iba a confesarle que seguía enojada por algo que había pasado hace tanto tiempo.

-¿Qué?-Preguntó burlona, girándose-¿Enojada por esa tontería? No, simplemente no me agradan los chicos como tú, creí habértelo dicho ya

-¿No te agrado porque soy mujeriego?

-Y narcisista y sátiro-Dijo-Sin contar que eres un cerdo tratando a las mujeres

-Pues eso parece gustarles-Bufó-Que a ti no te gusto no es mi problema

-Sí lo es, sólo deja de llamarme preciosa, Tinita, Tinu, deja tus comentarios y si vuelves a decirme una obscenidad, tu lindo ojo de divo quedará morado

-¿Te parecen lindos mis ojos?-El arqueó una ceja, divertido-

-¡Ay! ¿Lo ves? Deja de hacerte el payaso-Gruñó-También te lo dije, que seas guapo no cambia las cosas

-Mmm, también te parezco guapo... Oh, encanto, estoy seguro de que no te das cuenta cuando se te salen las cosas

-¿Me has dicho encanto?-Frunció aun más el ceño de lo que lo tenía ya-¡Te dije que basta!

-Dijiste que no te dijera preciosa ni Tinu, no dijiste de nada acerca de encanto-Dijo divertido-Ahora si me disculpas, tengo una cita ahora

-¿Qué? ¿Una cita?-Preguntó fingiendo estar exageradamente sorprendida-¡Im posible!

-¿Celosa?

-Sí, Jorge, estoy tan celosa que creo que voy a dejar de hablarte una semana, nos vemos-Dijo y desapareció de su vista-

Jorge se rio por su tono sarcástico, tenía que arreglarse para su cita con Molly, una despampanante rubia que según él, estaba bastante buena y bastante fácil. Tarde o temprano Martina iba a caer como lo habían hecho todas.

Una hora más tarde, el timbre sonó, se fue a abrir.

-Hola Molly, estás muy linda-La saludó repasándola con la mirada; una minifalda y un top escotado y apretado que no dejaba mucho a la imaginación, ¿Cómo era que las chicas se atrevían a vestirse así? Pero diablos, lucían sensacionales-

-Hola, Yoyi, tú también estás muy guapo

Estaba apunto de decirle que se fueran rápido, pero quería molestar a la fiera un rato.

-¿Quieres pasar? Podemos esperar un rato a que el calor se pase.

-Me parece... buena idea-Jorge sabía lo que ella estaba pensando, pero con Martina y sus hermanos ahí, no sería posible-

Entraron; ni señal de Martina. Jazzy veía tele, quizá ella estaba con Jaxon.

-¿Quieres algo?

-Agua, si no te molesta

Jorge asintió con la cabeza y entró a la cocina, Molly lo siguió y se sentó en el mueble de piernas cruzadas, levantando su falda dejándola aun más corta de lo que estaba.

-Aquí tienes

-Gracias-Dijo con una sonrisa y lo agarró del cuello de su camisa, plantándole un ardiente beso, aunque él tenía los ojos abiertos, esperando a que su querida vecina bajara e hiciera algo luego de que quebrantara una de sus reglas: "No chicas en la casa"-

Pasos en el pasillo. Se metió entre las piernas de la rubia y la abrazó por la cintura.

Martina abrió los ojos mirando aquella escena, sintió ¿Rabia? ¿Enojo? Bueno, no sabía por qué estaba enojada... quizá era porque él tenía el descaro de traer a una chica y hacer una escenita, pero si ellos estaban haciendo una escenita, ella haría una más grande.

La niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora